por Rubén Bourlot –
Hace 212 años, Concepción del Uruguay supo acoger al general Manuel Belgrano, que volvía del Paraguay sin los resultados militares esperados. Tomó el camino del oriente mesopotámico, registró su paso por Santo Tomé el 31 de marzo. El 6 de abril se hallaba en Mandisoví, y de allí siguió sin detenerse hasta la Concepción del Uruguay, adonde arribó el 9 de abril de 1811. Se estima que se alojó en el edificio del actual museo Delio Panizza.
Belgrano había recibido la notificación del gobierno central, la Junta Provisional, para hacerse cargo de las fuerzas militares que sostenían el sitio de Montevideo, reducto de los realistas y asiento provisorio del virrey del Río de la Plata, Francisco Javier de Elío. Venía con los restos del ejército que habían combatido en Paraguarí y Tacuary, unos 860 hombres. En el Arroyo de la China, como popularmente se nombraba a la villa fundada por Tomás de Rocamora, Belgrano permaneció hasta el 19 de abril. En esta fecha traspasan el Uruguay, desde el Perucho hacia el paso de Paysandú, pues así “se ahorraría camino”.
En la costa oriental Belgrano se reunió con José Artigas y lo designó segundo jefe del Ejército Auxiliar del Norte. Sin embargo, el 22 de abril, la Junta Grande reemplazó a Belgrano por José Rondeau en el mando del Ejército de la Banda Oriental, desplazando a Artigas al cargo de Jefe de las Milicias Patriotas Orientales. Belgrano había sido suspendido en sus «Grados y Honores» para ser sometido a juicio por sus derrotas militares en la campaña del Paraguay. Finalizado el proceso fue reivindicado.
Belgrano en la Histórica
No se conocen demasiados indicios de los once días de permanencia de Belgrano en Concepción de Uruguay. Seguramente para la pequeña villa su presencia habrá sido un verdadero acontecimiento. Las tropas en cambio habrían estado acampando sobre el arroyo Perucho Berna (actual departamento Colón) según lo menciona Urquiza Almandoz en Historia de Concepción del Uruguay.
Meses antes, la villa había sido castigada con la ocupación realista y posteriormente recuperada para la causa revolucionaria por Bartolomé Zapata en marzo de ese año. Los uruguayenses estaban enterados del paso de Belgrano por la provincia ya en su estancia en Paraná, rumbo al Paraguay, había nombrado a José Miguel Díaz Vélez como comandante general de los partidos de Entre Ríos en reemplazo de Josef de Urquiza y Álzaga. “Para asegurar en el partido de la revolución el Arroyo de la China y demás pueblos de la costa occidental del Uruguay, nombré comandante de aquella orilla al doctor José Díaz Vélez, y lo mandé auxiliado con una compañía de la mejor tropa de caballería de la patria que mandaba don Diego de Balcarce”, escribió Belgrano en sus memorias.
Según la crónica de Urquiza Almadoz, el 9 de abril “desde hora muy temprana, los pobladores de la villa esperaron la llegada del ejército y su jefe. Las noticias llegadas el día anterior habían dado cuenta de la proximidad de las tropas.
“Hombres, mujeres y niños se congregaron a la entrada del pueblo para saludar alborozados a los valientes soldados de la patria. Llegaban cansados, pero felices. Con la felicidad de saber que la sangre derramada no era un sacrificio estéril. Que ella constituía el riego fecundo sobre los campos de la patria nueva. Sobre esa tierra nacerían sus hijos y crecería la espiga.
“No sabemos con certeza dónde se alojó el general Belgrano durante su permanencia en Concepción del Uruguay. Una vieja tradición lugareña -de cuya veracidad mucho dudamos- sostiene que lo hizo en la casa de los Calvento, convertida hoy en Museo Provincial Casa Delio Panizza.
“El mismo día de su llegada, apenas ubicado en su alojamiento, Belgrano tomó pluma y papel para escribir a la Junta de Buenos Aires. Después de anunciarle que había llegado a Concepción del Uruguay sin mayores inconvenientes, comunicóle que tenía recibidas noticias del Paraguay donde todo parecía estar en orden. Luego de referirse a sus trabajos para pasar con sus tropas a la Banda Oriental, informó que había recibido buenas noticias de Artigas, que ya se hallaba en la capilla de Mercedes. Finalmente, vaticinó que muy pronto se encontraría con «los valientes de la Campaña Oriental».”
Como se trata de la primera de las cartas que el general Belgrano escribió desde Concepción del Uruguay, conceptuamos de interés reproducirla textualmente.
“Son las diez y media de la mañana y acabo de llegar a este punto sin la menor novedad, con la primera división del ejército; las demás vienen algo atrasadas, pero pronto las tendré aquí.
“El mismo día que mi cuidado me hizo escribir desde Mandisoví, recibí el oficio de V.E. fecha 25 del pasado, que condujo el teniente Sosa, y salí de la desesperación en que me hallaba por faltas de noticias de V.E.
“Lo del Paraguay me parece que sigue bien; anoche recibí la carta que acompaño en copia, de Yegros, número 1, a la que he contestado según la copia número 2, cuando ya creía no hubiese esta proporción.
“El paraguayo que la ha conducido me ha dicho que todos están muy alegres, que las tropas se han retirado a sus casas, que es falsa la prisión del cura y corregidor de Itapúa, y que en cuanto a estar privada o no la comunicación, nada sabía, pero no se había ofrecido que pasasen de allí, ni fuera de aquí persona alguna.
“Ya estoy trabajando para verificar el transporte de las tropas a la otra Banda, y todos los demás aprestos; el teniente coronel Artigas me ha comunicado las noticias más favorables, y me avisaba su traslado a la capilla de Mercedes, el domingo último; cuanto esté de mi parte haré para ir a acompañar a los valientes de aquel pueblo y demás de la campaña oriental, lo más breve que pueda.
“Dios guarde a V.E. muchos años. Cuartel General de la Concepción del Uruguay, 9 de abril de 1811. Manuel Belgrano.”
Cartas y más cartas
Dice Urquiza Almadoz que durante su estada en Concepción del Uruguay Belgrano “adoptó múltiples disposiciones a fin de atender los problemas de la guerra y ultimó los preparativos para cruzar con sus tropas el río Uruguay e introducirse en la Banda Oriental. También mantuvo una activa correspondencia con el gobierno, jefes militares y otras personas. De ella conocemos seis cartas -lo cual no significa que sean las únicas- dirigidas a la Junta de Buenos Aires (9/IV/1811), a Fulgencio Yegros (fechada en Perucho Berna, a pocas leguas de Concepción del Uruguay, 9/IV/1811), a Jorge Pacheco (10/IV/1811), a Celedonio José del Castillo (12/IV/1811), a Manuel José de Warnes (14/IV/1811), y al jefe portugués, general Diego de Souza (19/IV/1811)”.
“En esos días de permanencia en Concepción del Uruguay, el ex capitán de Blandengues don Jorge Pacheco, le suministró un carruaje, lo que mereció un gracioso comentario del jefe patriota: Gracias por el coche – le dijo – pero debe Ud. hacer quitar lana de los asientos porque están muy altos, y todavía tengo un chichón en la frente de esas resultas.”
Fuente: El Diario