El grito contra la violencia machista no es el único reclamo que convoca a las mujeres y disidencias a la calle este miércoles 8 de marzo por el Día de la Mujer. Uno de los puntos más fuertes de la desigualdad está en el mercado laboral, lo que las lleva a tener más impedimentos a la hora de jubilarse y conseguir trabajos formales. De hecho, solamente 6 de cada 10 mujeres de entre 30 y 64 años de edad en Argentina está empleada.
Como contrapartida, para los hombres esa proporción es mayor, ya que trepa a 88 de cada 100, de acuerdo al informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) con motivo del 112° Día Internacional de la Mujer.
El documento señaló que entre las personas ocupadas en puestos no calificados, por cada $100 que gana en promedio un varón, una mujer gana $61; y que la tasa de subocupación horaria para las mujeres es un 75% superior a la de los varones.
Con similares niveles de informalidad laboral, el ingreso medio de las mujeres asalariadas sin descuento jubilatorio representa el 65% del ingreso de los varones.
El dossier estadístico del Indec apuntó que las mujeres tienden a ser las principales encargadas de las tareas de trabajo no remunerado al interior de los hogares y, por ello, aun cuando cuentan con mayores niveles educativos, no logran un nivel de participación en el mercado laboral similar al de los varones.
8M: panorama laboral por sector
Dentro de las diferencias que existen entre los salarios y el nivel de ocupación, existe también una mayor desigualdad en las áreas en las cuales se pueden insertar las mujeres laboralmente: alrededor de 4 de cada 10 mujeres ocupadas de 14 años y más lo hacen en el sector de los cuidados, como empleadas de casas particulares, salud y educación, mientras que los varones lo hacen en mayor proporción en la industria manufacturera y en la construcción.

Por lo tanto, el informe del Indec reveló que las mujeres ocupadas «acceden en menor medida a puestos jerárquicos«, cuando 8 de cada 100 varones lo hace, algo más de la mitad de las mujeres remiten a esta condición.
Más allá de los mayores niveles educativos, a penas el 12% de los cargos de rectoría universitaria están ocupados por mujeres; y el 20,5% de las explotaciones agropecuarias están gestionadas por mujeres productoras.
Por cada 100 pesos que gana un varón en el sector educación, una mujer obtiene, en promedio, 91; mientras que en el área de salud, una mujer gana 78 pesos por cada 100 que percibe un varón.
Tareas de cuidado: diferencias en la niñez
El relevamiento del Indec marcó que las diferencias entre mujeres y varones en torno al trabajo no remunerado comienzan a edades tempranas; mientras que 88 de cada 100 niñas de sexto grado realizan tareas domésticas casi todos o algunos días de la semana, en el caso de los niños varones 83 de cada 100 remiten a esa condición.
Más allá de alcanzar mayores niveles educativos, en las primeras etapas de la vida las niñas están sobrerrepresentadas en la realización de actividades domésticas; de la población de 5 a 15 años que realiza trabajo doméstico intensivo (10 o más horas semanales), 6 de cada 10 son mujeres.
Al tiempo que 92 de cada 100 mujeres realiza trabajo no remunerado, solo 75 de cada 100 varones lo hace; la mayor brecha entre mujeres y varones se da en las tareas de limpieza de la vivienda: mientras que 7 de cada 10 mujeres las lleva a cabo, casi 4 de cada 10 varones lo hacen.
Mientras que 80 de cada 100 mujeres de 15 a 24 años del quintil de ingresos más altos asisten al sistema educativo, 61 de cada 100 del quintil más bajo lo hacen.
Las carreras feminizadas existen
Con relación a las carreras que estudian, las mujeres participan, en mayor medida, en las vinculadas a las ciencias humanas y de la salud.
Entre los 18 y los 24 años, las mujeres presentan tasas de asistencia al sistema educativo formal más elevadas que los varones; mientras que las mujeres de 25 años y más alcanzan niveles más altos de educación formal que los varones.
Pese a que mujeres y varones presentan porcentajes similares en el desempeño satisfactorio o avanzado en lengua y matemática, se observan diferencias en el autoconcepto en matemática y lengua.
Además, dentro de las carreras, 75 de cada 100 personas inscriptas en ciencias de la salud son mujeres, en las ciencias aplicadas representan 38 de cada 100.
Fuente: baenegocios.com