por Rodolfo Oscar Negri –
Homero Manzi – (1907-1951).
Homero Nicolás Manzione nació el 1 de noviembre de 1907 en Añatuya, Santiago del Estero.
A los siete años sus padres lo envían a la Capital Federal. Realizó sus estudios primarios en el Colegio Luppi del barrio de Pompeya. Allí y en Boedo transcurrirá gran parte de su vida. Se recibió de profesor de Castellano y Literatura y dio clases en los nacionales Mariano Moreno y Domingo Faustino Sarmiento.
Militancia yrigoyenista
A los 19 años ingresó a la Facultad de Derecho de donde fue expulsado durante la “Década Infame” por su militancia yrigoyenista, por los mismos motivos se le impidió ejercer la docencia.
El poeta
Homero Manzione cortó su apellido a Manzi, cuando comenzó a escribir. Tenía pasión por la literatura, que expresó en las letras de sus canciones. Esta actividad lo apartaba de la actividad política, no obstante pudo mantener ambas y hasta incluyó la radiofónica.
Compuso tangos que son clásicos, y a diferencia de otros autores no utilizó el lunfardo para expresarse. Fue gran amigo de Enrique Santos Discépolo.
Resistencia yrigoyenista
Con el derrocamiento de Hipólito Yrigoyen el 6 de septiembre 1930, y el comienzo de la dictadura de Uriburu, Manzi se lanzó a una febril militancia. Su casa se convirtió en un virtual comité. Era partidario de una salida insurreccional que derrocara a la dictadura.
Todas estas actividades políticas eran muy peligrosas porque el gobierno de Uriburu había comenzado a detener opositores y someterlos a torturas, práctica que se hizo habitual a partir del nuevo invento argentino: la picana eléctrica.
En julio de 1931 el teniente coronel Gregorio Pomar intenta un levantamiento que fracasa, el gobierno acentúa la represión y las detenciones, mientras Yrigoyen continuaba detenido. En 1931 se creó el Movimiento de Continuidad Jurídica conformado por yrigoyenistas. Allí estaba Manzi. El radicalismo estaba proscripto y por lo tanto el gobierno veta la fórmula Marcelo T. Alvear – Adolfo Cüemes, por lo que el radicalismo decide abstenerse. En marzo de 1932 Manzi es elegido a la Convención Metropolitana del Radicalismo.
El 3 de julio de 1933 murió Yrigoyen, su sepelio fue el 6 de julio con una multitud que acompañó el cuerpo del caudillo radical.
En diciembre de 1933 una sublevación al mando del teniente coronel Roberto Bosch toma por unas horas la ciudad correntina de Paso de los Libres. Hubo sublevaciones en Santa Fe, Rosario, Cañada de Gómez, Rafaela y varios pueblos de Buenos Aires y San Luis. El mayor Domingo Aguirre tomó Santo Tomé. Como en ese momento estaba reunida la Convención Nacional del radicalismo, los convencionales fueron detenidos.
Su amigo, Arturo Jauretche fue detenido en Corrientes donde escribió el poema “Paso de los Libres” que tuvo en su primera edición el prólogo de Jorge Luis Borges, que por aquellos tiempos simpatizaba con el yrigoyenismo.
FORJA
En 1935 se forma FORJA (Fuerza Orientadora Radical de la Joven Argentina), que proclama continuar con la línea consecuente del radicalismo yrigoyenista enfrentados a la conducción partidaria liderada por Alvear más proclive a negociar con el gobierno oligárquico de Agustín P. Justo.
Manzi se encontraba entre los fundadores y participó de la comisión encargada de redactar la Declaración de Principios. Fue elegido para ser la conducción de la agrupación, pero renunció aduciendo motivos personales, seguramente no estaba dispuesto a renunciar a su actividad literaria.
El 2 de septiembre de 1935 fue entregado al público el primer documento de FORJA titulado “Manifiesto al Pueblo Argentino” con el lema “Somos una Argentina colonial. Queremos ser una Argentina Libre” en la redacción del mismo participó Manzi junto a otros como Jauretche, Scalabrini Ortiz, Luis Dellepiane y Jorge del Río. Cierta vez le confesó a Arturo Jauretche: ’Tengo por delante dos caminos: hacerme hombre de letras o hacer letras para los hombres’.
Tango y milonga
Como letrista le dio un nuevo impulso a la milonga, pero su gran trabajo lo realizó con tangos. Alguna des sus creaciones son “El último organito”, «Ninguna», «Mañana zarpa un barco», «Malena», “Barrio de Tango», «Discepolín», «Sur» y «Ché Bandoneón» junto a su gran amigo Aníbal Troilo.
Manzi también sentía un gran respeto por el folklore.
También el cine
Otra actividad que lo apasionó fue el cine. Dirigió dos películas “Pobre mi madre querida” de 1948 y “El último payador” de 1950. Escribió –también- el guión de una gran cantidad de películas, entre ellas “Escuela de Campeones” (1950), “Donde mueren las palabras”(1946), “Pampa bárbara” (1945), “Su mejor alumno” (1944), “El viejo Hucha” (1942).
Trabajó junto a Ulises Petit de Murat en la adaptación de la “Guerra Gaucha” de 1942 basada en la obra de Leopoldo Lugones para la película que constituye un clásico de la filmografía nacional.
Militancia forjista
Manzi participó de conferencias y actos de FORJA y escribió algunos documentos de la agrupación. Durante el desarrollo de toda la segunda Guerra Mundial, FORJA defendió enconadamente la neutralidad argentina.
Luego del golpe del 4 de junio donde FORJA vio con expectativa la actividad desplegada por un sector del gobierno conformada por militares con un notorio sentido nacional,.
El mayor Fernando Estrada uno de los fundadores de FORJA, además era amigo del Coronel Juan Perón. Fue él quien arregló una entrevista entre Manzi y Jauretche con Perón. Ambos coincidieron en que Perón era la persona adecuada para darle a la revolución un sentido similar por el que venía luchando FORJA
El peronismo
En 1945 FORJA se disuelve para ingresar al peronismo. Manzi no sigue el mismo camino. Retorna al radicalismo y en las elecciones de febrero 1946 apoyó a la Unión Democrática. No obstante ni bien comenzó la gestión de Perón se dio cuenta que su proyecto coincidía con el que el tan intensamente había defendido en FORJA, por lo cual decidió adherir al peronismo, aunque sin retornar a la militancia política.
En 1947 declaró: «Perón es el reconductor de la obra inconclusa de Yrigoyen. Mientras siga siendo así, nosotros continuaremos creyéndole, seremos solidarios con la causa de su revolución que es esencialmente nuestra propia causa. Nosotros no somos ni oficialistas ni opositores: somos revolucionarios”
Durante la primera presidencia de Perón luchó por el derecho de los autores ganando las elecciones como presidente de SADAIC en 1948 y fue reelegido en 1950, la muerte lo sorprendió ocupando ese cargo.
Murió de cáncer el 3 de mayo de 1951 a los 43 años, muchos lo conocen como un gran poeta del tango que hizo temas como “Sur”, “Malena”, “Ninguna” y muchos más, pero muy pocos saben de su lucha por la causa nacional y popular, ambas actividades merecen que hoy lo recordemos.
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 27/9/2016