por Roque José Giovenale –
¡Cuanta seducción ejerce Casa de la Cultura! Impulsó a Celia Giumelli a decir; «Si volviera a nacer la conocería mucho antes. Querría oler, palpar, reconocer todos sus rincones mucho antes.» y generando el mismo sentimiento hizo brotar otras bellas expresiones, como las que ahora compartimos:
MARIELA SALAS
Mi nombre es Lorena Mariela Salas, me llaman Mariela y me identifico con este nombre.
Comencé en Casa de la Cultura en 1993 cuando allí funcionaba el taller municipal de teatro para adolescentes dirigido por Silvia Echevarría(Poli).
Era la primera vez que entraba a una sala de teatro y pisaba un escenario real con luces y una cabina de sonido, con telón y camarines. Era entrar en un mundo soñado. Mi ansiedad me llevaba a llegar temprano y escuchaba los ensayos de Enrique De Michele.
Tres años de taller y la vida me llevó por otros caminos que en 1998 me hicieron conocer a Miguel López y volví al taller y a la querida Casa de la Cultura.
En esta última etapa mi interés por el teatro y la actuación crecieron hasta llevarme a querer formarme más, y así entré al profesorado de teatro con el sueño de algún día brindar mis conocimientos y mi experiencia adquirida en esta casa.
Las llamas de aquella noche fatal aplacaron mis sueños, pero no perdí las esperanzas, me sigo formando, buscando experiencias, contagiando a otros las ganas de hacer teatro y sobretodo mirando a mis maestros, agradecida por haberme dejado subir a las tablas y sentir en el alma que soy parte de ese lugar, que ahí es donde vivo libre y soy yo.
Casa de la Cultura es más que un lugar, un hogar una escuela o una familia, es más que eso, es algo que se siente nuestro desde siempre y no tiene explicación y no hace falta explicar, sólo se siente y listo.
Gracias eternas a la vida por cada segundo vivido en mi querida Casa de la Cultura.
MARIO DUTEN
Hoy te quiero decir:
Cuando nos conocimos, yo era un recién llegado a la adolescencia, y participe en un encuentro con otros congéneres. Ya tenías misterios, secretos y seducías con tu presencia, queríamos estar con vos. Nos embelesaba mirarte, descubrir tus caprichos y demandas. Te respetábamos mucho, pues eras toda una Institución, reconocida en la sociedad uruguayense, hasta te habían visitado reconocidos artistas nacionales. Que orgullo!!!
Pasó el tiempo, y nos volvimos a encontrar, ya en el otoño de mi vida, y me permitiste Re-Conocerte. Me brindaste apoyo a mis quehaceres, cobijaste en tu regazo al grupo que me acompañaba en la creación de nuevos desafíos y pudimos desarrollar todas nuestras fantasías. Te presentamos nuestras obras de teatro de muchos autores y propias también… y nos acompañaste. Y apoyaste nuestras actrices y actores, nos exigiste excelencia y muy buen gusto para cuando los demás nos vean, nos diste tiempo y nos enseñaste a dibujar nuevas técnicas, y hoy con muchas propuestas.
Cuando tuviste un accidente, también nos enseñaste que fue un tropiezo, que tu permanecías incólume, que tu grandeza es compartida con varios, muchos, con todos… y vimos pasar como un caleidoscopio imágenes de toda tu trayectoria, de todo tu quehacer, de toda tu bondad que nos permites cumplir anhelos y sueños. Por eso te saludo y te agradezco CASA DE LA CULTURA, y por decirte, aunque sea en un susurro de amor, aquí estoy y seguiremos juntos para que sigas brillante en tu eterna juventud. Prof. Mario Jorge Duten