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Cambio de colegio

Por Susy Quinteros.      –

Los cambios de colegio pueden resultar beneficiosos si los chicos no estaban bien en el sitio al que iban, pero puede afectar el desarrollo de su personalidad si el cambio es impuesto. 

¿Es conveniente el cambio de escuela?
Depende del chico y de las circunstancias. Hay situaciones en las que un cambio es altamente recomendable; por ejemplo si ha sido maltratado por cualquier razón en el lugar al que concurría, por medio de agresiones o discriminación, como suele suceder bastante más seguido de lo que se supone. En algunos casos se los discrimina por ser de otro país (bolivianos, paraguayos, coreanos, japoneses, gitanos), y en otros cuando los niños tienen alguna característica diferente, también los compañeros pueden convertirlo en blancos de “cargadas” o simplemente aislarlos.

El cambio de escuela repercute de distinta manera según la edad. No es lo mismo un cambio en el jardín de infantes, que en el primario o el secundario

¿Es más traumático en la adolescencia?
En la adolescencia el cambio suele resultar más traumático. Si los alumnos pertenecen a un grupo elegido,hay mucho sufrimiento porque el proceso de identificación es muy fuerte, “donde va uno van todos”. La mayoría noelige una orientación por el área de interés sino que juega de manera preponderante lo que harán los demás integrantes de los grupos en los que participan.

¿Qué ocurre si el cambio es en contra de su voluntad?
. Sacar a un chico del colegio contra su voluntad, ya sea por cuestiones disciplinarias, por razones económicas o por cambio de domicilio, significa descontextualizarlo y puede generarles inestabilidad emocional y por lo tanto ponerlos en riesgo. Puede ocurrir que desarrollen nuevos mecanismos de integración, pero hay efectos no visibles del cambio que pueden traducirse en violencia, en adicciones u otras patologías. Los que van a una nueva escuela en contra de su voluntad, lo hacen con resentimiento hacia el sistema y desarrollan una conducta difícil, cuyo origen no es fácil de identificar.

¿Si es el chico el que quiere ir a otro lado?
Cuando él quiere ir a otro lugar, el impacto psicológico es positivo, ya que abandonará una situación de disconformidad diaria, de bajo rendimiento y hasta en ocasiones de mala relación con los docentes. Los chicos piden un cambio de colegio cuando hay razones, de lo contrario no desean ir a un nuevo lugar. Hay que analizar esas razones que los afectan, que no lo dejan estar cómodoen el aula, ya que las horas que se pasan dentro de la escuela no sólo son de aprendizaje sino también de convivencia. A veces los directivos o las maestras operan también como discriminadores con fuertes exigencias o con sanciones desmedidas.

Trasladar de colegio a los chicos

en contra de su voluntad

puede dejarles  secuelas  psicológicas.

Desde los padres
Es imprescindible que hablen con los hijos explicándoles con claridad los motivos del cambio, cuando ese cambio obedece a las razones expuestas, para que pueda aceptar la separación del grupo de pertenencia. A su vez es importante que también los padres no sientan culpa, ya que sólo ellos pueden ponderar si ese cambio es inevitable. Cuando la familia  participa en la búsqueda del nuevo lugar, los niños se sienten partícipes de la nueva elección y sufrirá menos el desarraigo.

El cambio de escuela repercute

de distinta manera según la edad.

En los adolescentes juega un papel

fundamental por la pertenencia al grupo

y la identificación con los amigos.

Desde la escuela
Las escuelas deben estar atentas a  los nuevos  alumnos, para que  puedan  asimilar  de la mejor manera el cambio de lugar,  de compañeros,  de maestros y de los directivos. Sería oportuno un “acompañamiento psicológico” en una primera etapa que les permita una integración positiva.

El papel de los padres
Si la decisión de cambio surge porque ven que su hijo no está bien, que no es feliz, el cambio se tomará con toda naturalidad. Si bien es cierto que todo cambio genera miedo,

lo impuesto genera mucho más. Si el planteo viene desde el niño y los padres los escuchan, se  debe responder a esa necesidad. Los padres indiferentes son los menos, a veces hay falta de tiempo, porque los adultos viven muy ocupados, hay un ritmo de vida que contribuye a esa situación, pero hay que charlarlo, escucharlos, darles respuestas. Cuando se lo hacemos notar, los padres cambian de actitud.

A veces la misma escuela obliga a los alumnos a que busquen otro colegio, qué sucede entonces?
Hay colegios que no aceptan alumnos repetidores o los que tienen sobre edad. Esta es una reflexión que deben hacer los establecimientos educativos. Las autoridades nacionales y provinciales quieren una escuela abierta, inclusiva y flexible. Cuando los adolescentes se llevan muchas materias, hay varios factores: puede ser que no les guste el lugar, que no entiendan a los profesores o que estén en rebeldía pero siempre es frustrante.

¿Existe la escuela ideal?
No existe la escuela ideal, está hecha por seres humanos, a ella concurren seres humanos y por lo tanto siempre habrá conflictos. Pero sí  podemos pretender que la escuela  sea tolerante, que se pueda acordar con los padres, que haya cercanía. Tienen que tener un objetivo familiar, también objetivos religiosos y  económicos comunes.

Si los padres deciden solos, no se cumple el objetivo familiar.No son tan dramáticos los cambios

porque se cambia todo el tiempo,

la vida es un cambio permanente.

Es necesario poner en la balanza las pérdidas y ganancias.

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