“Argentina viene de una baja tasa de inversión productiva, en torno al 15% del producto. Es necesario este tipo de acuerdo para subir el porcentaje de inversión”, estimó Leandro Rodríguez, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Económicas de UNER, en una primera lectura de los anuncios realizados por el gobierno nacional para fomentar la producción de la agroindustria.
“Si se dan los cálculos, son 15 mil millones de dólares de inversión en 5 años, con el acompañamiento del Estado al sector agroindustrial, principal sector productivo y agroexportador de la Argentina”, rescató.
Rodríguez analizó el contexto político en que se dan los anuncios. Lo asoció, en este sentido, “con el viraje de Perón, en 1952, en un marco de una crisis política”. “Es una construcción que se viene haciendo, con más de 60 entidades. Este tipo de acuerdos, que dan ciertas garantías, seguridad, y han sido exitosos en otros lugares del mundo, en software, en minería. Aunque uno pueda no estar de acuerdo, en los 90 el acuerdo con la minería llevó a multiplicar por cinco o por seis la producción”, apuntó en Radio UNER.
Gabriel Weidmann, secretario de Investigación de la facultad, remarcó la necesidad de “mantener estos acuerdos en el tiempo” porque suponen “impacto de inversión, niveles de producción, generación de empleo, consolidación del desarrollo, todo lo cual requiere un horizonte de previsibilidad para que los beneficios puedan materializarse”.
Enfocó en la “tensión” que ha caracterizado la relación entre el gobierno y el campo lo que ubica el escenario en un conflicto en el cual “el campo es la fuente de divisas pero a la vez es uno de los principales determinantes de los precios internos en la canasta básica alimentaria”.
Comprendió en este sentido que “muchas veces se toman decisiones que generan fuerte tensión”, que a la vez “impulsan la producción” y promueven “ciertas políticas que restringen los beneficios del sector como las retenciones”.
Planteó, sin embargo, que “la viabilidad del proyecto anunciado se da por el contexto internacional, por los precios internacionales que aportan un dato más en el análisis”.
Modelo entrerriano
“Este tipo de medidas genera un impulso para Entre Ríos, como provincia eminentemente agroindustrial. Es la provincia argentina en la que más peso tienen las cadenas agroindustriales, con el 45% del producto bruto geográfico”, destacó Rodríguez en la entrevista con el programa La Raíz del Grito.
El campo, actor clave de la economía entrerriana
Por Luz Alcain | 03 Oct, 2021
Remarcó que el proyecto de ley presentado por el gobierno nacional “habilita a agregar nuevas actividades lo que abre un horizonte para la diversificación en el sector agropecuario”. “Desde la provincia es muy positivo, siempre con el desafío de generar valor agregado en origen y no enviar siempre el grano o el ganado en pie afuera a otras provincias y que el valor agregado se quede afuera, pero eso no tiene ya que ver con el marco de la ley”, apuntó.
Observó además que el texto “no ve mecanismos de federalismo tan explícito en los recursos que genere la ley” así como tampoco contempla “diferenciación por estratos por productores pero esto se verá en el debate” en el Congreso de la Nación.
Consultados por la necesidad de desacoplar los commodities de los precios internos, para evitar las consecuencias en un aumento desmesurado de la canasta básica y en los mayores niveles de pobreza, Weidmann apuntó que en algunos casos una medida podría ser la instrumentación de retenciones, aunque la norma prevé su disminución.
“La lógica indica que a mayor inversión, habrá más oferta a nivel interno y externo lo que permite que el aumento de precios sea menor”, evaluó. Pero consideró que las medidas debieran darse con la fijación de cuotas de exportación “más estratégica y más inteligente” que, por ejemplo, “vuelque distintos tipos de corte (de carne) para distintos tipos de mercado, en un proceso de negociación con el sector”.
“Pero claramente, para eso, tiene que haber un Estado con capacidad de gestionar y controlar para que los acuerdos se cumplan”, advirtió Weidmann.
Rodríguez observó que “no hay aquí liberalización del mercado sino que se prevén beneficios incrementales”. “La ley apunta a incrementar los volúmenes de producción y se dan ahí los beneficios fiscales. Si no aumentan la producción, esos sectores tiene el mismo régimen que en la actualidad. Si logran aumentar los volúmenes de producción podrán ver el beneficio para su empresas y habrá más divisas”, valoró.
Pobreza y endeudamiento
Ante el escenario planteado para el gobierno, urgido por la necesidad de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, analizaron la perspectiva de la gestión de Martín Guzmán de “mantener la idea de recuperación de la caída del déficit como elemento de renegociación”.
A la vez, “la situación del salario real es muy preocupante con una caída del 20 por ciento, un aumento sostenido del nivel de pobreza, por tercer semestre consecutivo arriba del 40% y una tasa de desempleo superior al 10%”.
“El gran endeudamiento que se tomó hace unos años atrás, los dólares que entraron y se fueron, constituyen hoy un condicionante fundamental”, dijeron y consideraron indispensable “recuperar el ingreso en el mediano plazo” sin atender especialmente al contexto electoral. A su vez, “el plazo de renegociación con el FMI tampoco es muy largo porque hoy la Argentina no tiene acceso a los dólares para afrontar los próximos pagos”.
Rodríguez resumió la perspectiva: “El problema es que los gobiernos no juegan solos en la cancha. Cuando pretenden políticas progresistas, promueven aumento del gasto social lo que deriva en fuerte inestabilidad, en desequilibrios en la macroeconomía, en suba de precios y finalmente, se socava el poder político”, dijo y en este marco, interpretó a Guzmán cuando “dice ‘podemos ir por ampliación de derechos, por un estado keynesiano pero sin descompaginar la macro’. Si uno toma una medida, tiene que tener en cuenta que va a haber reacción del otro lado y medir los costos de esa reacción”.
Fuente: Radio UNER, Página Política