El mandatario nacional, Alberto fernández, planteó este miércoles, ante un foro del G-20, que «urge repensar» una «nueva arquitectura financiera internacional».

«Urge repensar -y lo hacemos a través de esta iniciativa- una nueva arquitectura financiera internacional que brinde una respuesta multidimensional a estos problemas tan íntimamente relacionados», indicó Alberto.

En su exposición, Fernández dijo que el debate «se entabla en momentos en que una triple crisis de pandemia, cambio climático y deuda golpea duramente a los países de renta media como Argentina».

Desde su asunción, el Presidente encaró una negociación -que aún continúa- con el Fondo Monetario Internacional para el pago de la deuda externa contraída por la gestión de Mauricio Macri, y en reiteradas oportunidades afirmó: «No voy a firmar con el FMI algo que dañe a los argentinos».

En su intervención de esta mañana en el foro mundial, Fernández analizó que «enfrentamos» el «riesgo de una crisis generalizada de deudas externas en los países en desarrollo que se abate sobre el planeta».

«Por eso -planteó-, apoyamos la idea de impulsar un acuerdo multilateral inclusivo y sostenible, capaz de abordar de manera acabada las cuestiones referidas a la reestructuración de las deudas soberanas».

En esa dirección, el primer mandatario analizó que la «prórroga de la Iniciativa de Suspensión de Servicios de Deuda producida por el G20, si bien valiosa, es una medida provisoria que no resulta suficiente».

«No ataca de forma definitiva la impostergable necesidad de alivio y reestructuración de deudas insostenibles. Necesitamos en particular un marco multilateral para la reestructuración de la deuda de los países de renta media, cuya falta supone un verdadero vacío dentro de la gobernanza financiera internacional», advirtió Fernández.

Por ello, apuntó que «en vísperas de la Cumbre de Líderes del G20 -el 30 y 31 de octubre-, alentamos la ampliación del nuevo Marco Común para el Tratamiento de la Deuda del G20 a países de ingresos medios con vulnerabilidades».

Al respecto, celebró la «ampliación y distribución de los Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional, iniciativa que abre la puerta para una esperanza. Lo que un año atrás era impensable, hoy es una realidad».

Además, puntualizó que el «nuevo destino de los Derechos Especiales de Giro debe orientarse a nutrir un Gran Pacto de Solidaridad Global que incluya a los países con alta vulnerabilidad climática, socio productiva y financiera».

«Un pacto -describió- con un nuevo espíritu de solidaridad, que permita extender los plazos para atender los pagos de los endeudamientos y la aplicación de menores tasas bajo circunstancias de stress social, sanitario, financiero y ecológico».

(fuente: https://www.primereando.com.ar/)