Por Roque José Giovenale –
En adhesión a Los Juegos Florales 2016 organizados por el Centro Cultural «J. J. de Urquiza» el grupo Taller de Teatro «Saguaro» está presentando la obra «ALFONSINA CLARA», con dramaturgia, puesta en escena y dirección de Mario Duten y las actuaciones de Celia Guimelli y Solange Restaino.
A ellos suman sus aportes; Susana Lemos en vestuario, Alan Díaz como asistente de dirección, Daniel Falcione en fotografía, Mario Cieri como asistente técnico y musicalización, Alejandro Bardiza en luces y sonidos y Nakar en cartelería.
Todos embarcados en la loable idea de mostrar desde el teatro a esta gran exponente de las letras argentinas.
Las funciones tienen lugar los viernes a las 21:30 en Casa de la Cultura
MARIO DUTEN:
La Ciudad: ¿Cómo surgió “Alfonsina Clara”?
Mario Duten: El proyecto nació dos años atrás, cuando Celia Giumelli me dijo, quisiera hacer A. Storni. A partir de allí me llevó un tiempo, bucear, buscar, comprimir, o sea hacer la dramaturgia y condensar la poesía.
Se cristaliza este año con el aporte de Solange Restaino que le pone el cuerpo a muchas palabras. Era un unipersonal, tipo monólogo que pasó a ser un unipersonal con dos actrices, complementando la voz, la letra por una lado y lo corporal por el otro. A ello le sumamos nuestras técnicas teatrales, estudiamos un poquito de B. Brecht, de Stanislavsky, del teatro pobre de Grotowski, tomando algo de cada escuela, para que no sea solo recitar.
Mostramos en cuerpo y alma a A. Storni, una vida muy cruda, fuerte, ruda y muy cara a los argentinos.
Por un lado Celia Giumelli interpretando a Alfonsina y por otro Solange Restaino, a la sombra, que es el otro yo de Alfonsina, es el espejo interno.
Unen el decir y el hacer. Las dos cuentan juntas.
No deja de ser una biografía, es una secuencia de 10 estampas de la vida de A. Storni. Pasa de un babero a un sonajero, a un libro, a su poesía, a sus libros…a toda su existencia.
La última estampa es una alegoría a su decisión de suicidio.
L.C.: ¿Se refleja una buena relación dentro del grupo?
M.D.: En el grupo hay una buena química, discutimos las escenas, pero nunca peleamos.
Quiero destacar el apoyo de Alan Díaz como asistente de dirección, en los ensayos y en toda la propuesta.
La puesta se hizo entre todos, a modo de ejemplo, el aporte de Daniel en fotografía fue valioso a través de fotos sugerentes, pero del mundo interior de Alfonsina, porque lo que desnuda es su alma.
L.C.: ¿Cómo definirías la modalidad de la puesta?
M.D.: Estoy embarcado en el realismo simbólico, es decir cada gesto, cada elemento tiene su símbolo, su mensaje, Ejemplo; cuando recita a Federico García Lorca no mueve el cuerpo, está totalmente estática, solo mueve los ojos y la boca. A todos los movimientos los realizan las manos, toda la pelea en la España ancestral de Lorca se transfiere al otro yo, a la sombra.
SOLANGE RESTAINO:
La Ciudad: ¿Cómo describirías tu trabajo?
Solange Restaino: Represento la sombra, esa parte revoltosa de su vida, que conocemos a través de la poesía. Es su parte oscura, densa, lenta. La sombra muestra todo lo que le pasaba internamente a A. Storni. Una mujer como ella, que trascendió en la historia con sus poemas, tenía una sangre que le hervía por dentro, una creatividad única. Eso es lo que la sombra trata de reflejar en la obra.
L.C.: ¿Cómo vivís tu trabajo dentro del grupo?
S.R.: Me gusta trabajar con Mario porque a todas las propuestas que uno le hace, el las absorbe como una esponja y las transforma. Se va a la casa pensando ¿cómo hacer? ¿cómo armar?
Cuando le dije –No quiero apagón- me contestó –Te vas a bancar que no haya ningún apagón- Si¡¡¡ respondí. Los nueve cambios de ropa, como los 9 cambios de estampa, sencillos minimalistas son a telón abierto.
No cualquiera tiene esa capacidad de apertura, por eso quiero destacarla.
También quiero decir que hay mucha gente, que no se ve, trabajando detrás.
CELIA GIUMELLI:
La Ciudad: ¿Cómo se vive y se siente al encarnar a tamaña personalidad?
Celia Giumelli: Alfonsina era mi asignatura pendiente. Siempre fui una gran admiradora de ella. Lo que siento al interpretarla es muy intenso porque su vida fue de mucha intensidad, me metí tanto en la piel de Alfonsina. Ah… ¡qué mujer! ¡qué valiente! vivir así en ese mundo de varones, como lo eran todos sus amigos. Ella peleando todos los días por su condición femenina. Fue valiente, arremetedora, pujante y también vulnerable, en conclusión… humana. Le ponía mucho énfasis a todo.
Es apasionante su vida, era una mujer increíble, sola sin el apoyo de nadie, donde económicamente la tuvo que pelear mucho y debió enfrentar a una sociedad pacata e hipócrita.
A toda su vida la fue contando en sus poemas. Cuando Edmundo Guibourg afirmó que ella denigraba al hombre, Alfonsina le contestó que había escrito trescientas poesías cantándole loas al bello animal razonador (el hombre).
Le hablaba al hombre y a la mujer desde su poesía. Ahí lo plasmaba a todo. Por eso reitero presten atención a su poesía.
A Alfonsina la amo, a este momento lo estoy viviendo muy intensamente, muy apasionada, con mucho amor, como una niña con un juguete nuevo.
Disfrutamos de cada función desde la previa, como también de los ensayos.
