Por Alfredo Guillermo Bevacqua —
Aunque a uno de los mas grandes poetas argentino -Jorge Luis Borges- no le gustaba el fútbol, y la intelectualidad argentina -sobre todo literaria- no consideró al fútbol como componente de nuestra cultura, hay una riquísima «literatura de la pelota». Semana a semana iremos rescatando en este espacio, girones de una belleza eterna, y que ahora tiene actualidad, no tanto en la poesía, pero si en el cuento.
Esperemos, amigo lector, que sea de su agrado y si conoce alguna, háganos llegar,
El último baldío
Por Jorge Alberto Gerardi (*)
El último testigo de un tiempo todo pibe,
de un tiempo todo enero;
Allá donde el potrero, donde la fantasía
Jugaba a ser gambeta, a gol de palomita
convertido en el arco de la melancolía.
Fuiste más que la cancha, aquella de cien metros;
más que la dura pista;
no supiste de postes, menos de travesaños,
y en un montón de ropa, de trastos olvidados,
despertaste la bronca por el gol anulado.
Al último baldío se lo ha llevado el tiempo,
se lo llevó el progreso;
y el purrete está triste, porque no entiende de eso,
porque en lugar de risas, mañana habrá una casa,
tapiales de cemento… sin goles… sin cargadas…
Impávido contemplo como abren tus entrañas.
¡Son máquinas sin alma!
Busco desesperado juntarme con la barra…
… nadie acude al llamado, ¡Qué solo estoy, hermano!
Me devoró el progreso, los años me atraparon.
Intento una “rabona” como último recurso…
… nadie pica a buscarla…
Se me piantó la vida, ¡La pucha, cómo duele!
“El Tano” me consuela: ¡Son cosas que nos pasan!
¡Que te garúe finito! ¡Má sí! ¡Yo lo he vivido!
Agencia La Oreja Que Piensa. 2014. (*) Jorge Alberto Gerardi es escritor y periodista. Nace en 1946 en la localidad de Caseros. Pcia de Buenos Aires. Actualmente es coordinador de talleres, encargado del anexo Cultural «MARTIN FIERRO» Dep. de la Dirección de Cultura de José C. Paz
