[vc_column_text title=»Por Jorge Bonvín – Nota 5″ pb_margin_bottom=»no» pb_border_bottom=»no» width=»1/1″ el_position=»first last»]
Pasado este terrible impase y después de unos años como para que las instituciones se pongan en funcionamiento empezaron a disputarse nuevamente los mundiales y esta segunda etapa no ha sido interrumpida hasta ahora.
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En la reanudación que ocurre en 1950 la organización recae en la Confederación Brasileña de Fútbol, pero nuestro país tampoco participará allí. Argentina no concurrió por diferencias con los brasileños. En 1949 Brasil organizó un torneo Sudamericano y Argentina, aduciendo razones de fuerza mayor, no participó. La fuera mayor de Argentina era que el año anterior, 1948, por una huelga de futbolistas que duró 40 días 57 de los mejores jugadores argentinos partieron a Colombia, entre ellos Alfredo Di Stéfano, René Pontoni, Julio Cozzi, Adolfo Pedernera y Pipo Rossi.
Esta huelga que se produce porque los clubes no quieren mejorar los sueldos de los jugadores fue una demostración de los errores dirigenciales. Se perdieron los mejores jugadores y con ellos la posibilidad de hacerse de mucho dinero por sus transferencias. Colombia estaba abierta a recibirlos a todos.
Otra versión es la que dio Valentín Suarez que era presidente de AFA, según él, el General Perón no quiso que se viajara porque no había seguridad del triunfo. Es un poco rara la explicación como si alguien puede asegurar un triunfo en el fútbol o cualquier otro deporte.
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Otro argumento que se da como posible es que continuábamos enojados por no habernos dado la organización del mundial, enojo que llegó a las relaciones diplomáticas de aquella época.
Entonces, sin nosotros, la FIFA recupera su torneo mundial luego de la larga guerra. En homenaje a Rules Rimet, presidente por 25 años, aunque estaba vivo y moriría solo 6 años después, el trofeo pasa a llamarse copa “Jules Rimet”. Inmediatamente de terminar la guerra se pensó en reanudarlos con una reunión en Luxemburgo donde se pensaba en Suiza que había sido un país neutral y por lo tanto no sufrió grandes daños, pero este país no tenía los estadios necesarios. Es así que Brasil se propone y Suiza queda designada para 1954.-
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En este mundial participarán 6 equipos de Europa y 7 de América, destacándose la vuelta de Uruguay, que desde 1930 no participaba y por primera vez lo hacía Inglaterra, que había aceptado unirse a FIFA. En realidad las crónicas dicen Inglaterra, pero la que participaba era Reino Unido, porque era una selección de la isla sin diferenciar los países que la integran. Como un triste recuerdo de la gran guerra recién terminada Alemania y Japón no fueron admitidos, pero sí Italia. La Unión Soviética, ocupada en anexar países de Europa, no quiso participar. Contrariamente a lo que se puede pensar el “Maracanazo”, es decir, el triunfo de Uruguay sobre Brasil en el último partido, no fue una final, ya que esta fue la única copa del mundo en que no se jugó una final, sino que clasificaron cuatro equipos y jugaron todos contra todos.
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Otra cuestión novedosa fue establecer la colocación de números a los jugadores del 1 al 11 empezando obligatoriamente por los arqueros, si bien esto se usaba en Brasil en la década de 1940. La numeración fija se mantuvo hasta el siguiente mundial.
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En el grupo A participaron Brasil, Yugoslavia, Suiza y México y aquí los brasileños tuvieron el primer susto, ya que en la primera fecha Brasil venció a México 4 a 0 y Yugoslavia a Suiza 3 a 0, pero en la segunda fecha mientras Yugoslavia vencía sin problemas, Brasil solo empató con Suiza 2 a 2 y llegaba al último partido con la necesidad del triunfo. La final se juega el 1 de julio en el Maracaná y antes de entrar a la cancha Rajko Mitic, uno de los mejores jugadores de Yugoslavia, se golpea la cabeza sufriendo una lección. Los yugoslavos jugaron largo rato con un menos, mientras lo curaban su estrella. El triunfo final fue de Brasil 2 a 0, ganando la zona y estaba en la ronda final.
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En el grupo B estaban Inglaterra, España, Chile y Estados Unidos. Aquí hubo una gran sorpresa, que ocurrió en la segunda fecha. Inglaterra gran candidato venció a Chile 2 a 0 y España a Estados Unidos, que era un equipo amateurs con un solo profesional, por 3 a 1, pero con tres goles al final. En la segunda fecha los españoles dan cuenta de Chile por 2 a 0 y la sorpresa del torneo Estados Unidos vence a Inglaterra. Es así que se llega a la última fecha donde Inglaterra sale con todo para vencer a España, pero cae por 1 a 0, quedando afuera pese a ser gran candidato. Es muy conocido el telegrama que le envió Armando Muñoz Calero al dictador Franco, “Excelencia, hemos vencido a la Pérfida Albión”. Esta es una frase para referirse al Reino Unido en término hostiles, acuñada por el poeta francés Augustin Louis Marie de Ximenes en la que animaba a atacar a la “pérfida Albión”.
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En el Grupo C participaban 3 selecciones Italia, Suecia y Paraguay. La selección de Italia había sufrido una gran pérdida con la Tragedia de Superga del año anterior, cuando el avión que trasladaba al equipo de Torino falleció en un accidente aéreo, ya que 10 jugadores de este Club eran titulares de la selección. Para agravar la situación de la selección, debido a este accidente, los jugadores de Italia se negaron a viajar en avión y llegaron a Brasil en barco, luego de dos semanas de travesía marina.
Los italianos fueron a jugar a Sao Paulo, ya que allí había una gran colonia de ese país. En el primer partido enfrentaron al equipo amateurs sueco, que sin embargo tenía importantes antecedentes. Había ganado la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de 1948. Finalmente el triunfo fue de los suecos por 3 a 2. En el siguiente partido Suecia empata con Paraguay 2 a 2 y los paraguayos que llegan con posibilidad a la última fecha pierden con Italia 2 a 0, lo que clasifica a Suecia para la final.
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El grupo D, fue un verdadero fiasco, debido a que dos selecciones clasificadas no fueron, el grupo se compuso solo de Uruguay y Bolivia. Estos jugaron un solo partido en Belo Horizonte con el triunfo de los uruguayos por 8 a 0. Con esto Uruguay también era finalista.
[/box] [divider type=»standard» text=»Go to top» width=»1/1″ el_position=»first last»] [vc_column_text title=»Ronda final» pb_margin_bottom=»no» pb_border_bottom=»no» width=»1/1″ el_position=»first last»]
Entonces llegamos a la ronda final donde 4 equipos disputarán el título en Río de Janeiro y en el Pacaembú de Sao Pablo. Todo el mundo descuenta que Brasil será el campeón sobre todo después de los dos primeros partidos, 7 a 1 a Suecia y 6 a 1 a España. Uruguay mientras penaba en Sao Paulo, estuvo a punto de perder con España con el que apenas empató 2 a 2 y le ganó sobre la hora a Suecia 3 a 2. Así se llega a la final con Brasil con 4 puntos y Uruguay 3. Con solo empatar Brasil era campeón. Todo estaba preparado para una gran fiesta, se dice que el presidente de FIFA, Jules Rimet llevaba escrito el discurso saludando a los campeones brasileños y los diarios de Río del día de la final tenían titulares como “Brasil Campeao Mundial de Futebol”. El fútbol y la garra uruguaya estaban por escribir una de las jornadas más gloriosa de los mundiales, recordado por siempre como el “Maracanazo”.-
[/vc_column_text] [divider type=»standard» text=»Go to top» width=»1/1″ el_position=»first last»] [vc_column_text title=»Los de afuera son de palo, como dijo el Negro Jefe» pb_margin_bottom=»no» pb_border_bottom=»no» width=»1/1″ el_position=»first last»]
Como canta Jaime Ross “vamos, vamos arriba la celeste, vamos, desde el Cerro Bella Unión, vamos como dice el Negro Jefe, los de afuera son de palo, que comience la función”.
Fue la frase que Obdulio Varela, capitán uruguayo, dijo antes de salir del vestuario del Maracaná mientras más de 170 mil brasileños bramaban en el mayor estadio del mundo para ver campeón a su selección, a solo 11 uruguayos allí perdidos en la inmensidad de gritos. Allí Obdulio Varela reunió a sus compañeros y les dijo esta frase que pasó a la historia y que debería ser recordada por todo jugador que entra en cualquier cancha, “los de afuera son de palo”, como diciendo que dentro de la cancha somos 11 contra 11.
Seguramente si se hace una película de los torneos mundiales, la primera imagen tendría que ser esta, once uruguayos reunidos en la boca del túnel escuchando a su capital, sin siquiera el apoyo de sus dirigentes, algunos de los cuales ya se habían vuelto a Montevideo y con 170 mil brasileños bramando en las tribunas. Es la final del Mundial que debe tener el mayor aporte de la literatura, Soriano, Galeano, Sacheri. Un consejo, escuchar a Alejandro Apo en Youtube el relato de Eduardo Sacheri, “Una sonrisa exactamente así”.
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En el primer tiempo no se abrió el marcador por la gran labor del arquero uruguayo, el recordado Roque Máspoli. En el segundo tiempo Ademír, la figura de Brasil anota el primer gol del partido. Brasil ganando 1 a 0 y siendo campeón con el empate era como el final. Obdulio Varela tomó la pelota, se la puso debajo del brazo y empezó a caminar hacia el medio de la cancha, discutiendo con el árbitro, con los contrarios y hasta con los propios compañeros. Enfrió el partido y luego Uruguay sorprende al mundo con un gol de Schiaffino a los 66 minutos. Ghiggia deborda y manda el centro. Un frio polar comenzó a recorrer el estadio, y a 11 minutos del final Ghiggia vuelve a desbordar y mete el remate al primer palo convirtiendo el segundo.-
Se había concretado la hazaña. En medio de los festejos, los jugadores uruguayo quedaron conmocionados por el llanto y la tristeza que reinaba a su alrededor. Para el arquero Moacir Barbosa ese gol al primer palo fue una cruz que lo acompañó toda su vida y nunca más volvió a atajar en la selección. «La pena máxima en Brasil por un delito son treinta años, pero yo he cumplido condena durante toda mi vida por lo que hice», dijo en un reportaje que le hicieron muchos años después.[
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Cuenta Eduardo Galeano que esa noche Obdulio Varela recorrió los bares de Río y consolaba a los hinchas brasileños. Cuando le pidieron explicación dijo “Mi patria es la gente que sufre”. Un grande que los uruguayos recuerdan como un gran héroe y muchas de sus historias se pueden ver en el museo del fútbol, debajo del Estadio Centenario.-
Aún hoy hay uruguayos dicen que ese triunfo afectó más a su selección que si hubieran perdido, porque pasaron a vivir de esa historia y la gloria pasada fue muy difícil de recuperar. Es que hasta 1950 habían sido dos veces campeones del mundo sobre dos mundiales jugados y dos campeonatos Olímpicos, 1924 y 1928.-
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