Religiosos y feligreses marcharon detrás de la imagen de la Virgen en su recorrida por las calles de la zona céntrica.
La fiesta patronal fue presidida por el obispo, monseñor Héctor Luis Zordán, quien, desde la Histórica, inauguró el Año Mariano en la Argentina.
Una multitud participó ayer de la festividad de la Inmaculada Concepción, patrona de nuestra ciudad, e hizo frente a las inestables condiciones del tiempo.
Los actos litúrgicos, presididos por el obispo de Gualeguaychú, monseñor Héctor Luis Zordán, se iniciaron a las 19:00 con la salida de la Basílica de la imagen de la Virgen, en medio del tañido de las campanas y de los pañuelos blancos de los fieles de todas las edades.
Las guías y los scouts del grupo San Ignacio de Loyola junto a los scouts del grupo Río de los Pájaros abrieron el camino para el paso de María, escoltada por el clero de la Diócesis y los miles de feligreses, tanto de Concepción del Uruguay como del interior de éste y otros departamentos.
La procesión transitó con cánticos y oraciones por las calles 3 de Febrero/Urquiza, giró por Galarza hasta Jordana. Por ésta hasta San Martín para regresar a la Basílica. No obstante, la Virgen se detuvo al llegar al Centro Cívico para esperar a que pasasen todos los fieles y cerrar la columna para emprender así el trayecto final hacia el templo mayor. Cuando eso ocurrió, los fieles lo celebraron con vítores y sus pañuelos en alto.
¡Viva la Virgen!, ¡Viva Nuestra Madre!, ¡Viva la Purísima!, expresó el cura vicario de la Basílica, presbítero Carlos Stadler, desde los micrófonos para recibir la respuesta inmediata, entusiasta y afirmativa de los numerosos feligreses.
Una vez ubicada la imagen en el altar, se interpretó el Himno Nacional Argentino y dio comienzo a la Eucaristía, encabezada por el obispo, monseñor Héctor Luis Zordán, y concelebrada por los sacerdotes de la zona.
En la oportunidad, el titular de la Diócesis de Gualeguaychú abrió el Año Mariano, convocado por los obispos de Argentina en aras de que el pueblo fiel lo viva “intensamente”.
El Año Mariano Nacional se extenderá hasta el 8 de diciembre de 2020 y reunirá importantes acontecimientos eclesiales. En primer lugar, dentro del Año Mariano tendrá lugar el jubileo por los 400 años del hallazgo de la imagen de Nuestra Señora del Valle, patrona de Catamarca y muy querida y venerada en el país.
Asimismo, el 1 de abril de 2020 se conmemorarán los 500 años de la primera misa celebrada en territorio argentino, en la bahía de Puerto San Julián.
Además, se sumará la celebración del IV Congreso Mariano Nacional, entre el 26 y 28 de abril de 2020, y el Congreso Teológico-Pastoral en septiembre del mismo año.
Para manifestar su cercanía, el papa Francisco otorgó la indulgencia plenaria en todos los santuarios marianos o cualquier templo dedicado a la Virgen en todas las Diócesis de Argentina, anunciaron los obispos.
“María nos vuelve a convocar. Es la mujer, es la esposa, es la madre que, con su presencia, abraza a las mujeres, a las esposas y a las madres en sus angustias y dolores y acoge a los hijos del descarte, las adicciones, la soledad y la indigencia”, se expresó desde la Conferencia Episcopal Argentina (CEA).
“Dicen que a los argentinos nos gusta juntarnos, que arreglamos nuestras cosas sentándonos a la mesa para charlar y compartir. Y sentimos por las madres un afecto tan grande que las volvemos casi intocables.
Encontrarnos en lo de mamá para estar juntos en paz”. “Será quizás por eso que los católicos en Argentina tenemos marcada la geografía con los santuarios dedicados a la Virgen Madre; y marcada la historia con los encuentros y congresos marianos y eucarísticos. El año 2020 se inscribirá en esa geografía y en esa historia”, reflexionaron los obispos.
Año mariano «Comienzo de un tiempo de gracia»
En su homilía, el obispo de Gualeguaychú, monseñor Héctor Luis Zordán, expresó: “Qué lindo es ver a un pueblo de fiesta. Hoy hemos dejado nuestras casas para compartir y contagiarnos, unos a otros, de la alegría desbordante y contagiosa. La fiesta es también esto: el hecho de romper la cotidianidad para hacer algo distinto y celebrar juntos a la Madre de Jesús, que es nuestra Madre y la de la Iglesia. Algo de esto es el Año Mariano, que hoy comenzamos.
Es un día de fiesta, prolongado por 366 días, por ser el 2020 bisiesto, para que esa alegría sea desbordante y que llegue a cada rincón de nuestra patria. Y, porque es un año distinto, romperemos con la cotidianeidad”.
“El 2020 será un año y un tiempo especial dedicado a María y de gracia en el que, seguramente, seremos mimados de un modo particular por Dios. Creo que será un año cargado de visitas. Cuando celebramos un acontecimiento importante, tratamos de visitar. Un tiempo en el que podamos visitar a la Madre. Y podremos hacerlo muchas veces en los lugares marianos de la Diócesis y de la patria. Aquí, en la Basílica; en la iglesia Nuestra Señora del Rosario, en Tala; la catedral de Gualeguaychú, donde está la imagen de la Virgen del Rosario; y la iglesia de la Virgen de Aranzazú, en Victoria”, acotó.
(fuente: La Calle)