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En el fútbol la democracia ha sido inexistente, por eso ha sorprendido gratamente lo acontecido en el fútbol uruguayo. Deberían tomar ese ejemplo de rebeldía nuestros jugadores. Un antecedente: la “democracia corintiana”.
Por Alfredo Guillermo Bevacqua
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Los viejos no vivimos de recuerdos, pero no gusta recordar; la memoria es un tesoro y forman parte de el personajes, de los que habremos visto muy pocas fotos, y de los que tenemos solo referencias periodísticas, pero que nos han resultado entrañables y los recordemos aún en aquellos casos que su paso ha sido fugaz en la vida. Personajes, casi siempre, relacionados con el fútbol; nuestra pobre erudición, no recuerda a filósofos, literatos o artistas plásticos; si muchos poetas, generalmente zurdos, que se encargan de colaborar con los pitagóricos o con Euclides, demostrándoles que un esférico encaja perfectamente en un ángulo recto, si es en uno superior, adquiere belleza y si es en uno bajo, rastrero, revela que quien lo “escribió” está lleno de picardía y astucia…
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Vale este introito para recordar solo por una vez a un personaje que no será el tema de esto que escribimos para nosotros y para alguno que esté tan desocupado como uno. Nos referimos a Francisco “Pancho” Villegas, un argentino nacido en Palermo en 1924 y fallecido en México a la temprana edad de 52 años. Un intelectual, que jugó en “La Máquina” de River, junto al “Charro” Moreno, y en el Real Madrid (que fue seguramente mas grande que este Barcelona de hoy) de los años cincuenta y que ha sido considerado el mas exitoso director técnico del Deportivo Cali, de Colombia, con quien ganó 8 títulos. Fue estudiante de filosofía. Leía todo. Pero era un amigo de todos, por su alegría contagiosa, por su chispa, por las mil anécdotas y dichos, que lo acompañaron al trotar el mundo.
Es el director técnico que aconsejó a un arquero que “las pelotas que van al arco, si entran, bueno, que le va hacer, pero las que van afuera, no las meta en el arco”. Y lo recordamos hoy por uno de sus dichos en el que mezclaba el fútbol y la política. Siempre sostenía que en el mundo era difícil encontrar dos cosas: “un buen puntero izquierdo y una auténtica democracia”.
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Y relacionamos fútbol y democracia por lo acontecido en el fútbol uruguayo. En un hecho que solo puede tener como antecedente la “democracia corintiana”, los jugadores de la selección, que se enorgullecen de ser “celestes” (asi se distinguen para siempre quienes fueron seleccionados –cabe acotar que en una señal de respeto ningún equipo uruguayo tiene camiseta celeste), encabezados por su capitán Diego Godín pidieron la realización de una asamblea “para reestructura y profesionalizar el fútbol uruguayo”y lograron imponer su voluntad en una votación que se definió 10 a 9.
¿Qué pasó p
ara que ello aconteciera a unos pocos días de las eliminatorias nada menos que contra la Argentina, número 1 del ranking mundial?
El 31 de diciembre de 2016 vence el contrato que tiene la Asociación Uruguaya de Fútbol a través de Tenfield (la Torneos y Competencias del Uruguay, propiedad de “Paco” Casal y Enzo Francescoli), con la fábrica alemana de ropa deportiva Puma por vestir a “la celeste”. Ofrecía 750.000 dólares por año. Pero apareció –presentada por los jugadores- Nike ofreciendo un pago de 24 millones de dólares por 7 años y la entrega de 30.000 prendas deportivas. Incluso, se reforzaría el contrato con un cláusula en la que la firma aportaría un millón más por cada Mundial al que Uruguay clasifique.
Al parecer no había intenciones de cambio entre los directivos uruguayos. Los jugadores se enteraron, y teniendo en cuenta que a partir del vencimiento les pertenecen los derechos de imagen se pronunciaron a favor de aceptar el acuerdo con Nike, y en caso contrario, renunciarían a ser parte de la selección: es decir, Luis Suárez, Cavani, Godín, Lugano, Muslera, toda una pléyade de astros que no puede dejar de convocarse para integrar una selección.
Esos jugadores –ayudados por su gran historia con la celeste, la enorme jerarquía internacional que tienen y firmes convicciones de querer participar en las decisiones- marcaron la cancha de una buena vez y para siempre, histórica, con un comunicado -publicado por su capitán, Diego Godín-, que incluyó la frase más simbólica de José Gervasio Artigas, el revolucionario de la banda oriental que soñó con las Provincias Unidas del Sur: “Solo así se librará del yugo de intereses ajenos y no seguirá vendiendo su rico patrimonio al bajo precio de la necesidad.”
La Asociación Uruguaya de Fútbol debió realizar una asamblea general extraordinaria para considerar el ofrecimiento en el que votaron 19 asambleístas. El resultado fue 10 por aceptar el ofrecimiento, 9 por la negativa. «Es un día muy importante para la historia de nuestro fútbol», dijo el secretario general del fútbol uruguayo, Alejandro Balbi, tras la votación realizada en la Asamblea de Clubes que le dio potestades al Consejo Ejecutivo para que firme un precontrato con la empresa estadounidense Nike para vestir a la selección nacional durante los próximos siete años. Se pone fin al vínculo de la Asociación con Tenfield que regía desde 1998. Ahora Tenfield tendrá 20 días para igualar la propuesta, lo que se estima improbable. Si lo logra, automáticamente caerá el precontrato firmado con Nike.
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Los clubes que quisieron cambiar fueron: Danubio, Defensor Sporting, Fénix, Nacional, Plaza Colonia, Rampla Juniors, Sud América, Wanderers, más la Segunda División Amateur y el fútbol del interior.
En tanto, por seguir con Puma y Tenfield votaron Boston River, Cerro, Juventud, Liverpool, Peñarol, Racing, River Plate, Segunda División Profesional y Villa Española.
El humilde Rampla Juniors, fue el que decidió la votación. “¿Cómo salíamos a explicar que 5 era mejor que 24? No tengo cara para eso”, dijo Juan Castillo, presidente de Rampla Juniors.
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Los citados por Oscar Washington Tabárez –el exitoso técnico oriental de feliz recuerdo en su paso por Boca Juniors- ya en Montevideo para los partidos con Argentina y Paraguay por las Eliminatorias, firmarán un documento en el que rubricarán sus exigencias.
Los jugadores entienden que los derechos les pertenecen y que fueron cedidos a Tenfield a cambio de una suma de dinero que percibe la Mutual de futbolistas.
El fin de semana comenzó el fútbol en Uruguay. Las negociaciones de dirigentes y empresarios continuarán. Por ahora la batalla la ganan los jugadores de la selección, que tiene su carta más peligrosa en la mano: no jugar más en la selección si las decisiones no se democratizan.
[/vc_column_text] [divider type=»standard» text=»Go to top» width=»1/1″ el_position=»first last»] [vc_column_text title=»“…ni puntero izquierdo, ni democracia…”» pb_margin_bottom=»no» pb_border_bottom=»no» width=»1/1″ el_position=»first last»]
Estos hechos los futboleros los valoramos, porque la democracia no parece ser un valor en ese ámbito (tampoco lo tienen los punteros izquierdos). Los números de la asamblea uruguaya lo demuestran, votaron apenas diecinueve instituciones; en la Argentina, ciento cincuenta deciden por mas de doscientas ligas y tres mil clubes. El gremio de los futbolistas –es decir los dueños del espectáculo- tampoco existe para esto. Menos aún para protestar por la falta de pagos a los futbolistas, especialmente a los del ascenso que arrastran deudas salariales de varios meses.
[/vc_column_text] [divider type=»standard» text=»Go to top» width=»1/1″ el_position=»first last»] [box title=»La hora de los jugadores» type=»coloured» pb_margin_bottom=»no» width=»1/1″ el_position=»first last»]
En La Nación, del domingo 28 de agosto, ese excepcional comentarista de fútbol que resultó ser Diego Fernando Latorre, el 10 que sucedió al otro Diego en Boca y que le hizo a River goles memorables, dice en su nota que “llegó la hora de los jugadores”. Dice: “Me agradó ver a Tevez, a Romagnoli, a varios protagonistas importantes… en la búsqueda de soluciones para empezar a cambiar el fútbol… Hay que asumir que en nuestro entorno el fútbol ha fracasado como negocio. Incluso pese a ser llevado por dirigentes que se dedican a hacer negocios y que en sus empresas han sido exitosos… los jugadores deben tomar el mando y participar de las decisiones que se están generando.” En definitiva, democracia en el fútbol es lo que reclama “Gambetita” (y que tiene un lapidario comentario sobre Boca: “Me sorprende la cantidad de incorporaciones… No le encuentro lógica y dudo que pueda ser beneficioso en la aplicación de una impronta de juego”).
Esta democracia reclamada tiene un antecedente en lo que Ezequiel Fernández Moores, el mejor periodista argentino, describió en una nota sobre la “democracia corintiana, como se denominó a aquel equipo de Corinthians que lideraba el jugador Sócrates, ( Paulo Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira, asi se llama, debe su primer nombre al filósofo griego. Su padre, que venía de una familia pobre y no pudo estudiar de niño, era un autodidacta que, según Sócrates, «vivía en una biblioteca». Leyendo La República, de Platón, llamó Sócrates a su hijo mayor. A los siguientes les puso Sófocles y Sostenes) que deleitaba con su fútbol ofensivo en el campo y suscitaba adhesiones en las calles al sumarse al reclamo por elecciones directas en Brasil, que también estaba bajo una dictadura.
Aquel equipo buscó dar ejemplo en casa propia, con un sistema en el cual todos sus jugadores votaban, ya sea para elegir si había que concentrarse, jugar con dos o tres delanteros o salir a defenderse. Todo se votaba. Y todos los jugadores participaban de las votaciones. Todos excepto el arquero Leao… El fútbol, como la sociedad, tampoco discute ya el valor de la democracia. Lo que se discute hoy es otra cosa. Porque la pelota también sufre con sus futbolistas anónimos que precisan concentrarse para comer o con sus nuevos patrones que fijan residencia en un paraíso fiscal.”
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La democracia no se discute, pero en nuestro pobre fútbol argentino, que sin embargo es nro. 1 en el mundo según el ranking de la Fifa, se hace necesario discutir algo mas si fue offside o dentro del área una falta. Sobra talento que se exporta. Sobra talento que no discute. Sobran empresarios deseosos de ampliar sus negocios metidos a dirigentes, sin saber nada de fútbol y se sostienen autoritaritariamente, y así les va, a ellos y a nuestro pobre fútbol…
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