Por Ana María González –
Con una gran concurrencia de público se reanudaron por cuarto año consecutivo, las peñas literarias en Agmer. El sábado 8 fue una cálida tardecita de tango. Se leyeron textos de letristas conocidos, una reseña sobre la historia del tango a cargo de Horacio Regueyra, un cuento por parte de Rodolfo Negri y relatos producidos en el taller literario Boom Creativo, que funciona en el sindicato Agmer. En lo musical los profesores Daniela Pauletti, Ata Puchulu, Facundo Torresán y sus alumnos del taller de AAIE (Donet e inclusive alumnos de Gualeguaychú) deleitaron a los presentes con interpretaciones, que fueron aplaudidas y acompañadas efusivamente por un público de lujo.
También las tardecitas de Concepción tienen ese “que se yo”, esta fue de reencuentro, de otoño y tango, buena combinación y más aún de fusión de talentos y amistades. La peña que surgiera hace 4 años que dimos en llamar Despilfarrando palabras es un intento de no reducir nuestras capacidades expresivas, no privatizar la cultura, ahondar en lo que todos en mayor o menor medida tenemos: algo que decir digno de ser escuchado, cada uno en su lenguaje con sus instrumentos y sus posibilidades. Es una apuesta a resistir la crisis mediante la cultura, porque nos queda siempre la palabra y la música, es también animarnos a compartir producciones y experimentar sin culpas sorbos de bohemia en un ambiente de complicidad, entre mate, café y amigos.
Porque el tango es esa fusión desafiante, sensual, controvertida, lujosa, poética, vanguardista y tantos otros adjetivos cabrían, es un lugar irreductible de barrio y compadritos, de pobreza y suburbio, de queja y frustración, de nostalgia, cafetines, lupanares, noche y poesía. De todo eso leímos y escuchamos, disfrutamos tanto del lunfardo como de la lírica. Comenzamos con la presentación a cargo de las coordinadoras Diana Benítez (con su títere lunfa) y Ana María González, se sumaron luego Virginia Bruno y Cachi Amoz en representación de la Secretaría de Jubilados de Agmer -que auspicia los talleres, el cine por pensar y la peña literaria- que dieron la bienvenida. Luego el Profesor Horacio Regueyra leyó una reseña sobre El tango en Concepción del Uruguay, sus hitos, sus personajes, sus lugares. Para cerrar este bloque el escritor Rodolfo Negri, nos leyó su cuento “Carancho” donde las acciones se imbuían en ambientes y personajes tangueros, allí donde el filo de la faca cierra historias.
Como dijo Eugenia León (cantante mexicana):
Aquel que nunca haya armado un tango
que tire la primera nota.
Porque es de humano ser escándalo
y más perversa es la simulación.
Atrás de cada mirada
que se reserva el derecho al ridículo
hay una lágrima que merece ser enjugada
o rodar por una mejilla
sin otro destino que la barra de un bar.
Y es que las lágrimas tienen sus derechos
reclaman sus noches,
sus alcobas abandonadas,
sus cielos grises y sus puestas de sol
Reclaman el Reclamo
pero no son tan exigentes como parecen,
a diferencia del suspiro que las encarcela
a las lágrimas les basta un tango para ser libres.
Es así que la voz de la Profesora Daniela Pauletti, mientras Ata Puchulu acompañaba con su guitarra y Facu Torresán remedaba un bandoneón cansino dieron libertad a esa procesión de tangos que desgarran nuestras fibras con su emoción. Se lucieron los alumnos (de Concepción y de Gualeguaychú) Daniela Pauletti: Daiana Rey, María Luz Barrios, Jorgelina Rodríguez, Armando Loustalet y Américo Yuarman; de igual modo los de Ata: Florencia Fontana, Lara Marcó, Joaquín Cáceres, Matías Zdanowers y Agustín Comte, quienes en forma individual o grupal interpretaron y cantaron tangos, milongas y valses. Cuando la ocasión lo permitía se intercalaban letras-poemas de Homero Expósito, Canet u Homero Manzi. Hubo de todo, chamuyos sobre el lunfardo sobre Discépolo, Julio Sosa o Piazzola sobre lo que significó Grandes Valores del tango en nuestras historias personales.
Luego se acercaron algunos de los alumnos del taller Boom Creativo (que funciona en Agmer los viernes de 16 a 18 hs.), a saber, Paula Prezi, César Oblegón y Mabel Salvini quienes sorprendieron a los presentes con sus composiciones inspirados en base a tangos como Nostalgia, Barrio de Tango y Tinta roja.
Para dar magia a la tarde, así espontáneamente como salidos de una galera, una joven pareja decidió bailar el tango Balada para un loco que estaba cantando Daniela Pauletti quizás allí se marcó el climax de la tarde porque también Facu y Ata se florearon con sus acompañamientos fue un momento mágico, irrepetible, que emocionó al auditorio. Desfilaron entre otros: Que tango hay que cantar, Por una cabeza, Nada, Naranjo en flor, Garganta con arena, Soledad, Malena…
Para cerrar, los presentes cantamos a capela el tango que nunca pierde vigencia, Cambalache y que es prácticamente un himno nacional, así lo sentimos y así bien fuerte lo entonamos. Un cierre que nos habla de lo que somos: tangueros de corazón.
Las coordinadoras de la peña agradecen a los docentes-artistas, mencionados en párrafos anteriores y a los alumnos que generosamente nos apoyaron en el desarrollo de la peña y a los amigos, familiares y colaboradores de la Secretaria de Jubilados de Agmer, así como al secretario general Walter Baccon y finalmente al público que confió en nuestra propuesta. Quedan todos invitados a la próxima que Dios mediante será a fines de Julio.
(Fotos de Pascual Pontelli)