«Estamos en un momento muy difícil, la crisis que nos viene empujando desde hace mucho tiempo ahora nos ha pegado un sacudón y no sabemos cómo resolverlo», dijo el presidente de ACLER, Víctor Lozze.
Integrantes de la Asociación de Clínicas de Entre Ríos (ACLER) dieron cuenta de la «preocupante» situación que atraviesa el sector ante la crisis económica que vive el país.
En declaraciones a Elonce TV, el presidente de la entidad, Víctor Lozze dijo que «queremos informar la situación que están cursando las clínicas y sanatorios de la provincia, estamos en un momento muy difícil, la crisis que nos viene empujando desde hace mucho tiempo ahora nos ha pegado un sacudón y no sabemos cómo resolverlo».
Hace una semana, la Comisión Directiva de ACLER resolvió enviarle a toda la seguridad social, al IOSPER y prepagas, «una carta documento, con un plazo de 30 días, para poder consensuar cómo salimos juntos de esta situación.
Estamos obteniendo respuestas de bastantes obras sociales para reunirnos», agregó.
En tal sentido, Lozze dio cuenta que «todas las clínicas quieren que busquemos una solución; somos empresas de mano de obra intensiva que no podemos parar y no somos formadores de precios. La situación se complicó bastante para seguir funcionando. En toda la provincia tenemos 3.000 familias a las cuales el día 30 debemos cumplir con el trabajo realizado y en este momento es una situación angustiante seguir funcionando».
Por su parte, Miguel Ángel Schnitman, protesorero de ACLER explicó que «todos los insumos que usamos tienen valor dólar y hoy nos encontramos día a día con que los proveedores o no nos pueden alcanzar los insumos o los entregan sin precios o directamente no nos responden. Y eso trae muchas complicaciones para el desarrollo de nuestra actividad. Somos 54 sanatorios que le brindamos atención a más del 50 por ciento de la población de la provincia».
Tras ello, aclaró que «vamos a seguir estando presentes y asistiendo a la población de la manera que sea posible, pero es una situación preocupante y nos involucra a todos; esperemos que salgamos fortalecidos y podamos sentar otro tipo de política en salud».
En igual sentido, y para llevar tranquilidad, se expresó Lozze y agregó: «No hay nada cortado, pero sí resentido, porque un medicamente al aumentar un 70 y hasta un 100 por ciento el valor y cobrarlo dentro de 90 días, de por sí provoca un resentimiento» a las clínicas y sanatorios.
(fuente: Elonce.com)