La industria automotriz atraviesa una situación crítica como consecuencia del impacto negativo de medidas adoptadas por el gobierno anterior y por el actual. Fruto de las restricciones cambiarias aplicadas en la gestión de Alberto Fernández acumuló una deuda millonaria con proveedores del exterior que interrumpieron el suministro de piezas a las automotrices locales.
Automotrices en emergencia
En este contexto, las terminales resolvieron a fines del año pasado anticipar las vacaciones de sus trabajadores y postergar el inicio de la producción a la espera de que la situación se normalizara. Pero la solución que les ofreció (el bono Bopreal) a las empresas endeudadas sólo fue aceptada por Toyota.
Como antecedente vale destacar que las fábricas de Volkswagen Argentina en Pacheco (Buenos Aires) y Renault-Nissan en Santa Isabel (Córdoba) decidieron en diciembre de 2023 suspender sus planes de producción por la falta de piezas.
Ahora General Motors no hizo más que postergar otra vez el comienzo de su actividad en la planta de Alvear, que ya estaba paralizada. La decisión involucra a todo el personal, cobrará alrededor de 80% de su sueldo de bolsillo mientras se extienda la pausa en la producción. Igual, la incertidumbre laboral no está despejada, dado que la empresa abrió un plan de retiros voluntarios al que se sumaron 130 personas, según informó el secretario general del SMATA, Marcelo Barros, en declaraciones radiales.
La automotriz de origen estadounidense ya había suspendido por 10 días las actividades en octubre del año pasado. Y luego en diciembre. Pero lejos de resolverse, el contexto económico se fue complicando hasta la actualidad.
En ese momento Renault y Nissan, Volkswagen, Stellantis y Toyota también debieron hacer paradas de producción, mientras que Mercedes-Benz abrió un registro de retiros voluntarios. Ford adelantó las vacaciones de invierno del 2024 por las mismas razones.
Sólo Toyota logró mantener por más tiempo su actividad en la fábrica de Zárate donde produce las Hilux y SW4, cuyo destino es principalmente el mercado externo por lo cual su actividad se ve afectada por la falta de insumos pero no por la caída del consumo doméstico. Aunque en enero también se sumó a las suspensiones de tareas.
Producción de autos cuesta abajo
El contexto también pegó sobre las cifras de producción en enero, aunque no fueron tan graves como las de patentamientos hubo una caída significativa.
La producción de vehículos alcanzó las 22.643 unidades, 38,8% menos que diciembre y 16,7% por debajo del volumen de enero de 2023, según las cifras de ADEFA.
«Producto del receso estival de la mayoría de las terminales que se extendió desde mediados de diciembre hasta mitad de enero, sumado a temas de estacionalidad y coyuntura, el sector inició el año con los principales índices a la baja», señaló Martín Zuppi, presidente de ADEFA y actual presidente de Fiat, Jeep y Ram de Stellantis Argentina.
El ejecutivo igual intentó ver la mitad llena del vaso, al explicar que “las medidas que se implementaron hasta el momento, tales como las alternativas para hacer frente a la deuda comercial (Bopreal), el cronograma de flujo de pagos al exterior para nuevas importaciones, la exclusión de las importaciones temporales del impuesto PAIS y la modificación del impuesto interno, entre otras, son señales que alientan a continuar trabajando en conjunto en pos de una agenda de corto y largo plazo enfocada en mejorar el nivel de actividad de manera sustentable en el tiempo”.
Fuente: Ámbito