Economías regionales en alerta: el año pasado se disparó la importación de frutas y verduras

A partir del segundo semestre del 2024, y en comparación con igual período del 2023, creció considerablemente la importación de alimentos y bebidas. En base a información publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec), el Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino (Idaa) apuntó que en diciembre la compra de comida a otros países tuvo un alza interanual del 82%, mientras que en noviembre este porcentaje había sido del 61%.

El informe publicado por Idaa -organismo que preside el ex ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez- contempla la importación de alimentos y bebidas tanto de uso industrial como en los hogares. En este sentido, se señaló que en junio del año pasado las importaciones en el rubro eran de 122 millones de pesos, mientras que en diciembre ascendieron a 242 millones, mostrando subas durante todo el semestre.

“En diciembre de 2024 se importaron alimentos por 242 millones de dólares contra 133 millones en el mismo mes de 2023, marcando un nuevo récord y elevando la brecha interanual a 82%, contra el 61% de noviembre”, observó el estudio.

¿Cómo afectan las importaciones de alimentos a la industria nacional?
El Idaa puso especial atención en la entrada al país de aquellos alimentos que también se producen en suelo argentino, para analizar los eventuales daños que el crecimiento de importaciones le podría hacer a la industria nacional.

En este sentido, una de las cadenas más preocupadas es la limonera, en donde las importaciones crecieron casi seis veces de un año a otro. Entre enero de 2021 y septiembre de 2024 la compra de este producto al exterior promedió las 153 toneladas, para saltar a 779 toneladas en octubre, 3.042 en diciembre y 5.147 toneladas en diciembre.

Las economías regionales también se ven afectadas por el crecimiento de las importaciones: la compra de zanahorias al exterior pasó de 194 toneladas en 2023 a 11.870 durante el año pasado, marcando un alza de 6.019%. Algo similar ocurrió con la cebolla, que pasó de 467 a 32.638 toneladas, con un alza de 6.889%; o los tomates, que pasaron de 233 a 13.871 toneladas, con un incremento de 5.853%.

“Resulta impactante el aumento a cuatro dígitos de las importaciones de productos representativos de las economías regionales argentinas como son el tomate, la cebolla o las zanahorias. Es importante destacar que dichos productos, al igual que los limones, provienen masivamente de países limítrofes”, alertó el informe.

También se destacó la importación de yerba mate, que pasó de 6.356 toneladas a 11.610, con un aumento interanual del 83%; el tomate elaborado, que pasó de 7.899 a 23.492 toneladas, con una suba del 197%; o los vinos, que pasaron de 727 a 5.042 toneladas, con un incremento del 594% de un año a otro.

Qué espera la producción local de cara al 2025
“Todo indica que de cara a un año electoral los lineamientos de la política macroeconómica y comercial se profundizarán. De hecho, la decisión de desacelerar la devaluación programada del 2 al 1% mensual, contra tasas de interés positivas, seguirá fortaleciendo el peso frente al dólar, favoreciendo las importaciones. Por otra parte, el Gobierno ve, erróneamente, que facilitar la importación de alimentos contribuirá a bajar precios y controlar la inflación”, advirtió el relevamiento del Idaa.

Y añadió: “En este contexto, es altamente probable que la tendencia observada en 2024 se incremente durante 2025 en lo que hace a la importación de alimentos. La demanda tiende a comportarse inelásticamente, con lo cual el mercado tiende a arbitrarse por el mayor precio”.

“Serán los sectores productivos los más afectados por la apertura importadora, dado que los precios dejarán de estar relacionados a los costos de producción para pasar a arbitrarse por la paridad de importación”, cerró el estudio.

(fuente: https://www.conclusion.com.ar/)