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PARÍS 2024 CON MÚSICA ARGENTINA

Por Daniel Oscar Almada    –   

El pasado viernes 26 de julio, millones de personas en el mundo asistimos – por medio de la televisión- al magnifico acto de inauguración de los Juegos Olímpicos 2024 en el escenario del mítico río Sena que recorre por el medio de la llamada Ciudad Luz. Una ciudad a la que podemos definir con mil y un adjetivos que pueden adornarla. Una ciudad donde el arte, la música, la bohemia, el amor son sus principales características, faro fundacional de la libertad, igualdad, fraternidad y democracia. –

El espectáculo ofrecido será recordado por mucho tiempo por su magnificencia, donde la emoción fue protagonista principal. Para sintetizar, la versión del Himno al amor interpretada por Celine Dion, en su espectacular final, caló muy hondo en los corazones del público presente y de multitudes que de un modo u otro seguimos la transmisión. –

Mi sentimiento  fue aún mayor desde casi el principio, al percatarme (no lo he notado o no me enteré   de otras personas, sobre todo del periodismo nacional que asistió al evento presencialmente o desde los estudios locales de la televisión) que la música que abrió el desfile en el río: el bote del Fantasma de la ópera y los tres niños, seguido por el barco que transportaba al equipo griego. Se trata de   una obra argentina:  la canción en ritmo de vals peruano “Que nadie sepa mi sufrir”, conocida también como “Amor de mis amores” compuesta en 1936   por ANGEL CABRAL (1911-1997) guitarrista, compositor, cantante de tangos  y ENRIQUE DIZEO (1893-1980) poeta y letrista, ambos argentinos. La obra musical tuvo un gran éxito y ha sido versionada en diversos géneros musicales y artistas como Helenita Vargas, Julio Jaramillo, Hugo del Carril, Sonora Dinamita, Julio Iglesias, Raphael, Soledad Pastorutti, Alberto Castillo, Gipsy King, José Feliciano, Nati Mistral, Plácido Domingo y diversos tangueros y folcloristas argentinos y otras versiones cantadas e instrumentadas del mundo entero. –

Tengo la plena seguridad que los organizadores del espectáculo la eligieron especialmente, ya que uno de sus más grandes artistas que tuvo la Francia del siglo XX la incorporó a su repertorio. Se trata nada menos que de Edith Piaff “el gorrión de París”.

La letra original de “Que nadie sepa mi sufrir” está destinada a ser cantada por hombres que han sido abandonados por sus amantes.  La Piaff mantiene ese drama, pero en el alma de una chica distraída que conoce a un hombre apuesto del que se enamora a primera vista en medio de una multitud y lo pierde casi inmediatamente. La canción, a la que le cambió el nombre original por el de “La Foule”, que en francés significa “la multitud”. Esta versión fue muy aclamada por crítica y público y se convirtió en uno de sus caballitos de batalla al igual que “Himno al amor”, cantada en esta oportunidad por Celine Dion. – Esta versión francesa de la creación de los argentinos  fue usada como tema principal de la cobertura de la BBC de Londres en la UEFA Eurocopa de 2016- Hasta el día de hoy es muy difundida en el mundo entero. –

Sin querer queriendo, los franceses nos enviaron un guiño en estos días en que por estupideces futbolísticas/pseudopolíticas/racistas nos encuentra confrontando con el país que eligió un grande como San Martín para morir.-

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Daniel Oscar Almada- julio 2024