[testimonial title=»Desde el 5 al 21 de agosto el mundoenviará de entre sus casi 6.000 millones de habitantes a los 10.000 mejores deportivas para que compitan en Río de Janeiro en los XXXI Juegos Olímpicos de la Era Moderna.» text_size=»large» item_count=»1″ order=»rand» category=»all» pagination=»no» page_link=»no» width=»1/1″ el_position=»first last»] [box type=»whitestroke» pb_margin_bottom=»no» width=»1/2″ el_position=»first»]
por Jorge Héctor Bonvín –
Los Juegos Olímpicos son el mayor evento deportivo internacional multidisciplinario, ya que participan atletas de más de 200 país. Estos están inspirados en los del siglo VIII a. C. que organizaban los antiguos griegos en la ciudad de Olimpia. Los Juegos Olímpicos de la Era Moderna se inician en 1896, cuando por el esfuerzo del barón Pierre de Coubertain se llevaron a cabo la primera edición en la ciudad de Atenas y desde entonces se han realizado en distintos lugares del mundo cada cuatro años con las excepciones de 1916, 1940 y 1944 producto de las dos grandes guerras.
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Están comenzando en Río de Janeiro los XXXI Juegos Olímpicos de la era moderna, pero aquí queremos hablar de otra cosa, porque toda la actividad comenzó hace bastante y no estamos hablando de las obras que debieron encarar los brasileños. Queremos referirnos al mayor símbolo que tiene los juegos olímpicos, la llama olímpica. Ya el pasado 21 de abril la llama olímpica salió desde Olimpia, frente al templo de la diosa Hera, la Reina de los Dioses en la mitología griega, luego de encenderla con los rayos solares y empezó el recorrido hasta el lugar de la isputa de los juegos, recorre varias ciudades de Grecia hasta arribar a Atenas para luego pasar a Suiza a la ciudad de Lausana. Esto no es casual, el creador de los juegos modernos, el Baron Pierre de Coubertain, está sepultado en Lausana junto a su familia, pero su corazón, por su expreso pedido, está sepultado en Olimpia. El barón tuvo una gran discusión en los inicios de los juegos modernos con los griegos, que querían apropiarse de los mismos, pero luego hicieron las pases y él mismo pidió que su corazón descanse allí.
La llama olímpica es el máximo símbolo de los Juegos y aproximadamente 12.000 personas se turnan en todo el mundo para hacer el recorrido, pero esta no es una tradición que viene desde los juegos de la antigua Grecia, pero si tiene mucho que ver con los dioses griegos que le daban gran importancia al juego. Esto de la llama olímpica no fue tampoco una costumbre en los primeros juegos de la era moderna, sino que se incorporó en 1928 cuando se encendió la llama en el estadio donde se realizaba la justa.
Pero es recién en 1936 en los Juegos Olímpicos de Berlín que la llama es traída desde la ciudad de Olimpia. Su organización estuvo a cargo de Carl Diem y fue tan perfecta que su organización casi no ha tenido modificación hasta esta época. Justo es aclarar que esos juegos fueron muy los más controvertidos, por la alevosa propaganda política que hicieron Hitler y el nazismo que se preparaba para dar el zarpazo sobre toda Europa.
Volviendo a los juegos que ya empiezan, el 3 de mayo la antorcha ingresó a Brasil y llegará a Río de Janeiro luego de recorrer 22.000 kilómetros, pero por primera vez en la historia de los juegos modernos el pebetero estará fuera del estadio olímpico. En abril de 2016, el gobierno de la ciudad de Rio de Janeiroanunció que después de la ceremonia de inauguración, el pebetero esté ubicado en el puerto de Rio de Janeiro, concretamente en un proyecto de reurbanización llamado Porto Maravilha (Puerto Maravilla).
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El olimpismo es una demostración de paz y concordia y es de esperar que en estos nuevos juegos ellos se vea en la realidad.
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