La vicepresidenta de la Federación del Citrus de Entre Ríos, Melania Zorzi, advirtió que las dificultades para exportar y los altos costos podrían limitar la cosecha. El mercado interno está saturado y con precios bajos, mientras que la industria del jugo se beneficia de la reducción de oferta en otras regiones. Continúan las negociaciones para abrir mercados externos que aún no se concretaron, aunque los altos aranceles en Europa y otros desafíos dificultan la competitividad.
En diálogo con el programa “Lo que queda del día”, por Oíd Mortales Radio, Zorzi destacó la necesidad de reducir impuestos y mejorar las condiciones para incentivar la exportación y el consumo interno.
-Queremos saber cómo se podría describir actualmente la situación del sector citrícola.
-Bueno, la campaña que está en curso presenta una producción muy importante, ustedes recordarán que venimos de dos temporadas con bastantes problemas hídricos, con sequías muy intensas. Bueno, el año pasado la actividad se recompuso, la situación hídrica se restableció y bueno, hoy tenemos una producción que supera largamente lo que han sido los valores promedios, digamos, de todos los años que tenemos. Estamos sobre ofertados hoy en lo que es cítrico. Tanto naranjas, mandarinas, limones, pomelos, hay de todo.
-¿Eso es bueno en términos de producción, pero es malo en términos de mercado?
-Sí, es bueno en términos productivos, porque tenemos muy buenos rendimientos en toneladas por hectárea. Hoy podemos estar hablando de lotes de 40, 50 toneladas por hectárea. Después veremos cuál es el promedio real. Eso es lo que está en planta, lo que todo el mundo tiene miedo es realmente cuánto de eso se va a poder cosechar realmente.
– ¿Cuáles serían los condicionantes para no poder cosechar esa muy buena producción?
-Lo que pasa es que la exportación de cítricos está en una situación muy complicada. Los mercados son escasos, los costos de empacar y enviar esas frutas son muy altos. Argentina nuevamente ha quedado desfasada con el valor dólar en relación a sus costos. Y el mercado interno de fruta fresca está sobre ofertado. Eso hace que los precios bajen mucho. Todos sabemos que el poder adquisitivo de los argentinos está en una situación difícil. Lo único positivo es que la industria del jugo está transitando un buen momento, con precios internacionales muy interesantes, y está absorbiendo mucha de la producción de la zona, de los departamentos cercanos a Concordia, lo está absorbiendo la industria.
-Claro, de cualquier manera es una especie de consuelo, me parece, esa última reflexión.
-Claro, lo que pasa es que hoy está muy mal el panorama en el mercado interno de fruta fresca y, para determinadas variedades, el precio de la industria está siendo superior al de fruta fresca para el mercado interno.
-¿Esto se produjo alguna vez en la historia?
-No, esto se empezó a ver ahora y tiene relación estos precios internacionales con la situación de la industria de jugo en el mundo. Tanto Florida, en Estados Unidos, como San Pablo, en Brasil, han disminuido drásticamente la superficie a causa de una enfermedad muy grave que es el HLV. Son dos regiones que eran netamente productoras de fruta para jugo.
-Entonces lo que ha hecho el HLV es reducir en estos dos grandes productores la oferta de fruta para jugo, lo que ha repercutido en la Argentina con un buen precio en la fruta para industria.
-Es así. Tengamos en cuenta que, en forma paralela, se han desarrollado también varias industrias en la zona de Chajarí, en Villa del Rosario, en la provincia de Corrientes también y esperemos que esto siga creciendo.
-¿Esto puede llegar a compensar la retracción, la caída del mercado de fruta fresca?
-Ayuda, alivia, pero ya hay fruta que quedó en planta que no pudo ser cosechada porque no se llegó a tiempo. Principalmente las primeras variedades de mandarinas quedaron en planta y ya hay otras variedades que también están quedando sin cosechar, lo cual va a ser una complicación después con relación a las plagas y las enfermedades. Toda vez que queda fruta en la planta, después genera inconvenientes.
-¿Cómo está la situación con el mercado laboral? ¿Hay suficiente mano de obra para poder cosechar?
-Bueno, eso también digamos puede verse como una situación positiva. Hay más gente que quiere trabajar, hay más mano de obra para trabajar en la cosecha. Creo que también está relacionado con la crisis que estamos sufriendo, ¿no?
-En otras ocasiones ha sido un problema, recuerdo una entrevista que hicimos el año pasado que había incluso una «competencia», decía un dirigente del sector, por las alternativas que había en materia de planes sociales, había una especie de competencia entre las alternativas que tenía la persona a la hora de ir a cosechar o me quedarse en casa y recibir un plan social.
-Sí, eso es un trabajo que se está haciendo desde FeCIER, se está trabajando en una propuesta de reforma laboral orientada básicamente a la cosecha, que es el problema clave. Ahí hay una intención, digamos, tanto de los municipios de Concordia y Chajarí, junto con el Gobierno de la Provincia, de interactuar, de tratar de amalgamar lo que son los planes sociales con la posibilidad de un trabajo en la cosecha, pero un trabajo en blanco, como corresponde.
-En el aspecto climático, este verano que estamos transitando, ¿impacta de algún modo en la producción y en la cosecha?
-Sí, porque las alternancias de temperatura afectan, estamos viendo un problema serio que es el de la mosca de los frutos, que prácticamente no desaparece porque no tenemos temperaturas bajas. Y con respecto a las altas precipitaciones y a la alta humedad relativa, todo lo que se refiere a hongos y otros problemas, todo afecta la cosecha también.
-¿Esto puede llegar a traer pérdidas de producción?
-Sobre todo se producen pérdidas en lo que es la poscosecha, a la llegada de las frutas a destino. Porque se cosecha en condiciones que no son las ideales. Entonces tenés escasísimo margen para el movimiento de la fruta. Creo que hoy la limitante más seria es la gran cantidad de producción que tenemos para el bajo consumo que hay.
-¿Cómo está la ecuación del consumo, de la producción del citrus? ¿Cuánto se destina en fruta fresca para consumo interno y cuánto a exportación?
-Bueno, ciertos valores asustan, pero hoy hay que pensar en un 50, 60% de la fruta, este año, para industria de jugo. Exportación un 5, 6%, y el resto es fruta fresca para consumo interno. Un mercado interno que está deprimido y con escaso poder adquisitivo. Hay mucha variedad de cítricos, hoy tenemos 5-6 variedades de mandarina, variedades de naranjas, naranjas de jugo, limones. O sea, puede elegir el consumidor entre una gama muy amplia, pero no hay poder adquisitivo.
-¿Y qué pasó con los mercados externos de fruta fresca? ¿No se han concretado los anuncios que hubo en su momento? Recuerdo algún anuncio que había de vender fruta a Corea, la apertura del mercado de citrus dulce para Estados Unidos. ¿Qué pasó con las aperturas de nuevos mercados?
-Sobre todo, el tema que más interesa a la Cámara de Exportadores es el mercado de Estados Unidos, que es un mercado enorme, amplio. Es muy grande y con un alto poder adquisitivo, claro. Las negociaciones siguen, hay gente que está trabajando allá en Estados Unidos haciendo, digamos, las negociaciones, más allá de lo que pueda hacer el Estado argentino, pero bueno, es parte de un proceso, hay que demostrar una seguridad jurídica también como para poder avanzar en este tema.
– ¿Y la cuestión sanitaria está resuelta, estaría habilitada, estaría por lo menos en condiciones?
-Sí, la cuestión fitosanitaria sería ya un tema avanzado.
-¿Europa sigue siendo un buen mercado para el citrus?
-Europa se vuelve un mercado no competitivo para la Argentina por las cuestiones arancelarias, o sea, Argentina no puede en esas condiciones competir. Uno de los mercados de Argentina era Rusia, su situación con la guerra ha cambiado y bueno, entonces teníamos el mercado de Filipinas, que es un mercado bastante interesante, pero con límites, con límites en cuanto a los volúmenes que se pueden comercializar.
-Te vuelvo un segundo Europa, la cuestión arancelaria de Europa, son cuestiones para-arancelarias vinculadas con alguna cuestión sanitaria, con algunas excusas que pone Europa a la hora de comprar, o son cuestiones arancelarias concretas y definidas?
-Bueno, cuestiones para-arancelarias existen con el tema de la cancrosis, por ejemplo, eso siempre ha estado, la Argentina tiene un programa de certificación para eso, pero lo que ha dejado afuera la Argentina es la cuestión arancelaria, los porcentajes son muy altos y los números nuestros no permiten competir bien en condiciones así.
-¿Eso puede cambiar si el Mercosur avanza en el acuerdo con la Unión Europea?
Sí, por supuesto que sí, estas son cuestiones de Cancillería que nosotros estamos siguiendo también, porque nos interesa.
-O sea, ¿se podría centrar alguna expectativa en el caso de que la Unión Europea avance en conjunto con el Mercosur con una negociación que viene trabada desde hace años?
-Sí, los exportadores, como todos los empresarios en la Argentina, están pidiendo una cuestión que está relacionada con la baja de impuestos. O sea, la Argentina necesita, o por lo menos el sector productivo, necesita una baja de impuestos para que podamos competir en igualdad de condiciones.
-¿Cuáles son esos impuestos especialmente?
-Bueno, hoy vos abordaste el tema laboral, o sea, el tema laboral necesita, para que realmente fluya, necesita que las contribuciones sean valores acordes a lo que se paga en el resto del mundo.
-¿Está muy desfasada la Argentina en esa materia?
-Sí, por eso Perú ha prosperado, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, o sea, todos los países que nos rodean están en mejor situación que la nuestra.
-O sea, que es una carga fiscal «de costado», digamos, marginal, porque aparece por el lado laboral, no por un impuesto concretamente.
-Bueno, yo te mencioné la cuestión laboral, que por ahí es el reclamo constante de que sabemos que socialmente es una deuda pendiente, pero bueno, también el Estado tiene que generar algunos incentivos para que el sector realmente pueda encaminarse.
-El citrus no paga derechos de exportación, por ejemplo.
-Tenemos exención, sí.
-Pero en otra época el citrus tenía reintegros a la exportación.
-Exacto, exacto. Ahí se promociona la actividad. Son formas de hacerlo, claro.
-En definitiva, esta campaña 23-24, podríamos verla como con muy buenos niveles de producción pero en materia de mercados, muy complicados.
-Sí, es muy complicado. Hace unos días participé de una reunión de la Cámara de la Mediana Empresa, de CAME, y el planteo de todas las economías regionales es que hoy la Argentina no está en condiciones, la mediana empresa argentina no tiene condiciones favorables para exportar. Hoy necesitamos un oxígeno, que es reactivar de alguna manera el consumo interno y no hay otra forma que bajando impuestos, porque si no, al bolsillo de la gente no llega.
-Claro, pero me decías también, ahí deslizabas en algún momento, que la exportación, esto del escaso interés por la exportación, también tiene que ver con que con este tipo de cambio no rinde. Podría pensarse que por los altos costos el tipo de cambio otra vez ha quedado atrasado.
-Exactamente, esa es la realidad, es la verdad. Pero necesitamos imperiosamente la exportación, ¿no? Eso también debe quedar muy claro.
-Por eso, estamos en niveles bajísimos de exportación. Históricamente, hablar de un 5% de que la fruta participe en un 5% de la exportación, me parece que estamos muy lejos.
-Por supuesto, tuvimos 15%. Es bajísimo, y es histórico también la cantidad de fruta destinada a industria… Es un panorama muy complicado para todos.
(Fuente: Elentrerios)