Por Agustín Bordagaray –
La obsesión del presidente Milei por ingresar a la historia como figura de prócer, lo lleva a intentar apropiarse de fechas patrias y de verdaderos patriotas, asignándose parecidos que en verdad no tienen.
En este camino, copia el escrito de Alberdi y lo incorpora como título de una mega ley cuyo contenido sería repudiado por Juan Bautista.
Atado a esa ley convoca a un convenio de adhesión bajo el título de Pacto de Mayo, que de pacto no tiene nada y que espera firmar en Julio.
Finalmente, por ahora, en el discurso del 20 de junio en Rosario, pretende poseerse del espíritu de Belgrano exaltando valores del General que Javo no posee ni por asomo.
La Libertad de Belgrano
La libertad que pregona Belgrano en sus escritos es política, impulsa en sus escritos la independencia de España y la posibilidad de tener un comercio exterior liberado de la metrópolis. No cierra el Rio de la Plata a un bloque ideológico, al contrario.
Para el interior de la región, es partícipe de una fuerte intervención estatal, sobre todo en el postergado interior de la patria, mediante el fomento de la educación, la protección del comercio, de la industria local y la defensa de las minorías postergadas.
Tanto creyó en la organización social que tuvo espaldas para ordenarle al pueblo jujeño que “había que dejarles a los godos la tierra arrasada, ni casas, ni alimentos, ni animales de transporte, ni objetos de hierro, ni efectos mercantiles” arengando “Desde que puse el pie en vuestro suelo para hacerme cargo de vuestra defensa, os he hablado con verdad… Llegó pues la época en que manifestéis vuestro heroísmo y de que vengáis a reuniros al ejército a mi mando, si como aseguráis queréis ser libres” y ese pueblo, completo, lo acompañó.
Muy lejos de aquella frase “quiero mencionar y destacar que, frente a estos eventos tan adversos, los argentinos siempre sacamos lo mejor de nosotros, logramos siempre poner a prueba nuestra resiliencia y nuestra solidaridad. Por lo tanto, estoy perfectamente confiado de que ustedes van a lograr resolver esta situación de la mejor manera posible con los recursos existentes”, dicha frente a una desbastada Bahía Blanca en diciembre de 2023.
Uno se pone al frente, el otro se lava las manos.
La economía de Belgrano
El Doctor Belgrano postula que la industria debe ser alentada y guiada por el gobierno.
Resalta a la agricultura como fuente de generación de riquezas, pero expresa que no debía ser exportar materias primas sin agregarles valor.
A través del “Seminario de Agricultura” y de “Correo de Comercio” sus escritos lanzan propagandas contra el monopolio del comercio con España y la defensa de los intereses económicos locales.
Ernesto Seijo, en una publicación publicada por la Asociación Bancaria en junio de 2021 escribe: “Las bases del ideario de Belgrano son la defensa de la industria nacional, la educación pública y gratuita para mujeres y hombres en igualdad de condiciones y vinculada al sistema productivo y la generación de empleo, la centralidad del trabajo como creador de valor, la crítica al librecambio y al endeudamiento.”. Cuan alejado de “lo que resultó claro es que entonces el monopolio es malo cuando es un monopolio impuesto por el estado, no cuando hay un solo oferente…” frase pronunciada por el presidente argentino en la República Checa poco antes de autoproclamarse Nobel de Economía.
¿Es posible hoy una economía belgraniana?
Para ahorrarle tiempo de lectura a quienes no comparten mi visión del país, adelanto mi conclusión: no solo es posible, es necesaria.
Es importante contextualizar el momento de las reflexiones, tanto en su dimensión histórica como en que ámbito se aplica este análisis.
La economía no funciona igual para las personas que para las sociedades, si bien se interconectan permanentemente en sus efectos y sus influencias. Como ejemplo, una alta tasa de desocupación influye en la posibilidad individual de conseguir empleo, pero ello no implica que una persona por su formación laboral o profesional no pueda conseguir empleo más fácilmente que otra. Por esto, definir la dificultad de emplearse de una sociedad a partir de la experiencia propia, es un error.
Lo mismo ocurre con los diversos estamentos de las sociedades.
La ventaja de una ciudad difiere de otra dentro de una provincia, las condicionalidades de las provincias son distintas en un país, lo mismo ocurre dentro de una región y de esa región con el resto de los bloques del mundo.
Esto es importante aclararlo porque al analizar la economía del país, debe hacerse mirando con un ojo hacia adentro y otro hacia afuera.
Para relacionarse con el resto del planeta, los países han ido variando sus posiciones y nos encontramos con un escenario de grandes bloques (EEUU – Europa occidental vs. China- Rusia) pero que ninguno de ellos logra una plena adhesión de sus aliados, ya que cada país se relaciona con el bloque opositor en la conveniencia del intercambio de productos.
Al mismo tiempo, asistimos a un escenario donde las grandes corporaciones arman sus propias estrategias comerciales independientemente del país de origen y del bloque al que su país natal pertenece.
Por ello, a mi entender, el comercio de los próximos años se desarrollará entre grandes bloques empresariales y de países que participarán de la conformación de bloques ad hoc para defender aquellas empresas que no puedan hacerlo por si solas.
En conclusión, lejos de combatir los grandes capitales, los países se desvelarán por atraerlos y los gobiernos conformarán entre sí grandes corporaciones estatales para que los jugadores pymes puedan ser parte del partido, en los lugares donde puedan destacarse. Para que quede claro el concepto, los grandes negocios para las grandes empresas, los nichos para las pymes, estas últimas promovidas por sus gobiernos.
Para adentro, crecimiento, desarrollo y solidaridad entre las personas.
El crecimiento tiene que venir de la mano de la inversión en infraestructura vital. Energía, transporte, comunicación, puertos, aeropuertos, todos insumos que necesita la industria y que solo el Estado puede administrar. Ello no implica que deba hacerlo necesariamente el gobierno, pero la directriz, la administración, la fijación de prioridades, no puede quedar en mano del mercado, es un disparate que no admite discusión y sus consecuencias ya empezamos a padecer, a solo seis meses de tamaño dislate.
El desarrollo es la base de la ciencia económica. Toda ciencia, tomando la definición de la Real Academia esconjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales con capacidad predictiva y comprobables experimentalmente; tiende, desde la buena fe, a mejorar el bien común.
Por ello, las teorías del crecimiento en materia económica solo cierran cuando ese crecimiento se derrama en la sociedad.
La mejor herramienta para que ese derrame sea equitativo en la Solidaridad.
Manuel Belgrano sostiene que “En tanto el hombre es hombre, débil y racional, la solidaridad ha sido necesaria y ha ido de su mano, porque ese acto, enaltece a quien lo practica y beneficia a quien lo recibe”.
El papa Francisco define a la solidaridad diciendo “no es solo cuestión de ayudar a los otros, esto está bien hacerlo, pero, es más: se trata de justicia. La interdependencia, para ser solidarios y fructíferos, necesita raíces fuertes en la humanidad y en la naturaleza creada por Dios, necesita respeto por los rostros y la tierra.”
En la contundente homilía del arzobispo de Buenos Aires Jorge García Cuerva, oficiado en el tedeum del 25 de mayo llamó a “ponerse delante de Dios como Nación para pedirle que nos cure las manos paralizadas para ser solidarios con los que menos tienen.” Invocando a “la fuerza de la solidaridad como forma de construir la historia”.
Juan Domingo Perón expresó “no es el espíritu gregario individualista el que crea la felicidad del pueblo y la grandeza de la nación, sino el espíritu de solidaridad.”
Como cierre, es indispensable tener como bandera lo que Evita Perón dijo “solo la solidaridad entre los humildes nos hará fuertes para enfrentar la voracidad insaciable de los poderosos. Bien vale quemar la vida en aras de la solidaridad si el fruto será la paz del mundo y su felicidad”.