Más de una vez el General habló de su hermano mayor, Mario Avelino Perón: «Cuando me eligieron presidente él conservaba su campo en la Patagonia, pero vivía en Buenos Aires. Un día lo llamé y le dije: -“Mirá, hermano, aquí trabajamos todos, vos vas a tener que trabajar en algo también”.
Me contestó:
-“No, yo ya estoy jubilado. Trabajá vos que te has metido en eso. A mí dejame tranquilo”.
Resolví insistirle: “Tengo una cantidad de cosas que te interesan”, le dije. “pensá en que podés ocuparte”.
Pensó un poco y al cabo de un tiempo me llamó.
-“Vos sabés que me he pasado la vida entre los animales, hermano”, me dijo – «A mí los que me gustan son los animales. Los que no me gustan son los hombres. El único puesto que aceptaría es el de director del zoológico. Y te aseguro que lo convierto en el mejor del mundo”. – «Lo nombré enseguida «ad honorem». Se puso a estudiar el tema, hizo una clasificación rigurosa, separó a los felinos, analizó las costumbres y las características de cada especie.
No sé qué pasó, pero entre los animales estaba Mario, maravillosamente bien. Empezaron a parir en cautiverio; los leones, los tigres y hasta el hipopótamo tuvieron crías.
A mí me gustaba verlo entrar a la jaula del gorila: había allí un gorila negro y grandote, que se dejaba tocar por él y se convirtió en su amigo». «Esa fue la única vez que los Perón tuvimos un amigo Gorila».
Fuente: muro de Facebook Los Cumpas