Con la entrevista al Presidente finalizaron dos días de debates en los que fueron protagonistas los cuadernos de las coimas y la inflación.
Todos parados –el presidente Mauricio Macri incluido–, con la mano en alto y repitiendo en una suerte de juramento empresarial, «soy yo y es ahora», que fue parte del lema del encuentro. Así terminó el 54 Coloquio de IDEA en Mar del Plata. En el evento, que reunió a 900 integrantes del «círculo rojo», se debatió durante tres días sobre la política, economía y el futuro de la Argentina, todo cruzado por el impacto de la causa de los cuadernos y el reclamo interno, hacia de los propios empresarios, de abordar de una vez un «cambio cultural».
Macri llegó a Mar del Plata esta tarde y habló de lo duro de los cambios que se vivieron entre el Coloquio del año pasado y este. «La angustia de todos es mi angustia. Es una carga muy grande», dijo y aprovechó para hablar de competividad («es todo») y para criticar a Moyano.
Volvió a apuntarle a Moyano: «No podemos tener elementos mafiosos en todo el sistema logístico»
El presidente expuso en el Coloquio de IDEA en Mar del Plata. «Sé de la angustia que están viviendo los argentinos en estos meses», sostuvo
El presidente Mauricio Macri reconoció que los últimos meses «han sido muy duros», aunque se mostró optimista de cara al futuro, al asegurar que «estamos empezando a salir mucho más fortalecidos».
«Han cambiado las cosas de un año para acá. Para mí también han sido meses muy duros. Tomé esta responsabilidad como un gran honor, pero sé de la angustia con que se están viviendo estos meses», afirmó el jefe de Estado.
En ese sentido, en el cierre del 54° Coloquio de Idea, aseguró: «La angustia de todos es mi angustia. Es una carga muy grande».
Por otro lado, consultado por Rosario Altgelt, presidente del Coloquio respecto de la productividad, Macri respondió: «La competitividad es todo, es mucho más que lo que decía el general Perón, que es la estrella polar en la que se tiene que referenciar un país, eso significa generar empleos privados de calidad. Eso significa darle un rol a cada argentino, que se sienta orgulloso de lo que hace».
«Tenemos que conectarnos, tenemos el octavo país más grande del mundo, totalmente desconectado. Tenemos productos para llevar al mundo, tenemos que obsesionarnos con la logística, un país grande que se quiere conectar tiene que ser más eficiente. Hemos logrado un milagro en los puertos, hoy somos más barato que Santos (Brasil), peleándonos con dios y maría santísima. Cada uno con un quiosquito, el peor era un impuesto de USD 90 por contenedor, se lo había dado el gobierno anterior a Moyano y un amigo, un desastre. Esa pelea la tenemos que dar en todos los renglones. No podemos tener un costo de logística del doble que el resto de la región, no podemos tener elementos mafiosos en todo el sistema logístico, no puede ser», destacó Macri.
A continuación, el Presidente instó a los empresarios que lo escuchaban «ustedes tienen que dar esta discusión, porque si esto no cambia, cientos de miles de puestos de trabajo, no se van a generar. No es una cuestión personal, limita nuestro futuro. Hoy hay gente que no puede llegar al puerto porque el costo es prohibitivo».
Por otro lado, el Presidente destacó los cambios impulsados por su gestión, entre los que hizo mención a la transparencia en las estadísticas. «Los números son los que son, ahora no hay presiones sobre el Indec», señaló al respecto.
Además de destacar los ruidos externos que perjudicaron a la Argentina, sostuvo que la causa de los cuadernos por presuntas coimas en la obra pública fue «un golpe muy duro para todos». «En 2017 hubo un flujo hacia mercados emergentes y este año bajó de USD 100.000 millones a USD 7.000 millones, y encima nos tocó la peor sequía en 50 años. Fuimos muy rápido al Fondo porque no era un tema que iba a durar una semanita, sino que iba a durar, eso nos permitió tener una solución que equilibraba. Y vinieron los cuadernos, los bonos nuestros cayeron tres veces más después de los cuadernos».
Los empresarios lo aplaudieron y salieron corriendo, literalmente, comenzaba el fin de semana y había que llegar a Buenos Aires, o disfrutar de «La feliz».
Tocamos temas complicados, todos: me quedo con el compromiso de Macri de hacer un país distinto. Vale la pena (Goñi)
En la escalera del Sheraton, un alto ejecutivo de una automotriz aseguró que «fue un buen discurso. Macri habla bien y a este auditorio le gusta sus palabras y sus modos. Igual, la coyuntura nos preocupa a todos. El clima no era el mismo que otros años».
Todavía en el salón, Rosario Altgelt, CEO de Latam y presidenta del Coloquio, y Javier Goñi, CEO de Ledesma y presidente de Idea, sonreían. Ambos había entrevistado a Macri. «Estoy feliz, logramos el objetivo de tratar la agenda planteada. Con el Presiente hablamos de competitividad y lo vi muy comprometido con eso, ese fue el tema que más me conmovió», dijo Altgelt. «La idea era contagiar nuestras ganas de ayudar juntos a construir el país que queremos. Tocamos temas complicados, todos: me quedo con el compromiso de Macri de hacer un país distinto. Vale la pena», resumió Goñi.
Cuadernos, el eje
El tema de la corrupción y la causa de los cuadernos fueron protagonistas de la agenda y de las charlas en los pasillos. Incluso hubo un almuerzo exclusivo para 120 sponsors del evento en donde se abordó específicamente la investigación que lleva adelante Claudio Bonadio. Entre canapés y pasta boutique, Sergio Kauffman, de Accenture, resumió el espíritu de este evento cerrado, al que a último momento fue invitada la prensa. «Hoy mi hijo va a bailar y hay un bombero y la salida de emergencia funciona porque nadie quiere ir preso. Los cuadernos son el Cromañón de la corrupción. Y es muy bueno», afirmó.
El que ahorra en pesos en la Argentina no es patriota, es patético (Malamud)
El politólogo Andrés Malamud pateó el tablero temprano el jueves, en el panel «Pensando Argentina». Deslumbró a todos. De entrada, criticó la idea de «Cambio Cultural», la matriz del evento. «No estoy de acuerdo con promover el cambio cultural de los demás, sí con promover mi propio cambio. O sea, en todo caso, cambiarme», expresó. También dijo que el problema de la Argentina no es moral, sino político, y que «la cultura no es la causa de los problemas, sino la falta de incentivos». «El que ahorra en pesos en la Argentina no es patriota, es patético», disparó.
Sólo minutos antes, el filósofo Darío Sztajnszrajber, había desafiado al auditorio a no «no aferrarse a las certezas incólumes es el sistema que propuso», a «vivir en estado de precariedad existencial» y «cuestionar el sentido común permanentemente». Muchos tomaron nota en las libretitas sobre las mesas que dispuso la organización.
El almuerzo privado en el que se habló de los cuadernos
Otra voz aplaudida fue la de Carola Fratini Lagos, de Zurich, cuando en el panel «Nuestro rol», reconoció que «estoy desilusionada, no fuimos capaces de construir una Argentina sustentable. Me avergüenzan los hechos de corrupción, pero tengo esperanzas. Veo ganas y mucha gente diciendo nunca más».
El miércoles había comenzado con todos comentando la inflación de septiembre, 6,5%. «Es muy preocupante. Hay que ver sin baja con el plan. Veo muy golpeada a la cadena de pagos de las pymes. Esta recesión hay que pasarla y no hay fórmula», afirmó Darío Werthein del Grupo W. A Jorge Todesca, que presentó el número y viajó a Mar del Plata, le preguntaron si creía que la inflación seguirá alta respondió. «No sé, espero que no», respondió el titular del Indec.
La coyuntura sobre la mesa
El contexto general fue el de una crisis muy importante para lo que queda del año, pero con cierto optimismo a partir de los primeros meses de 2019. Así lo mostró la tradicional encuesta que se les hace todos los años a los integrantes de Idea. Con todo, «desencanto» fue una de las palabras más elegidas para describir el contexto en los coffee break. Siempre en off the record, claro.
Muchos se animaron a hablar ante los micrófonos, también. Como Claudio Belocopit, presidente de Swiss Medical Group, quien destacó ante Infobae que «todos apostamos a salir, pero no se sale con voluntarismo ni verso. La inflación es un cáncer. Defendí con uñas y dientes a este Gobierno, y sigo apostando por ellos, pero no se puede negar la realidad», afirmó. Esta mañana, Cristiano Rattazzi, de Fiat, había manifestado que «confío mucho más en el Gobierno si está el FMI. Con ellos, las reformas se van a hacer en serio, no se jode con el Fondo. Además, son las reformas nuestras, no de ellos».
Mucho más optimista, Gabriel Martino, de HSBC, describió un escenario de mejora evidente a partir del primer trimestre del año que viene, en el que el Macri sea reelecto, incluso en primera vuelta.
Hubo aplausos de pie para el Presidente en Idea, aunque la coyuntura impacta. Igual, varios asomaron la cabeza para no quedar afuera de la selfi desde el escenario con el mandatario como protagonista.
(fuente: https://www.infobae.com/)