El derrumbe en las importaciones por la recesión, la entrada en operación del gasoducto Néstor Kirchner, y la mejora en las ventas externas de petróleo explicaron este cambio de tendencia.
Con el gasoducto NK y la recesión, se derrumbó la importación de GNL
El principal aporte vino por el lado de las importaciones: la caída en las cantidades adquiridas desde el exterior representó un ahorro de u$s2.247 millones en términos interanuales, mientras que el efecto de la baja en los precios significó un ahorro adicional de u$s587 millones, redondeando un alivio total equivalente a u$s2.834 millones.
Las exportaciones de petróleo hicieron lo suyo
Por el lado de las exportaciones, el aumento de las cantidades vendidas implicó un ingreso de divisas de u$s1.278 millones, que más que compensó la incidencia negativa de los menores precios de exportación, que restaron unos u$s20 millones.
En este caso, fue el petróleo crudo el que realizó casi todo el aporte, ya que sus exportaciones crecieron 65% interanual y sumaron unos u$s1.227 millones más que en 2023, en el marco de un nivel de producción récord en Vaca Muerta.
No solo fue el producto energético que más dólares sumó a las arcas del país, sino que también lideró la tabla cuando se analizan todos los productos que Argentina intercambia con el resto del mundo.
Vale recordar que el país comenzó a tener déficit en la balanza energética a partir de 2011, como resultado de un combo de factores, que incluyó una actividad económica pujante y un derrumbe en la producción convencional de hidrocarburos, consecuencia, a su vez, de las pocas inversiones realizadas por el sector previamente.
El boom de la producción no convencional en Vaca Muerta, traccionado en gran parte por la recuperación de una parte de YPF, por parte del Estado, permitió revertir esta tendencia. A esto se le sumó el mencionado desarrollo de la infraestructura de transporte necesaria.
(fuente: https://www.ambito.com/)
