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Marta Zamarripa y Eva Perón: “Vaticinio para desesperanzados”

Por Ana María González    –        

“…Un inmenso bosque resplandeciente de mujeres avanzará por los caminos de la historia/derribará las murallas de los poderosos/derrotará las cárceles de la angustia…”

El 7 de mayo cumpliría 103 años Evita Perón; Marta Zamarripa, la eximia poeta entrerriana, hace en su tremendo poema Vaticinio para desesperanzados (publicado en 2009 en Azul de frío) de vocera de aquella mujer extraordinaria que movilizó y aún inspira a tantas otras aquí y en el resto del mundo.

Marta nacida en Gualeguay en 1933 y muerta en 2020, descansa en Victoria, fue docente, poeta, editora, gestora cultural, militante política, por los DDHH y feminista. Desde geografías distintas, (una de Los Toldos, la otra sobrevolando entre Ríos) ellas  nos llaman, nos arrastran  con sus palabras llenas de potencia, plenas en la magia azul del vaticinio, dos Mujeres que anduvieron abriendo  caminos para  construir la matria; una ya  es mito y la otra lo roza.

Hace muy poco leí ese poema de  Zamarripa y no puedo dejar de pensar en la fuerza de su mensaje. Me pareció un texto emergente de en un ostracismo inusitado. Según Agustina Uzín Olleros (1) no se pueden separar en la poética de Marta la trilogía que fue su vida: política (desde 1955 adhirió al peronismo), docente y  poeta; esa caracterización verdadera aún no logra representar la complejidad de esta singular escritora. En ese sentido la autora tiene  poemas paradigmáticos y este sería el que representa su militancia político partidaria.

Hay un tono declamativo en el poema, que podría ser de oralidad y sin embargo no le resta lirismo, le suma fuerza; así Marta potencia  la convocatoria, suma contenido y emociona. La poeta adivina el desaliento de mujeres cansadas de luchar, de la rutina gris, de tantas pérdidas; a todas la vida nos ha encontrado  muchas veces  “desvencijadas” e impotentes, buscando pasto verde y tierno donde apoyar los pies sin renunciar a las alas, al derecho a la belleza, a construir con las manos y  neuronas, a hacer de cada lugar un pequeño reino; ambas nos llaman a no temer, a empoderarnos. Es esa mujer que trasciende la mugre y el odio, para revolver en nuestros vientres y encontrar las ganas de hacer pueblo, ese derecho que se piensa solo para hombres,  derecho a ser protagonistas de la historia, aunque no tengamos origen noble ni cuna de oro.

Es  un poema  épico que obra como llamado, convocatoria inclusiva, no llama solo a las peronistas sino a todas las que quieran  sumarse a la comparsa de mujeres que avanzan sin permisos. Se necesita vocación de reivindicar viejos poderes aletargados por una sociedad que aplasta y lo absorbe solo para pocos.

Emerge, en el poema dedicado a Fermín Chávez, una  Eva que renace como el fénix y se metamorfosea en la Victoria de Samotracia. Es la mujer que se eleva, como muchas de nosotras,  sobre los oprobios y críticas destructivas. Marta  conjura las vergonzosas apuestas a la muerte y al cáncer, escritas por manos de odiadores (los mismos disciplinadores que resucitan cada vez que la voz de alguien del pueblo les amenaza en reducción de su poder, peor si es mujer). Desde  esos oscuros sectores (no exclusivamente masculinos), se censura a las que se salen del libreto patriarcal se las rotula de tilingas, soberbias, vulgares, menopáusicas o frígidas…hay que callarlas o permitirles hablar de sandeces o banalidades.

En este poema de luz,  Marta es de una medium, una sanadora de magia blanca. Desde allí ella cura a Eva multipresente, distorsionada por  Hollywood y vapuleada  por sus lentejuelas. Ahora esa mujer frágil es la portabanderas y de pronto me viene a la cabeza la figura de Juana de Arco. Y una avanza en el análisis y se pregunta si Marta y Eva son dos mujeres o es una sola… Marta  conjurando al prejuicio de que una mujer culta no puede ser militante ni peronista, cliché bastante instalado en nuestra sociedad , el mismo que arrincona al silencio y parálisis a  las mujeres que militan. Marta usando el tono de barricada de Evita, reprobado siempre y bastante desaprobado por el paradigma actual en poética. Y se me viene irremediablemente la afirmación de  Sor Juana en la respuesta a Sor Filotea de la Cruz: la falta de lógica en que  todo lo que hace admirable a un hombre se vea detestable en una mujer.

Marta y Eva ahora en un ágora con megáfono, arengando desde la historia y la poesía. El paso del tiempo, que no perdona la mediocridad, las eleva juntas a la entrerriana que recorrió el mundo con la poesía  y trabajó con compromiso en todo lo que afrontó y la otra, la bonaerense que abrió caminos de la esperanza a machete verbal y acción social. En ambas la palabra fue caricia y consuelo hacia los desfavorecidos.

Dos mujeres amorosas, inspiradoras:  Evita y Marta, ellas son una misma cara de la  moneda.

 

(1)Agustina Uzín Olleros. Marta Zamarripa, la que dejó huellas como poeta y militante, El Diario, Paraná-05/05/22

Vaticinio para desesperanzados 

Nadie tema.
La historia nunca muere.
Nunca se muere el mar.
    Volveré
por sobre las caricaturas miserables
las mentiras show de Alan Parker
la saga de ataúdes
que inventaron los generales malditos del 55
el odio de las manos que escribieron
viva el cáncer en los paredones de la calle Agüero
las historietas escritas por las mujeres de la vida
sin vida.
    Volveré.
Serán siempre fugaces
las lentejuelas iluminadas de la calumnia
las marquesinas de Hollywood
que asesinaron a Marilyn y a tantas
antes de mí, después de mí

    Nadie tema.
La historia nunca muere.
Eternamente mueve su onda el mar.
    Volveré
y se levantarán conmigo las mujeres
    que velaron mi sueño en los funerales de julio
y todas las sin tumbas, las asesinadas
en la Argentina de los cobardes del terror.
    Se levantarán
las amigas invioladas y eternas
las estudiantes todavía vestidas de estudiantes
las compañeras de los compañeros
destrozados por las itakas
las artistas del corazón afuera
las trapecistas del enorme circo de la vida
las llorosas de cebolla y cocina
las poetas del poema no escrito.
Un inmenso bosque resplandeciente de mujeres
avanzará por los caminos de la historia
derribará las murallas de los poderosos
derrotará las cárceles de la angustia.
    Nadie tema.
    Yo volveré.
    Soy Eva.
    Yo soy Eva Perón.
Y volaré sobre los campos argentinos
para anunciar la patria de la luz
con las alas desplegadas
de la Victoria de Samotracia.

(Extraído de La Opinión Popular, del 13 de mayo de 2013)

Fuentes

El Diario, Paraná, Marta Zamarripa o cómo se escribe un último poema, 17/04/22https://www.eldiario.com.ar/175511-marta-zamarripa-o-como-se-escribe-un-ultimo-poema/

El diario Paraná,Marta Zamarripa, la que dejó huellas como poeta y militante, 05/05/22https://www.eldiario.com.ar/165249-marta-zamarripa-la-que-dejo-huellas-como-poeta-y-militante/…

Zamarripa Marta, Vaticinio para desesperanzados en: http://www.laopinionpopular.com.ar/noticia/861-vaticinio-para-desesperanzados.html

Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 8/5/2022

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