El Presidente disertó en el foro de negocios y sostuvo que Argentina «abandonó el experimento populista».
El Presidente Mauricio Macri expuso en el foro de Davos y allí lanzó elogios hacia su gestión, la cual, según sus dichos, redujo la inflación, la pobreza, el desempleo y la corrupción.
En el foro de negocios que se lleva a cabo en la ciudad suiza, Macri sostuvo que «la economía está cobrando auge, la inflación alcanzó el menor nivel en una década, los salarios se han recuperado, y la pobreza y el desempleo se han reducido», aseveró el mandatario, quien remarcó que «luego de haber permanecido aislado del mundo», el país entró «en una nueva fase».
Pese a que el Gobierno tuvo que correr la meta de inflación luego de errarle por 23 puntos en dos años, que la desocupación esté casi en 10 puntos luego de una década y en medio del escándalo por el empleo en negro y la designación de Sandra Heredia en el SOMU por parte de Triaca, Macri se deshizo de elogios con su gestión.
Asimismo, dijo que el gobierno ha «reducido la corrupción que crea una gran ineficacia y destruye el empleo, creando un nuevo entorno y marcos normativos que generan nuevas oportunidades», y remarcó que la agenda del futuro debe enfocarse en «el empleo, inversiones en educación y fomentar la inversión privada».
No conforme con eso, Macri resaltó que en el país se logró un «consenso político en torno a una agenda de reforma permanente», con lo cual dejó atrás «su experimento populista». Entre esas reformas está la previsional, que causó masivas movilizaciones en contra, y la laboral, que no pudo ser aprobada por los cuestionamientos del peronismo y la CGT.
«todos somos descendientes de europeos»
El Presidente se refería a que la asociación entre el Mercosur y la Unión Europea debería ser algo natural, pero olvidó parte de la historia.
El presidente argentino, Mauricio Macri, quedó hoy situado en el centro de las críticas tras afirmar en el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, que «todos» los sudamericanos son «descendientes de europeos».
«Yo creo que la asociación entre el Mercosur y la Unión Europea es natural porque en Sudamérica todos somos descendientes de europeos», dijo Macri acerca de las posibilidades de que los bloques económicos arriben en poco tiempo a un acuerdo de libre comercio.
La declaración de Macri provocó la reacción de dirigentes políticos y sociales, la mayoría de ellos opositores a su Gobierno.
«‘Todos somos descendientes de europeos’ afirma el virrey Mauricio Macri», cuestionó en Twitter el diputado argentino Andrés Larroque, de la bancada Frente para la Victoria (kirchnerista).
Eduardo Gudynas, secretario ejecutivo del Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES) en Uruguay, opinó que Macri «en un segundo negó millones de indígenas sudamericanos».
Por su parte, Alejandro Grimson, Doctor en Antropología por la Universidad de Brasilia e investigador Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en Argentina, sostuvo en el diario «Página/12» que «la antropología y otras ciencias han demostrado exhaustivamente (que) ni en Argentina ni en América Latina somos ‘todos descendientes de europeos'».
Según un estudio realizado en 2005 por el investigador Daniel Corach, director del Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), «el 60 por ciento de los argentinos tiene antecedentes indígenas, componentes genéticos amerindios, de los pueblos nativos».
«Eso no significa que seamos indígenas (sino que) que nuestras ascendencias son mucho más diversas de lo que pretende el imaginario europeísta que el presidente vuelve a promover», completó Grimson.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estimó que en 2010 vivían en Sudamérica 20.370.000 de indígenas, unos 955.000 de ellos en Argentina.
El jefe de Estado argentino es hijo de Franco Macri, un poderoso empresario nacido en Italia hace 88 años. Abraham Awada, padre de su esposa y primera dama, Juliana Awada, había migrado a Argentina desde Líbano, su país natal.
Las declaraciones de Macri, además, fueron realizadas en un contexto en el cual su Gobierno acusó en diferentes oportunidades a miembros de la comunidad mapuche de causar hechos de violencia en el sur del país.
En noviembre pasado, un joven mapuche, Rafael Nahuel, de 22 años murió baleado durante un violento desalojo a cargo de fuerzas de seguridad en las afueras de la ciudad patagónica de San Carlos de Bariloche, a unos 1.300 kilómetros al sudoeste de Buenos Aires.
Tres meses antes otro joven, Santiago Maldonado, murió ahogado en el río Chubut, también en la Patagonia argentina, cuando escapaba de decenas de efectivos de seguridad que dispersaban en forma violenta una protesta mapuche.
(fuente: Los Andes y el Destapeweb)
