Los árboles no caminan el mundo
prisioneros de la inmensidad
su fuerza está en la tierra.
Avaros vigías de ojos tercos
entregan frescura de ramaje
y pisadas de hojarasca.
Cuando diciembre recorta su fronda
y el tronco se desnuda,
el eucaliptus rinde su poder.
A veces amigamos el esfuerzo
de esquivar tormentas.
Ellos se llevan los fantasmas del viento,
Yo les cuido el susurro.
SusyQ 2024