Desde siempre, el ser humano ha buscado la forma de agruparse, de adaptarse a la sociedad, rodearse de personas y todo para no estar solo. Sin embargo, como en todo hay excepciones, algunas personas prefieren la soledad. Incluso, Satoshi Kanazawa y Norman Li, realizaron un estudio con el fin de entender lo anterior, concluyendo que la soledad tiene gran relación con la capacidad intelectual.
Así como existen muchas personas que adoran estar rodeados de personas y con ello son muy felices, también hay otras que casi siempre suelen estar en soledad pero, no todo es miserable en su vida pues estos son los mismos que poseen una mayor inteligencia.
Expertos han determinado que en la actualidad, se poseen menos habilidades sociales que las que poseían nuestros ancestros. Incluso, personas que viven rodeadas de personas en grandes ciudades, experimentan “bajos niveles de satisfacción en sus vidas”, a diferencia de los que viven en ciudades pequeñas quienes su inteligencia los hace compartir lo poco o mucho con los demás, sobre todo tratándose de su felicidad aunque confiesan que estos de lo solitarios que suelen ser, no son tan felices. ¡Qué contradicción! El estudio fue realizado con personas entre 18 a 30 años.
La razón por la que las personas más intelectuales suelen ser más solitarias, es porque consideran que el tiempo que destinarían a ello es mejor invertirlo en algo productivo de su total interés, esto termina distorsionando su concepto de felicidad e ignorando lo que en realidad los hace sentir bien. Terminan con la idea de que un inteligente en soledad, es mejor.
Sin embargo, estas personas suelen alcanzar un nivel muy alto de evolución y eso determina que la necesidad de estar rodeado de personas no sea tan demandante. “Teoría de la sabana”, es como se le ha conocido a lo anterior y es un tipo de herencia ancestral aunque quienes poseen una inteligencia alta no tienen nada que ver con esto, pues han evolucionado tanto que terminan acostumbrados a la vida moderna en donde el apego con las personas no es lo principal.
La teoría surgió desde que los primeros humanos se encontraban en la sabana africana, allí, estar, moverse e interactuar en grupo si era indispensable.
Las personas que se determinan como más inteligentes suelen dedicarse más tiempo a ellos mismos que a los demás. Se enfocan en realizar planes, sueños, proyectos, analizar su vida, reflexionar sobre sus acciones y crecer. Se enfocan más en lo que verdaderamente les interesa y quedarse apegados a un grupo definitivamente no es para ellos.
No son ermitaños ni carecen de sentimientos o emociones, simplemente su inteligencia los lleva a darle prioridad a lo más indispensable para ellos y la socialización no lo es. En ocasiones esta puede considerarse como una distracción de sus objetivos. En cuanto a la infelicidad que algunos suelen experimentar, se centra más en aquellos que tienen una soledad forzada, pero en este caso, es por elección propia.
Esto no determina en su totalidad que las personas inteligentes sean antisociales o antipáticas, disfrutan de la vida, pero muy a su modo realizando los objetivos que se plantean y que tienen muy claros. Además, el ser solitarios no implica que no sientan nada por las personas ni piensen en su familia o amigos, simplemente ven la vida diferente y su estilo de vivir es reservado.
(Fuente:laguiadelvaron – Psicology time-UNR Estocolmo)
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 8/2/2017
