Buena noticia para la economía.
Durante el macrismo, la fuga de capitales llegó a niveles récord: estuvo en torno a los 30 mil millones de dólares por año. Esa plata salió del país mientras el gobierno de Mauricio Macri se jactaba de que su modelo permitiría “lluvia de inversiones”. Pasó todo lo contrario: los dólares huyeron del país al calor del ajuste y el aumento de la pobreza y el desempleo. ¿Quién invertiría con una economía ajustada?
Con el peronismo, la ecuación cambió. El crecimiento de la economía impacta sobre la dinámica de salida e ingresos de dólares, que no buscan otra cosa que generar ganancias. Este año, el saldo neto volvió a ser negativo pero muy por debajo de lo que ocurría con Juntos por el Cambio: solo fue de 773 millones de dólares.
Eso se explica porque la actividad a la alza, genera posibilidades de inversiones en muchos rubros. En el último trimeste el saldo dio positivo, una gran noticia para la economía argentina, que necesita recursos para mantener tasas de crecimiento en torno al 3/5%. El gobierno de Alberto Fernández terminará con un récord particular en ese sentido: la economía crecerá en 3 de 4 años de su mandato, algo que no pasaba desde la primera gestión de Cristina Fernández de Kirchner.
Más allá de ese escenario, la dinámica de ingreso y salida de dólares es un dolor de cabeza para la economía nacional, lo que se muestra en las tensiones cambiarias, que se mantiene. La distancia entre el blue y el oficial sigue en torno al 100% lo que genera todo tipo de desequilibros.
Fuente: Primereando
