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La economía no levanta: el consumo de energía en la industria se desplomó en enero

En enero, el consumo de energía en el sector industrial cayó un alarmante 18% respecto al mes anterior, desnudando el relato oficial.

El inicio del año expone una realidad que contradice el discurso oficial: la industria no levanta cabeza, y los datos lo confirman. En enero, el consumo de energía en el sector industrial cayó un alarmante 18% respecto al mes anterior, desnudando las dificultades que atraviesa el entramado productivo.

Mientras el Gobierno argumenta que el sistema energético enfrenta una demanda creciente por la supuesta reactivación económica, la realidad muestra lo contrario. Según cifras oficiales, el consumo energético de la industria no solo cayó en términos mensuales, sino que, comparado con enero del año pasado, la baja es aún más pronunciada: un 27,5% menos, reflejando una desaceleración sostenida.

Sectores más afectados
La caída en el consumo de energía fue generalizada, pero los datos destacan sectores particularmente golpeados:

  • Industria textil: descenso del 59,7%, la más afectada de todas.
  • Industria automotriz: caída del 33,9% respecto a diciembre.
  • Construcción: retroceso del 20,2%.
  • Madera y papel: consumo energético 37,3% menor.
  • Metalurgia: disminución del 21,9%.

Incluso los sectores que el Gobierno promociona como motores del crecimiento, como minería e hidrocarburos, registraron una caída del 2,3% en su consumo energético.

“Una tragedia industrial”
Un directivo de la Unión Industrial Argentina (UIA) describió la situación como “una tragedia”. “La luz al final del túnel es un tren que viene de frente”, expresó gráficamente, dejando entrever el pesimismo del sector frente a las políticas actuales.

El informe de utilización de la capacidad instalada publicado por el Indec en noviembre también refleja esta retracción: el índice cayó al 62,3%, cuatro puntos menos que en el mismo mes del año anterior.

Además, las recientes decisiones gubernamentales no contribuyen a revertir el panorama. La flexibilización de las importaciones de bienes producidos localmente, como bicicletas y planchas, afecta directamente a la cadena de valor de insumos clave como el acero, el vidrio y el plástico, golpeando aún más a la industria nacional.

Relación conflictiva con el sector
La distancia entre la mentalidad del Gobierno y las necesidades de los industriales sigue ampliándose. Tras las tensiones en el encuentro anual de la UIA, el ministro Caputo aún no ha recibido a los directivos de la entidad. Por su parte, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, se reunió con la UIA hace tres semanas, pero el encuentro terminó en descontento. “Este es un modelo desindustrializador”, concluyó Guillermo Moretti, vicepresidente de la UIA.

En este arranque de año, el consumo energético se convierte en un indicador clave que desmiente el optimismo oficial y evidencia un panorama complicado para la industria argentina.

(fuente: https://primereando.com.ar/)

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