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José Bernardo de Monteagudo nacía el 20 de agosto de 1789

por José Florentino Beorda   –

José Bernardo de Monteagudo

20 de Agosto

Los hombres de Mayo

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“Hay varias sabidurías pero solo existe una verdad”

(Jean Piaget)

Nacido en Tucumán el 20 de Agosto de 1789… (*) 

“Estudió Derecho en la histórica universidad de Chuquisaca… graduándose en junio de 1808 previa lectura de su trabajo ‘Sobre el origen de la sociedad y sus medios de mantenimiento’”. “Se hace lector asiduo de Raynal, Rousseau, Voltaire y los enciclopedistas…”. “Castelli           lo designa su secretario” al transcurso de expe-dición al Norte. “Dirige ‘La Gaceta’ continuando con la obra de Moreno; inaugura la Sociedad Patriótica…”… “funda el ‘Mártir o Libre’; es elegido miembro de la Asamblea del año 1813; en 1815 edita ‘El Independiente’; redacta el acta de la Independencia de Chile; dirige el Boletín del Ejército libertador en su paso de Chile a Perú y es designado por San Martín como ministro de Guerra y Marina y luego como ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores”… “haciéndose notar por el impulso que comunica a la instrucción pública y a la cultura en general”. Funda el ‘Censor de la Revolución’ y el ‘Pacificador del Perú’ y es impulsor directo de la Biblioteca Nacional de dicho país…

 

(*) (Las partes de su biografía fueron transcriptas de “Mártir o Libre”, EUDEBA 1.965 y de “Horizontes Políticos” de: Grandes Escritores Argentinos, Editorial JACKSON, 1944.)  

El criterio de Identidad presupone, desde la actitud o la práctica, el valor de autenticidad intelectual que es quien referencia “hacia afuera” del hombre a la misma naturaleza humana -individuo y/o comunidad- en su realismo “cultural”… íntimo-particular  e íntimo-integral (comunidad- universalidad).

Y así lo consideramos manifiesto en el párrafo siguiente de nuestro insigne pensador: 

“Las primeras páginas de nuestros anales ofrecen ya rasgos, que hubieran sin duda recompensado los romanos con coronas de encina y de laurel o acaso con estatuas y honores divinos.” (103) 

Como también desde la conceptualización ética-“cultural” de la cita que se sigue… 

“Yo no puedo menos de execrar a esos aturdidos razonadores, que discurriendo por los principios de una filosofía inexacta, no encuentran sino vicios que reprender, asegurando con una presuntuosa imprudencia, que nuestro carácter es inconsciente, mezquino y egoísta, y concluyendo que sin auxilio ajeno”… -como se realizara la Revolución de Mayo en 1810 y las guerras por la Independencia-… “… somos incapaces de todo. Yo tengo esperanzas más racionales, y no temo verlas defraudadas. Sé que las pasiones producen grandes virtudes, y que éstas se forman fácilmente, cuando aquellos…”…los principios filosóficos… “se dirigen con prudencia.” (Tomado de “La Gaceta” del día 10 de Enero de 1812) (104)

Conceptos que su autor complementa y mantiene diez años después desde sus  “EXPOSICIONES DE LAS TAREAS ADMINISTRATIVAS…” “… hasta el  5 de Julio de 1822”… de donde transcribimos… 

“El Perú quiere la paz con ambos hemisferios y desea entablar una libre comunica-ción con todos los habitantes del globo que vengan a buscar asilo, a difundir ideas o a hacer a la naturaleza nuevas preguntas, ya que los españoles la han obligado a estar callada por tres siglos.” (105)

Y dado el tal “silencio natural” que referencia, nos define, además de la íntima convicción intelectual que asume y propone, la condición general “cultural” que se deriva de aquella “no deseada” condición… 

“La esfera de los conocimientos humanos estaba limitada por el gobierno español a saber lo que podía entretener y confundir la razón de los americanos, para que siempre ocupados de cuestiones abstractas, errores escolásticos y sumergidos en un caos de absurdos metafísicos, apenas tuvieron tiempo para obedecer sin examen y adquirir lo que exigía la codicia…”… para el caso… “…metropolitana”. (106) 

… Planteando de inmediato y por lo mismo, la difícil exigencia no sólo existencial que tal “deformación” recrea… 

“Nada era por lo mismo tan necesario, ni tan difícil al regenerar los pueblos de América, como el remover las barreras que se habían puesto al poder intelectual de los hijos del país, alzar el velo que les ocultaba las realidades que existen en el mundo, abrir la puerta a los grandes pensamientos, de que es incapaz un hombre mientras vive en entredicho con su razón, porque no se atreve a consultarla y teme que su luz lo     precipite.” (107) 

Lo que le permite consignar, en la práctica,… para todos los tiempos… sus “adver-tencias pedagógicas culturales” pasibles de ser contenidas como argumento de defensa y capacitación intelectual, individual y/o general, aún hoy… 

“La educación de un pueblo destinado a la obediencia pasiva se reduce a hacer a los hombres metafísicos para que nunca descubran sus derechos en ese caos de abstracciones, donde toda la práctica desaparece.”. (108)

…Ya que -en tal caso- a la “naturaleza”… que no se manifiesta en plenitud; que no se expresa en libertad, disimulada u oculta, se la falsea… o se la ignora. 

“Algunos sabios que se forman como con sorpresa en el fondo             de la sociedad, han procurado en varios tiempos introducir el estudio de las ciencias exactas y naturales “… -lo que permitiría, en parte, salirse de tal opresión-… “… al menos por aplicación a los usos más necesarios de la sociedad. Sus esfuerzos aunque han tenido algún efecto, no han podido extenderse más allá del estrecho círculo a que los limitaban los cautelosos permisos de la corte…” -para el caso- “… de Madrid…” (Idem) (109) 

Por lo que, anticipándose a los tiempos del buen uso de la Comunicación, sustenta… 

“Para que las ciencias y las artes se generalicen en un pueblo, es necesario que los hombres ilustrados formen una masa común del caudal de sus ideas, que ellas se comuniquen y analicen delante del público y que el ejemplo de los hombres que piensan excite la emulación de los demás…” (110)

Para, párrafos más adelante, cerrando el concepto, agregar… 

“También es necesario que cuando empieza a estimularse el amor a los cono-cimientos útiles, se ponga al alcance de todos esos preciosos depósitos”… (Bibliotecas)… “…en que el espíritu humano deja marcados los progresos que hacen cada siglo…” (111) 

Lo que se habrá de fundamentar por sí mismo. Dado que… 

“El hombre que se habitúe a pensar y que llega a sentir la necesidad de aumentar progresivamente sus ideas para mejorar su condición, no es capaz de otra inquie-tud que de la que causa el deseo ardiente de enriquecer su inteligencia. Del        mismo modo, sólo en el seno de la tranquilidad pueden formarse vastos planes y profun-das especulaciones sobre las ciencias y las artes cuyo progreso transforma y exalta a los pueblos que las cultivan.” (112) 

Más, para la “formación” de tales progresos “culturales”, -previsor-, no deja res-quicio para el equívoco y ante la posibilidad siempre latente del “silencio de la naturaleza” premeditado o promovido desde una concepción -incluso-, “ilustrada” a ultranza… reafirma sus ADVERTENCIAS  equilibradas y firmes y de tal modo “ajustadas a la realidad” que pesan aún hoy, a nuestro entender, por la posibilidad cierta de su exactitud… 

“… por desgracia los más saludables remedios que sugiere la filosofía para curar los males del género humano, empeoran su miserable destino y doblan el fardo pesado de sus desgracias cuando se quiere derogar la naturaleza de las cosas, en vez de reparar sus accidentales vicios.” (113) 

Y  acentuando lo específico de tal afirmación, puntualiza…

“La ilustración es el garante de la felicidad de un estado; pero cuando llega a generalizarse en todas sus clases, cuando el refinamiento de las ideas se sustituye a la exactitud y solidez; cuando el invariable sistema de la naturaleza  es atacado y  controvertido por la osadía seductora de las opiniones de los sabios  innovadores, entonces”… remarca… “el remedio  es peor que el mal…” (Idem) (114) 

No reniega ni se deja influir de las necesidades inmediatas “filosóficas” – “culturales”…  Por el contrario, confía sólo en la medida en que la  “naturaleza en juego” sea respetada en cuanto presencia, razón y realismo  intelectual… Pues, entre otras cosas… 

“… si antes las tinieblas ocultaban la verdad, la demasiada luz…” que se propague…  “indiscretamente”… deslumbrará… “los ojos de la multitud y semejante al que sale de un obscuro recinto a recibir”… “las impresiones que comunica el sol…”… confundirá… “la realidad de los objetos con sus ficticias especulaciones…”… corriendo en pos… “de bellezas imaginarias que”… se alejarán… “…de él cuanto más”… se empeñe.  (Idem) (115) 

Por  lo que su conclusión… reconoce “el obstáculo” (específico e integral) y  las consecuencias, inmediatas y profundas, de tal estimulación…  

“La ignorancia degrada al hombre, el error le hace desgraciado…”… y… “la ilustración llega a extraviarlo cuando conspira con sus pasiones dominantes a ocultarle la verdad y conducirlo al precipicio con brillantes engaños.” (116)

Es que la razón intelectual no debe olvidar… “Cara”: -identidad del hombre-;  “Corazón”: -“hombre” interior- naturaleza, en el intento de “dar cauce” a su felicidad.

Ya que, en sí mismo… 

“El  corazón humano…”… “… tiene un odio natural al vicio y mira con pánico terror las desgracias a que le conduce; pero luego que se le disfraza…” (Impos-tura… o distorsión de lo natural) “… la deformidad de aquel y se le oculta el tamaño natural de éstas, depone sus sentimientos naturales y se entrega con insolente complacencia al nuevo impulso que recibe.”… (117) 

Y llegadas las tales circunstancias… 

“Las Autoridades y los ejemplos persuaden poco…”… porque… “las ilusiones del momento son las que dan ley. Sólo un raciocinio práctico puede entonces suspen-der el encanto de las bellezas ideales, y hacer soportable el aspecto severo de la verdad.”  (118) 

… A  la cual, en todo momento histórico-cultural, por naturaleza y razonabilidad, se debe/rá, respetar.

La  conclusión, de difícil ilación social, implica entonces… 

“… que es preciso ilustrar al pueblo, sin dejar de formarlo en las costumbres, porque sin éstas, toda reforma es quimérica y los remedios llegarán a ser peores que el mismo mal.” (Idem) (119) 

Pero tal asignación, que se pretende plena, es posible si se considera que… 

“Sólo una buena legislación auxiliada por la naturaleza del clima, por la índole de sus habitantes y por el curso del tiempo…” (Idem) (120) 

Es  decir, factores “formadores” de la misma  Identidad… 

“… ha  podido algunas veces formar un pueblo más o menos moral y acostumbrarlo a las impresiones de la virtud.”… (Idem) (121)

Formalizando, decimos, -por el bien de todos-, un “hombre de bien” en su más plena, apta y natural capacidad “cultural”. 

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 APUNTES TOMADOS DEL EBOOK: “LOS TUTORES Y FORJADORES” (Ed. Autores de Argentina)

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