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IMPRESIONANTE CONCENTRACIÓN DE UN MERCADO DE $181 MIL MILLONES. ARGENTINA CONVERGENTE: EL DÍA QUE INTERNET, TV, TELEFONÍA Y CELULARES SE JUNTARON

concentracion de medios ene 2018Un exhaustivo informe muestra el impacto que tendrá el denominado «cuádruple play» en Argentina. ¿Se imagina un solo prestador que le brinde todos los servicios?

El 1° de enero de 2018 la Argentina dio un paso fundamental para su desarrollo económico, cultural y social: por primera vez en la historia empezará a tener un mercado convergente de comunicaciones, servicios digitales y contenidos. En Buenos Aires, Córdoba y Rosario habrá cuádruple play, es decir, oferta combinada de TV paga, movilidad, banda ancha y telefonía fija.

Un mercado que totaliza un valor de AR$ 181.000 millones (más de US$ 10.000 millones) resultante de la suma de los servicios móviles (AR$ 103.000 millones), la TV paga (AR$ 42.000 millones), la banda ancha (AR$ 23.000 millones) y la telefonía fija (AR$ 13.000 millones), según números de la industria. El aporte de la telefonía móvil -más de la mitad del mercado en facturación- explica el antiguo interés del grupo Clarín en Telecom, que tiene casi una década (pocos recuerdan que hasta 2002 llegó a tener el 20% de CTI Móvil, predecesora de Claro) .

El desafío de la fibra óptica

Los datos de penetración de los servicios muestran que hay dos segmentos de mercado muy maduros (movilidad, 76%; y TV por cable, 79%), uno maduro y en retroceso (telefonía fija, 62%) y otro en el que todavía hay mucho por conquistar (banda ancha, 45%). Para poder competir fuerte en este último segmento es necesario profundizar la capilaridad de las redes de fibra óptica, para lo cual hacen falta inversiones superiores al promedio de los últimos años. Durante 2017, Claro y Telefónica pisaron el acelerador en ese despliegue y al día de hoy avanzan a un ritmo de entre 50.000 y 100.000 hogares pasados o clientes potenciales por mes. Hoy, cada uno de ellos tiene algo más de 700.000 hogares pasados y más de 100.000 clientes de fibra óptica (la mayor parte de ellos en las zonas de menor penetración de Cablevisión lo que significa una mejora en la calidad de los servicios allí ofrecidos). Sin embargo, a las dos telefónicas les queda aún mucho trecho por recorrer para acercarse a la infraestructura fija de la fusionada Telecom/Cablevisión.

Más competencia en la oferta de fibra óptica es lo que necesita Argentina, que en la última década fue perdiendo posiciones entre los países más y mejor conectados (y tiene una de las más bajas penetraciones de fibra directa al hogar de la región).

Se viene el 5G

Los usuarios requieren más velocidad y conectarse de manera transparente en todos los dispositivos posibles para comunicarse, informarse y entretenerse donde quiera que se encuentren. En el horizonte asoma el 5G (quinta generación de conectividad móvil que requerirá más espectro, nueva y más compleja infraestructura y una red fija robusta), el video de calidad 4K o superior, un uso intensivo del big data y la industria 4.0 en un contexto de explosión de Internet de las Cosas (IoT). Buena parte del desarrollo económico y social futuro depende del despliegue de esta infraestructura de conectividad en todo el país.

Por lo pronto, el costo argentino de despliegue de una red de acceso es de unos 100 dólares por hogar pasado, valor que está en los niveles internacionales. En paralelo, Movistar, Claro y Personal siguen desplegando las redes 4G en las frecuencias adquiridas en la subasta de 2014, de la que aún existen franjas de espectro no disponibles (se licitaron sucias -en uso por otros operadores- y así siguen).

Según los datos de la Cepal (2016), las velocidades promedio de conectividad fija en la Argentina están en el orden de los 5 mbps, por debajo de Chile, Uruguay y México, y al nivel de Ecuador, Perú, Colombia y Brasil. Y en conectividad móvil, con menos de 3 mbps, está detrás de Perú, Chile, Colombia, Brasil, Uruguay y Bolivia.

En banda ancha fija, las telefónicas vienen perdiendo share de mercado por la debilidad de su tecnología frente a la potencia del cablemódem, que sólo puede equipararse llegando cada vez más cerca de los hogares con fibra óptica. En 2007, Telefónica tenía el 33% del mercado del acceso a Internet y en 2016 cayó hasta el 26%, algo similar a lo ocurrido con Telecom que en el mismo período pasó de 31% a 24%. Cablevisión/Fibertel, en cambio, pasó de 27% a 31% (aún cuando la administración anterior revocó la licencia para dar el servicio). Y el resto de los proveedores agrupados en la bolsa genérica de «otros» pasó del 10% al 20%.

Un mercado concentrado

El nuevo mercado convergente argentino arranca además con la novedad de la fusión Telecom-Cablevisión, que concentrará el 39% de la facturación, por delante de Telefónica, que le sigue con el 24%, y Claro, con el 19%. El resto se lo reparten DirecTV, Telecentro y cientos de operadores pymes y cooperativos. La diferencia en favor de la fusionada la aporta Cablevisión, que tiene el 41% de la facturación del sector de la TV paga. Medido por cantidad de suscriptores, el mercado convergente se repartirá de la siguiente manera: Telecom/Cablevisión 36%, Telefónica, 30%, Claro, 25%, DirecTV 3%, Telecentro, 1% y otros cientos de operadores independientes de distinto tipo suman 5%.

En el mercado de las compañías móviles, el share de mercado es relativamente homogéneo en el agregado nacional (se reparten un tercio de los clientes cada una), pero cuando se analiza por provincias o regiones asoman algunas diferencias. En el área metropolitana de Buenos Aires, Movistar tiene el 49% del mercado, Claro el 25% y Personal, 26%. En las principales provincias el líder indiscutido es Claro, con 50% en Buenos Aires (contra 38% de Movistar y 12% de Personal), 62% en Córdoba (contra 27% de Personal y 11% de Movistar), 47% en Mendoza (contra 38% de Movistar y 15% de Personal), y 39% en Santa Fe (contra 18% de Movistar y 43% de Personal). En el mismo sentido, tras la fusión y según la información analizada por el Enacom, en 37 localidades -mayormente de la provincia de Córdoba-, Telecom/Cablevisión tendrá más del 80% de los suscriptores de banda ancha fija y en otras muchas tendrá igualmente posiciones muy relevantes.Foto:El denominado cuádruple play de Argentina.Algunos jugadores tendrán un desafío competitivo enorme: DirecTV (AT&T) tiene el 26% del revenue share de la TV paga que en el mercado convergente representa apenas el 6%. Si se confirma el decreto de necesidad y urgencia del presidente Mauricio Macri para autorizar a las telefónicas a dar TV satelital, DirecTV tendrá más competencia que nunca (que podría traducirse en cooperación si se reeditan los planes de venta conjunta ensayados en el pasado y prohibidos por la regulación). También habrá escaramuzas competitivas de impacto local en provincias como Salta, Mendoza, el Conurbano, o en Córdoba.

¿Le toca a Entre Ríos?

Este nuevo mercado se irá constituyendo por partes durante 2018. Desde el primer día del año será legalmente posible en los tres principales centros urbanos del país: las áreas metropolitanas de Buenos Aires, Córdoba y Rosario. Pero las telefónicas también podrán ingresar en otras ciudades donde esté presente Telecom/Cablevisión (con lo cual la convergencia se extiende a casi todo el territorio), con excepción de las localidades de menos de 80.000 habitantes, que quedarán «protegidas» hasta el 1° de enero de 2019.

En aquellas de esas ciudades donde ya esté presente Telecom/Cablevisión, la empresa fusionada no podrá ofrecer cuádruple play durante un año y deberá llevar una contabilidad separada de su servicio de TV paga. Si no se producen nuevas prórrogas, todo el país será un solo mercado para todos los servicios y mediante todas las tecnologías a partir del 1° de enero de 2019.

En un país que nunca llegó al triple play (como advertimos en 2010), la mayor novedad serán los paquetes cuádruple play como los que existen desde hace años en otras plazas (TV paga, conectividad móvil, banda ancha y telefonía fija) pero los operadores podrán también plantear otros esquemas de «paquetes» de servicios y sumar aplicaciones en el plano de la seguridad, la educación y la salud, entre otros ámbitos. En cuanto a los contenidos, es probable que comience la desagregación en función de los intereses del público (que no haya que comprar 150 canales para ver sólo cinco, por ejemplo) y se entreguen las series, películas y eventos de nuevas maneras, más on demand en la ficción y con pay per view en los vivos de alta demanda (básicamente, los deportes). Las nuevas reglas aprobadas por el Enacom en las últimas semanas permitirán a los canales de televisión abierta -que siguen generando los contenidos de más alta audiencia- cobrarles a los operadores de TV paga por incluirlos en sus grillas (fuera de las áreas de cobertura de las licencias de TV abiertas originales). Se ha seguido con poca atención estas modificaciones pero en breve esos cambios serán muy visibles.

Aún sin una ley

No es sencillo desenredar la madeja regulatoria creada para mantener el status quo de los últimos años (el cable por un lado, la telefonía por otro, y la banda ancha en mínima competencia). Y hacerlo sin planteos judiciales que bloqueen ese camino -algo que parece estar lográndose- es todavía más dificultoso. Mientras sigue pendiente el debate de una nueva ley convergente (para la cual no parece haber aún suficiente consenso político), el gobierno va definiendo el nuevo esquema regulatorio a fuerza de DNU, decretos comunes y resoluciones. Las decisiones que se están tomando -convergencia, competencia, paquetización, neutralidad tecnológica, disponibilidad de espectro, etc.- van en la dirección seguida por los principales mercados, donde además son potestad de la autoridad regulatoria y no están previstas en detalle en los textos pétreos de las leyes. Interconexión, operadores móviles virtuales, portabilidad, etc. ya están vigentes en la Argentina como en los miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), a los que nuestro país quiere parecerse y a cuya entidad quiere asociarse.

Durante los meses previos a la apertura del mercado convergente, los principales operadores se tiraron con toda la biblioteca de antecedentes, locales y mundiales (?) Construyeron escenarios posibles para los próximos años y los expusieron detalladamente, anunciando cielos o infiernos según cómo se moviera la regulación. El gobierno fue administrando esos planteos, diciendo a algunos que sí, a otros que no y a la mayoría, que «ni». Participaron varios ministros, la jefatura de gabinete y hasta el propio presidente Mauricio Macri. Viajaron a Buenos Aires los «número uno» globales de los actores intervinientes y expusieron sus demandas.

Y lo más difícil: hubo que vencer un discurso que durante décadas frenó todos los avances con el pobre argumento de la concentración económica.

Después de todo eso, y con 10 o 15 años de demora, la Argentina tendrá finalmente un mercado convergente. Que sea competitivo, que los servicios estén disponibles en todos los rincones del territorio y para todos los habitantes, que sean de calidad internacional y que se consigan a precios razonables. Ahora sí se verá quién tenía razón.

Autor: José Crettaz

Fuente: El Entre Ríos.