CulturaEducaciónHistoriaInterés GeneralNacionalesOpiniónPolíticaSociedad

Haciendo Memoria: A mi no me la vas a contar… (3)[1]

Por Rodolfo Oscar Negri   –    

(Nota publicada por el diario La Calle el 15/9/13)

Mi estimada Flora, acabo de recibir tu mensaje respecto de mi carta anterior y no quería que pensaras que no quería responderte.

Me decís que los cambios de política lejos de ser una actitud responsable o democrática son el resultado de la “paliza” electoral y la desesperación que tiene la “yegua” de conservar el poder a cualquier costo, ya que eran cambios que todo el mundo reclamaba.

Está bien, esa es tu interpretación, permitime ahora desarrollar la mía.

En primer lugar, dejame hacerte acordar que los que –para vos- fueron “víctimas” de la paliza en realidad ganaron las elecciones. No lo olvides.

Después, creo que es importante que entiendas que todo gobierno tiene una agenda o lista de prioridades, donde se establecen los temas que van siendo encarados como prioridad de gestión; es más, toda sociedad la tiene. La de quienes tienen la responsabilidad de definir las políticas debe respetar las prioridades que le impone el compromiso electoral por el que han sido elegidos. Si no lo hacen, estarían traicionando el mandato que la sociedad le encomendó.

¿Sabes cuál es la diferencia? Que ahora la agenda la marca el gobierno y no, como era antes, que lo hacían los medios hegemónicos.

Acordate de aquellos que decían que “cinco tapas” de cierto diario derrocaban a un gobierno o la confesión del propio De la Rua, cuando dice porque lo nombró a Cavallo ministro de economía.

¿Cavallo, economía, bancos, ahorro, corralito, explosión, 2001; te suenan, Flora?

No, quien ahora marca la prioridad de los temas es el gobierno y lo hace en función de un mandato que le dio la sociedad. Ni más ni menos. Claro, el tiempo pasa volando y vos te olvidas de las elecciones que llevaron a la presidencia a quien hoy la ejerce, a vos –Flora- te corre el titular del diario, el “periodista político” o el comentarista del noticiero que te taladra la cabeza. Son ellos los que marcan tu propia agenda y no creas que a vos sola.

En realidad, y volviendo a las elecciones a las que haces referencia, sí son un indicador sobre el que los gobernantes tienen que tomar nota, pero es porque es lo que surge de la voluntad soberana de la ciudadanía y no de los intereses de los poderosos que manejan los medios concentrados. Esos que hacen poner los títulos de los diarios. Por eso es ahora lo de las medidas que vos supones como “demagógicas” y no antes.

Pero ¿querés que te diga una cosa? me llamó la atención de tu expresión ofensiva, si me permitís que te lo diga Flora, de la presidenta. Vos también sos mujer y me extraña tanta saña. Podes no estar de acuerdo, tener diferencias… pero ¿insultarla? Así, de esa forma…

Solo para que lo sepas, cuando éramos chicos existía el desacato ¿vos sabes lo que era el “desacato”? Era insultar a un funcionario y era un delito tipificado por el Código Penal y el que lo hacía iba preso. La Argentina lo derogó en el año 1993 (art. 2 de la ley 24.198) e hizo muy bien, pero si bien no es más un delito, es –como mínimo- una falta de respeto. No ya al funcionario por serlo, sino a cualquier persona. Ahora, si –además- esa persona representa a la voluntad soberana del pueblo, ya me parece que te extralimitas. Ni tus padres, ni los míos nos enseñaron eso, pero volvamos al tema de nuestro intercambio, porque en ese punto me parece que descubro una de las verdaderas razones de tu encono. ¿Así que el problema es la persona de Cristina, Flora? ¿Así que te pone loca verla a “ella” por televisión? Te pone mal su soberbia, su autosuficiencia… le tenes un rechazo “visceral” …

Y bueno, eso es totalmente subjetivo.  Nadie te puede obligar a que alguien te caiga más o menos simpático. Pero, razonémoslo un poco juntos.

Dejame preguntarte, Flora ¿Cuándo vas al médico que buscas, que te cure alguna enfermedad o que te guste su vestimenta y tener buena onda con él?… o ¿Cuándo vas a la carnicería que buscas, buena carne o que el carnicero sea humilde y te caiga simpático? Buscas a quien tenga la capacidad de realizar con solvencia la tarea para la cual lo requerís o te brinde el servicio que precisás. ¿Qué el mío es un razonamiento eficientista? ¿Que este camino que estoy transitando no te gusta? Recorramos otro, si querés, pero que sea totalmente objetivo.

Describamos lo que se ve, en lo que tanto te molesta.

Dice sus discursos sin leer. Ojo y esto no lo asocio con la buena memoria, sino con saber qué es lo que se quiere decir… “tenerla clara”, como dirían los gurises. Te guste o no lo que diga.

Es una militante de toda la vida. Su aspecto físico, su cosmética, forma de peinarse, de vestir…

Su forma de hablar o el tono de su voz… Su actitud frente al auditorio…

El hacer referencias a su difunto marido… El hacer un repaso de las acciones de su gobierno en cada una de sus intervenciones… Que se “planta” ante adversarios poderosos… Cristina es mujer, con todo lo que significa.

¿Qué es lo que te cae tan mal? ¿Una de esas cosas o todas? No sabes cual, específicamente, pero me dirías que todas ¿no es cierto? Nada de lo que marcaste es relevante para odiar a un mandatario. ¿Te caían mas simpáticos Menem o de la Rua? ¿O lo que en realidad te molesta es la imagen que los medios hegemónicos generaron de la presidenta –aquel de la mujer histérica, bipolar, superflua, cholula, snob, que gusta de las carteras costosísimas, del despilfarro, etc.- y ése es el perfil que odias? Ese, ese, Flora, es el que fabricaron para vos. El que te hicieron creer.

¿Qué tampoco te gusta esta línea de pensamiento? Vayamos por otra. Sigamos tratando de ser objetivos, Flora, porque allí está el secreto de este ejercicio.

¿Has visto a una persona que se la insulte más? Estimo, que solamente a Evita, vos no la conociste y yo era muy chico cuando murió; pero creo que debe ser -tal vez- uno de los pocos personajes históricos comparables en ese aspecto. ¿A Menem o a De la Rua? ¿Tal vez a Cavallo, artífice del corralito? ¿Al genocida Videla o a cualquiera de los asesinos que lo secundaban? ¿A ellos se los insultaba así? No. Aún cuando ya no estaban en el gobierno, no.

¿Sabes porque, mi querida Flora? Porque ella, en realidad, no es solo todas esas cosas que te acabo de señalar, en todas y cada una de las líneas de razonamiento que te mencioné; es mucho más que eso. Es la personificación de una política y ella no lo esconde. Una política que busca recuperar el Estado, priorizar el mercado interno (esto es que vivan mejor los argentinos, sobre todo los mas humildes), reconocer derechos y redistribuir la riqueza. Claro que, cuando haces cualquiera de ese tipo de cosas, le “metés la mano en el bolsillo” a alguno (redistribuir significa repartir distinto, más equitativamente, significa sacarle a unos para darle a otros) y si ese alguno es muy poderoso, cuidado. Una política que, a vos Flora, te ha beneficiado. Si ya sé que, que estés pasando el mejor momento económico de tu vida es tu propio mérito, pero si no fuera por el marco político que vivimos, jamás estarías tan bien, pero como no lo vas a reconocer, volvamos a ella.

Ella se expone todos los días y da la cara. Aquí y en el extranjero. No tiene dos caras. Es una mujer apasionada. No especula. Tiene una posición y la juega permanentemente. Eso, en realidad, es lo que pasa con Cristina. Fijate que diferencia con la cabeza del grupo mediático hegemónico que pone por delante suyo al periodista converso o a un etereo “círculo rojo” o a una mesa de ensalce o a políticos mediocres, desesperados por hacer méritos para ser elegidos como “el” muñeco del titiritero, pero él, Flora, él, jamás da la cara. Si, alguna vez lo hizo, hace años; y cuando lo hizo, Flora, preguntale a Lidia Papaleo lo simpático que fue… (Para quien no conoce la historia, le exigió a la mujer –cautiva por la dictadura militar- que firme la “venta” de Papel Prensa –empresa que detenta casi el monopolio del papel de diario en la Argentina y de la que ella y su familia tenían la mayoría del paquete accionario- o corría peligro su vida y la de su hija) … pero eso fue hace mucho tiempo y te han convencido de que “hay que dar vuelta la página” y “mirar el futuro”.

¿Sabes porque te lo dicen? Porque el que no conoce su pasado está condenado a repetir sus experiencias y de esas experiencias, malas para quienes somos los eslabones más débiles de la cadena, los grupos de la economía concentrados se han servido para hacer sus portentosas fortunas y conservar el poder.  Por eso les conviene que todo el mundo se olvide del pasado. Es la forma de esconder su mísero accionar y que vos no puedas preguntarte ¿Cómo llegue (llegamos) hasta aquí? Por eso es importante y te pido, no la razón, no reconocimientos… ME-MO-RI-A, Flora. Solo eso. ME-MO-RI-A Si te acordás claramente de las circunstancias de las que fuiste víctima, no te vas a equivocar y volver al pasado es lo que te prometen quienes la enfrentan. Ah… y no te enojes conmigo porque pienso diferente… en realidad no es tan así, estoy siendo –casi- tu propia conciencia. Si te acordás lo que pasaste (lo que pasamos), jamás querrás volver a ello y sé que harás lo correcto. ¿A mí? A mí no me la vas a contar…

(Nota publicada por el diario La Calle el 15/9/13)

[1] Título original de las charlas radiales de Enrique Santos Discépolo en 1951, que en un principio tuvieron el nombre de “Pienso y digo lo que pienso” y que tomo a modo de homenaje a uno de los hombres más grandes y talentosos con que contó el movimiento nacional y popular.

Related Articles

NacionalesEconomiaPolíticaPolíticaPrincipalesProvinciales

Nación otorgó un anticipo financiero de $220.000 millones a Entre Ríos

El gobierno nacional otorgó un anticipo de $220.000.000.000 a Entre Ríos para...

NacionalesEconomiaPolíticaPrincipalesSociedad

Aumentos de tarifas de luz y gas desde enero

El Gobierno publicó resoluciones que dan el marco a ajustes de tarifas...

NacionalesEconomiaPolíticaTrabajo

Caputo admite que el fondo de despidos irá al mercado de capitales

El ministro de Economía confirmó que el llamado Fondo de Asistencia Laboral...

NacionalesEconomiaPolíticaSociedad

Los datos oficiales, muy lejos de la realidad

Un informe indagó sobre las controversias de estadísticas asociadas a sectores claves...