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GOLPE AL PROGRESISMO: TRIBUNAL RATIFICA LA CONDENA A LULA ¿QUÉ OPCIONES TIENE DE VOLVER A LA PRESIDENCIA DE BRASIL?

lula con la mano en la cabezaLa cadena BBC Mundo da cuenta de la noticia que repercutiera en el mundo, respecto del favorito para la próximas elecciones presidenciales en Brasil. Bajo un manto de todas las sospechas sobre la justicia, aparece esta decisión. Compartimos la nota del medio internacional:

El futuro político del expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, es desde este miércoles un poco más oscuro.

Un tribunal de apelaciones brasileño ratificó por unanimidad la condena por corrupción pasiva y lavado de dinero dictada contra él en julio de 2017,y aumentó la pena hasta los doce años y un mes de prisión.

Lula aspira a presentarse a las elecciones generales de octubre de 2018 y el fallo por unanimidad de los tres jueces de un tribunal regional de Porto Alegre compromete seriamente sus opciones de competir por la presidencia.

Pese a que figura con ventaja en todas las encuestas, la decisión judicial podría acabar con sus aspiraciones.

Lula y sus abogados han anunciado que apelarán y el exmandatario aseguró que, fuese cual fuese el dictamen de los jueces, mantendría su apuesta.

Según Katty Watson, corresponsal de la BBC en Sudamérica, «el proceso de apelación le servirá para ganar tiempo y permanecer en la carrera unos meses más, pero una nueva condena criminal hace que un nuevo mandato de Lula parezca mucho menos probable».

Los tres jueces en la corte de apelaciones dijeron que el exmandatario había incumplido la ley al aceptar sobornos por valor de US$1,1 millones de la constructora OAS, una de las empresas implicadas en el escándalo conocido como «Lava Jato».

El exmandatario había sido condenado en primera instancia a nueve años y medio de prisión.

El caso «Lava Jato», la trama corrupta vinculada a la petrolera estatal Petrobras, ha convulsionado la política del país sudamericano en los últimos años.

Tras conocer la noticia, Lula aseguró ante una plaza abarrotada por miles de simpatizantes en Sao Paulo que «la provocación es tan grande», que ahora quiere «ser candidato a la presidencia».

«Si cometí un crimen que me lo presenten y si me lo presentan, desisto de la candidatura», insistió.

Obstáculo a la candidatura

El hecho de que la ratificación de la condena haya sido por unanimidad de los tres jueces del tribunal supone un serio obstáculo para las opciones de Lula de volver a ser presidente.

Al no haberse producido ningún voto en contra, los plazos para la revisión de un posible recurso de apelación de Lula se acortan, reduciendo las posibilidades de que el expresidente pueda registrar su candidatura antes de haber sido definitivamente inhabilitado.

La ley brasileña conocida como «Ficha Limpa», prohíbe que sean candidatos políticos cuyas condenas hayan sido confirmadas por un tribunal de apelación.

Sin embargo, una corte electoral debe tomar una decisión final sobre cada candidatura y solo lo haría una vez que un candidato se haya registrado.

Lula puede apelar la decisión del miércoles del tribunal de apelaciones de Porto Alegre ante cortes superiores para retrasar un fallo final, posiblemente evitando la cárcel y consiguiendo el tiempo suficiente para inscribir su candidatura antes de la fecha límite del 15 de agosto.

La batalla será por los plazos.

Derechos de autor de la imagenAFPImage captionSimpatizantes de Lula se manifiestan en su apoyo en Sao Paulo.

Intereses políticos

Lula niega haber cometido irregularidades y argumenta que el juicio en su contra tuvo intereses políticos para menoscabar sus aspiraciones electorales.

El histórico líder del Partido de los Trabajadores es el preferido para ser candidato a las presidenciales.

Según Watson, «los seguidores de Lula no contemplaban otro escenario».

Diego Scardone, portavoz del Partido de los Trabajadores, censuró la sentencia en declaraciones a la BBC:

«El Partido de los Trabajadores entiende que esto va más allá del caso de Lula. Estamos viviendo en un país en el que los jueces emprenden acciones que van más allá de nuestra constitución y que otros jueces pueden repetir en diferentes casos sobre otros brasileños. Así que percibimos que esto no es solo la defensa de Lula, sino, más allá de eso, la defensa de nuestra democracia y de nuestras leyes».

Más tarde, la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, aseguró en un comunicado que su partido proclamará al expresidente de nuevo candidato en la próxima convención del partido.

«Vamos a luchar en defensa de la democracia en todas las instancias, en la Justicia y principalmente en las calles».

Por su parte, el presidente boliviano, Evo Morales, aseguró en Twitter que Lula es víctima de una «conspiración» de la «derecha» para apartarlo del poder.

El papel de Sérgio Moro

Según el tribunal que lo condenó, Lula aceptó un apartamento en una playa de Sao Paulo como regalo de una empresa que hacía negocios con su gobierno.

La condena fue dictada por Sérgio Moro, el juez federal que dirigió la investigación del caso «Lava Jato» y que se ha convertido en una de las figuras más notorias en la política brasileña.

Lula acusó a sus enemigos de intentar sacarlo de la arena política, tal como a su juicio hicieron en 2016 con su sucesora Dilma Rousseff, también salpicada por el caso «Lava Jato» y destituida tras un juicio parlamentario.

Rousseff no fue encontrada culpable de ningún ilícito penal por los tribunales, pero sí responsable de irregularidades presupuestarias por el Congreso.

Su sucesor, el presidente Michel Temer, y otros dirigentes políticos brasileños también se han visto envueltos en el escándalo, que ha minado la confianza de los brasileños en sus dirigentes políticos.

Aunque este proceso es solo uno de los siete que acumula Lula con la justicia, se considera fundamental para sus opciones de mantenerse en la carrera por la presidencia.

«Estoy con la tranquilidad de los justos, de los inocentes. Dudo que los jueces que ya me juzgaron y los que van a juzgarme estén tan tranquilos como yo. Yo sé que no cometí ningún delito», volvió a defender en un acto público la semana pasada.

Lula fue presidente de Brasil entre 2003 y 2010. Le sucedió su jefa de gabinete, Dilma Rousseff. La destitución de esta en 2016 puso fin a 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores.

 

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