Por Rodolfo Oscar Negri –
La tristeza de escribir noticias como esta, pero que reflejan situaciones trágicas que no se pueden ignorar y a las que se les debe poner fin. No queremos entrar en la crónica policial, no es materia de nuestra publicación, pero la carga es tan pesada que no se puede obviar ni mirar para el costado. No se puede. No se debe.
Los hechos
Según describe 9ahora.com.ar, se fue sucediendo esta terrible seguidilla.
Paraná
Miriam Romina Ibarra y Lidia Nora Milessi (una policía y una docente) murieron a balazos en dos puntos distantes de la capital provincial cuando la expareja de ambas, un efectivo de la Prefectura Naval Argentina llamado Orlando Aníbal Ojeda, de 46 años, usó su arma reglamentaria para salir a asesinarlas el sábado por la noche, al tiempo que dejó herido a un vecino que intentó defender a una de ellas. El hombre, que había sido denunciado por violencia de género y violó una restricción perimetral, está detenido y a disposición de la Justicia.
Concordia
El domingo en Concordia, un hombre con antecedentes de violento intentó asesinar a su expareja y a su nuevo concubino. Ambos resultaron baleados y el autor del hecho, Miguel Ángel Rodríguez, de 48 años, se suicidó. El herido se encuentra fuera de peligro y la mujer lucha por su vida en al Hospital Delicia Concepción Masvernat, ya que recibió uno de los tiros ingresó por su cuello y le lesionó la arteria yugular.
Concepción del Uruguay
Finalmente, a las 0.30 de este lunes, un femicida de Basavilbaso llegó en remis a la casa de su expareja, en Concepción del Uruguay, violando la restricción de la Justicia. Allí, Juan Pablo Ledesma mató a su expareja, Johanna Carranza, a las dos pequeñas hijas de ambos, Luciana y Candela Ledesma -de 5 y 7 años- y a la nueva pareja de la mujer, Carlos Vicente Peralta, de 23 años. Usó un arma blanca para apuñalarlos hasta la muerte y luego intentó quitarse la vida. Está internado, custodiado por la Policía.
¿Hasta cuándo habrá que seguir insistiendo?