Edgardo Paccot había nacido en Concepción del Uruguay el 5 de abril de 1964. Egresado del Colegio del Uruguay, fue un activo militante de la Unión Civica Radical (UCR), en cuyo seno ocupó diversos cargos de conducción partidaria, siendo en numerosas ocasiones congresal provincial y candidato en varias oportunidades.
Entre 1995 y 1999 ocupó una banca en el Concejo Deliberante de Concepción del Uruguay, en representación de su partido, y cubriendo de ese modo el lugar vacante que había dejado el fallecimiento de Italo Max Desideri.

A Edgardo le tocó ser oposición del gobierno municipal encabezado por Luis Enrique Bermúdez, una las gestiones más controvertidas desde la recuperación de la democracia (que concluyó con la condena por peculado del propio Bermúdez y dos de sus funcionarios más importantes).
Edgardo era además un activo emprendedor que desde hacía varios años y con su familia, llevaba adelante la propuesta gastronómica de “Dolores Costa”. Quienes lo conocimos (tanto en ese rol como en su militancia política) lo recordaremos como una buena persona, de agradable trato y conversación, siempre con una sonrisa y dispuesto a la charla amena, en especial sobre los problemas del país y de la comunidad, siempre a partir de valores como la igualdad y la solidaridad, la defensa de lo público y de la justicia social.
José Antonio Artusi, amigo y correligionario, lo despidió con estas palabras: “Amigo, compañero de la gloriosa promoción 1982 del Colegio del Uruguay, correligionario. Lo vamos a extrañar y lo vamos a recordar por tantos buenos momentos que compartimos. Nuestras condolencias a sus seres queridos. QEPD”.
Una de sus amistades, Norberto Cacho Amengual, lo definió en diálogo con esta Redacción con las siguientes palabras: “Edgardo era un verdadero demócrata, en el sentido de que hablaba con todos, y siempre de esa manera pausada, serena, con la que no trataba de imponer ideas sino de consensuar. Y siempre trataba de hablar de lo importante de la política, que son los principios, que son los valores”.
Valeria García, otra amiga de Edgardo y de su familia, añadió: “Era un tipo magnífico. Lo admirábamos muchísimo. Siempre dispuesto y con buena onda para cualquier cosa que uno propusiera”.
También Pedro Parpagnoli, amigo de Edgardo, lo despidió: «Nuestras diferencias nunca nos alejaron, porque siempre prevalecieron nuestros ideales comunes. Te recordaré con el respeto y afecto de siempre».
Por esa forma de ser y por su bonhomía, Edgardo había cosechado muchas amistades y cultivaba una relación profunda con sus compañeros de secundaria y hasta sus profesores. El año pasado celebró sus 60 con un encuentro en donde se dieron cita y quedó más que demostrado el afecto que tantas personas le prodigaban.
Edgardo Paccot tenía 60 años y estaba casado con Claudia Pepe, con quien tienen dos hijas Karen y Daiana, y una nieta, Luna.
(fuente: extracto de la nota de El Miercoles Digital)