Alcanzaron los u$s394,1 millones y representaron más de 100.000 toneladas. Más del 50% de lo comercializado en el exterior fue leche en polvo.
Una de las claves para la rentabilidad de la industria láctea es crecer en exportaciones de productos con valor agregado. Más allá de los envíos de leche en polvo, las principales empresas del sector buscan además ganar participación en el rubro quesos. Mientras tanto, en el mercado local el panorama presenta algunas señales de alerta.
Según explican desde el sector empresario, en los últimos meses, y ante la caída del poder adquisitivo de la población se comenzaron “primarizar” las ventas. Es decir, actualmente los consumidores compran productos con menos valor agregado como leche fluida, frente a otros como postres, yogures o quesos de pasta dura. Esta situación pone en alerta al sector empresario mientras ajusta costos para no trasladar incrementos a las góndolas.
Los números de la industria explican que desde noviembre del año pasado la evolución de los precios de la canasta láctea está por debajo de la inflación. Otro punto que destacan es que en enero pasado las ventas en el mercado interno cayeron 3,3% en volumen y 6,3% en facturación. Esta disminución puede estar relacionada, en parte, al deterioro en la relación canasta láctea y el salario mínimo, vital y móvil (-7,1% interanual). En ese sentido, para inicios de 2022, la participación de la canasta láctea en el salario es 37,5% vs 20,8% en el promedio de los últimos 5 años.
Un reporte de la red CREA explica también que, para marzo de este año, el Índice de Costo (IC) aumentó 8,8% interanual, mientras que el Índice de Precio (IP) lo hizo en 1,6%. Es así como la relación IP/IC se ubicó en 0,81, siendo la relación más baja del último año. “De esta manera, se acentúa la tendencia a la baja, y continúa deteriorándose la rentabilidad de las empresas lecheras”, detalla la entidad productiva para explicar la actual situación de los tambos.
En este contexto se espera un año con desafíos para la industria láctea, con costos en aumento para el productor y un mercado interno que no termina de despegar, mientras que los altos precios internacionales de la leche en polvo pueden convertirse en un factor clave que continuará motorizando la rentabilidad de la industria.
Por Yanina Otero
(fuente: Ambito.com)