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¿Es Marcos Aguinis la parte atroz de la Argentina?

[box title=»por Aida “Marisa” Toscani (*)» type=»whitestroke» pb_margin_bottom=»no» width=»1/1″ el_position=»first last»]

En el transcurso de la primera década del siglo XXI, se advierte que los gobiernos que respondían a un  modelo neoliberal son reemplazados, en diferentes países de América del Sur. Si bien hay diferencias ideológicas entre cada uno de esos gobiernos, todos  coinciden en conformar Estados con fuerte intervención en las decisiones estratégicas, claras políticas de justicia social, impulso decidido al desarrollo industrial de base, un resguardo de la soberanía nacional y una decidida alianza con los países latinoamericanos, a partir de la cual se enfrentan al imperialismo de los países centrales.

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A partir de los cambios mencionados, en determinados sectores sociales,  vuelven a resonar aquellos conceptos, que conformaban los ejes de discusión permanente entre los trabajadores, los estudiantes, los investigadores, los docentes, y la sociedad en general en las décadas del 60 y del 70 durante el siglo XX. Esos conceptos, entre otros, eran: Patria, Antipatria,  vendepatria, oligarquía, liberación, dependencia, explotados, lucha de clases, cipayo.

Los conceptos señalados, fueron apagándose, pero  otros desaparecieron del lenguaje, barridos por el huracán del neoliberalismo, impuesto a partir de la crisis que desencadenó el aumento del petróleo en la década del 70.

Autores como Jauretche, Scalabrini Ortiz, William Cook, Hernández Arreghi, Fanon, Nguyen Giap, Mao Se Tung, Freire, se transformaron en los malditos de las bibliotecas y desaparecieron de los anaqueles. Otros en cambio sortearon el vendaval neoliberal y se resignificaron,  entre ellos se encuentra Marcos Aguinis.

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Un escritor que en la década del 70 entusiasmó con su libro “La cruz invertida” que hablaba de una Iglesia del Tercer Mundo que se relacionaba con los más pobres, y buscaba transformar la realidad de injusticia.

Ese mismo Aguinis es hoy un prolífico autor de numerosos libros promovidos por los medios de comunicación monopólicos, que a su vez forman parte de empresas editoriales. Así fue convertido en un referente obligado en todo debate de análisis sociológico, histórico, económico, político y literario.

¿Por qué elegí analizar uno de sus libros? Debido a que ha sido seleccionado por docentes del secundario en escuelas del distrito de Pergamino como texto, para su análisis en el trabajo del aula. El libro de referencia es “El atroz encanto de ser argentino”

¿Cuáles son los criterios generalmente que guían la selección  de una lectura?

La calidad literaria es uno de ellos, otro importante es el aporte al conocimiento científico que realice el autor.

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Con este último criterio comenzaré el análisis de algunos temas.

[/impact_text] [box title=»1- El gaucho» type=»coloured» pb_margin_bottom=»no» width=»1/2″ el_position=»first»]

Al gaucho lo define como la “masa rural que no reconocía oficio ni gobierno ni justicia y cita a Rodolfo Puiggrós -sin indicar datos del libro- y define al gaucho como “mozos perdidos corridos por la miseria y el hambre del viejo hogar, se mezclaban con los indios y vivían carneando vacunos”

Estas definiciones han sido largamente refutadas por historiadores como Fradkin, Garavaglia, Mayo, o economistas como Gelman que a partir del análisis de fuentes como los diezmos, análisis censales, registros contables de estancias, informes de los comandantes de los fuertes y tantos otros documentos comprobaron que la pampa rioplatense  o la zona rural del centro y noroeste de Argentina fue habitada y puesta en producción por familias campesinas que desarrollaron una economía basada en la crianza de ganado que variaba según la región y además hacían agricultura. En las dos últimas regiones las mujeres agregaban la industria textil a la economía familiar.

Las afirmaciones de Aguinis niegan el conocimiento científico ya que no están respaldadas por el dato empírico y tampoco representan a teorías con valor académico. En realidad repite el estereotipo sobre el gaucho que la clase dominante buscó imponer, a fin de desacreditar al campesino, ocupante de la tierra, y a quien buscaba disciplinar y convertir de productor independiente en peón rural, sujeto al trabajo de explotación en el latifundio.

[/box] [box title=»2- 2- Los gobiernos de la generación del 80″ type=»coloured» pb_margin_bottom=»no» width=»1/2″ el_position=»last»]

El tema es abordado con la ligereza, mediocridad y falta de rigor científico que caracteriza todo el libro, pero hay que agregar la falta de coherencia pues lo que dice en unas páginas lo desdice en otras.

En la página 19 rescata con especial regocijo la obra de un italiano, Bevione, quien publica, luego de haber asistido a las celebración del primer centenario de los sucesos de mayo de 1810, sus conclusiones de la realidad Argentina de esa época.

El visitante italiano, reproduce Aguinis, “vio reptar  serpientes que segregaban el veneno de la corrupción. Vio la dilapidación irresponsable de los dineros públicos” Pero en la página 36 afirma “El prestigio edificado por la generación del 80”

Es muy valioso en la construcción del conocimiento en las Ciencias Sociales que el docente presente al alumno diferentes teorías enfocadas al análisis de un fenómeno histórico, para que según los criterios de cada uno  puedan elaborar una definición sobre esos sucesos.

¡Pero que la controversia se produzca, dentro de los escritos de un mismo autor¡ Sólo puede generar confusión, en el aprendizaje de los alumnos.

[/box] [divider type=»standard» text=»Go to top» width=»1/1″ el_position=»first last»] [box title=»3- La Dictadura Militar de 1976″ type=»coloured» pb_margin_bottom=»no» width=»1/1″ el_position=»first last»]

Llama la atención lo breve del espacio dedicado a la dictadura militar instaurada a partir de 1976,  período en el cual se destruyó el entramado social de Argentina y se devastó su economía y cuyas consecuencias perfilaron los gobiernos y el destino del país en las décadas siguientes.

Es necesario destacar la justificación los golpes de estado que explicita en la página 45. Según Aguinis, frente al caos en que nos debatimos los argentinos, “aparecieron las Fuerzas Armadas como la única institución capaz de unir los pedazos en que estaba dividido el país.”[1] 

En acotados párrafos, diseminados en diferentes temas, trata el gobierno de facto de 1976. Lo incluye, por ejemplo, cuando describe una de las características de la identidad de los argentinos, como es la viveza criolla. En un lenguaje coloquial y chabacano característico de toda la obra, intenta explicar el genocidio provocado por la sangrienta represión militar dentro de lo que entiende como “una expresión trágica de la estructural viveza criolla.”[2] Con una liviandad que asusta y mucho de perverso engaño, atribuye la conducta de los militares y civiles genocidas a “una “avivada”,a “engaños de pícaros.” Denominación que este atroz argentino, asigna a hechos como  asesinatos, torturas, desaparición de personas, apropiación de niños, crímenes considerados de lesa humanidad y por los cuales hoy, esas personas, están siendo juzgados por la Justicia argentina con una dignidad que sirve de modelo en todo el mundo.

[1] AGUINIS, M. El atroz encanto de ser argentino, Buenos Aires, Planeta, 2001. P. 45
[2] Idem. p. 97

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Si este autor no se leyera en las escuelas y no ocupara largamente los anaqueles de las librerías y bibliotecas no merecería siquiera mencionarlo.

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Marcos Aguinis

Su amplia difusión exige un análisis. Exige que quien lo utiliza enseñe también la intencionalidad del autor, que se comprueba al ver que integra la nómina de invitados especiales de la Sociedad  Mont Pelerin fundada por el economista neoliberal estadounidense Von Hayek.  Descubrirán entonces que la devastadora versión de la historia Argentina busca provocar, sobre todo en las jóvenes generaciones, el desánimo y la falta de confianza en el destino del país.

Una sociedad como la que se trató de construir a partir de 1976, sólo responde a los intereses de los países centrales y Aguinis funciona dentro de ese modelo de entrega colonial.

Sin embargo en los últimos años a partir de los gobiernos del Dr.  Néstor Kitchner y la Presidenta Cristina Fernández al recuperar el objetivo de construir una Argentina inserta en la tradición cultural de América Latina, y con el alto propósito de trabajar por la felicidad del Pueblo, es que la sociedad y en especial los jóvenes han recuperado la memoria sobre las heroicas experiencias realizadas por los argentinos. Y es esa memoria la que le pone un límite, una valla al perverso accionar de Aguinis, un atroz argentino.

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(*)
  • Licenciada en Historia en la Universidad de La Plata
  • Docente investigadora categoría 5
  • Ha sido prof titular de en el profesorado de Historia del  ISFD y T N° 122 de Pergamino en:
o   Historia Americana III (Siglo XX y XXI)
o   Técnicas de Investigación Histórica I
o   Es prof titular en Investigación Histórica II
o   Ha sido profesora en el ISFD N° 5 de Pergamino en:
o   Historia Argentina y Latinoamericana en la carrera de Trabajo Social.
o   En la Universidad Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires
o   Ha sido Ayudante   con dedicación simple en la cátedra Realidad Contemporánea
o   Ha sido Ayudante con dedicación Simple interino de la cátedra Historia Económica y Social.
  • Ha dictado cursos para el Nivel Secundario y Primario referidos a Investigación en Historia.
  • Recientemente enfocados a la Historia Local y su enseñanza en el nivel secundario.
  • Ha participado en Congresos y Jornadas sobre Historia.
  • Ha publicado trabajos en revistas especializadas, congresos y eventos científicos en el país y en el exterior.

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