La demanda de las fórmulas de mayor calidad bajó un 22,67%. Preocupa que no hubo contrapartida con un aumento en el consumo de súper. Conclusión: la gente usa menos el auto.
La Secretaría de Energía dio a conocer los movimientos en el mercado de combustibles registrados en enero. Según el informe, el consumo en las bocas de expendio sufrió una caída del 5,76% respecto al mismo mes del año anterior.
Los empresarios del sector auguraban un desplome en las ventas como consecuencia de los sucesivos aumentos que se desencadenaron a partir de la liberación en los precios que impulsó el Gobierno luego de asumir el 10 de diciembre.
De todas maneras, en la órbita de las estaciones de servicio no cayó del todo mal la noticia, ya que se anticipaba una baja más pronunciada.
Desde la asunción de Javier Milei en la presidencia, el precio del litro de nafta y gasoil acumuló un alza que promedió el 86%. En los últimos tres meses, los combustibles subieron un 38%, un 27% y, tras la actualización en los impuestos de principios de mes, otro 6,5%.
Ese raíd, además, se sumó a los ajustes que las petroleras habían aplicado en noviembre, en la previa del balotaje presidencial.
La perspectiva para los próximos meses tampoco resulta alentadora: tras el fin del congelamiento del impuesto a las naftas, el Gobierno dispuso una actualización progresiva del tributo, que impactará indefectibles en los precios de los surtidores al menos hasta mayo inclusive.
Los números de la venta de combustibles
Ahora, en el primer mes de 2024, el impacto de los incrementos se reflejó con mayor intensidad en la demanda de la nafta de mayor calidad, que cayó un 22,67%.
El dato genera preocupación extra debido a que ese consumo no se trasladó a la nafta súper, que no evidencio variaciones en la comparativa interanual.
De esta tendencia se desprende que los usuarios que compraban los combustibles Premium se trasladaron hacia los productos más baratos, mientras que los que adquirían estos últimos, optaron por trasladarse menos en vehículos particulares.
La situación del resto de los derivados acompañó la tendencia a la baja: -7.5% para el caso del diésel Premium y -3,8% para el gasoil.
La demanda de las fórmulas de mayor calidad bajó un 22,67%. Preocupa que no hubo contrapartida con un aumento en el consumo de súper. Conclusión: la gente usa menos el auto.
La Secretaría de Energía dio a conocer los movimientos en el mercado de combustibles registrados en enero. Según el informe, el consumo en las bocas de expendio sufrió una caída del 5,76% respecto al mismo mes del año anterior.
Los empresarios del sector auguraban un desplome en las ventas como consecuencia de los sucesivos aumentos que se desencadenaron a partir de la liberación en los precios que impulsó el Gobierno luego de asumir el 10 de diciembre.
De todas maneras, en la órbita de las estaciones de servicio no cayó del todo mal la noticia, ya que se anticipaba una baja más pronunciada.
Tras la liberación de precios y los aumentos, el descenso se dio en todas las estaciones de servicio menos en las de YPF, que tuvo un leve crecimiento. Shell, Axion y Puma registraron bajas de dos dígitos.
Desde la asunción de Javier Milei en la presidencia, el precio del litro de nafta y gasoil acumuló un alza que promedió el 86%. En los últimos tres meses, los combustibles subieron un 38%, un 27% y, tras la actualización en los impuestos de principios de mes, otro 6,5%.
Ese raíd, además, se sumó a los ajustes que las petroleras habían aplicado en noviembre, en la previa del balotaje presidencial.
La perspectiva para los próximos meses tampoco resulta alentadora: tras el fin del congelamiento del impuesto a las naftas, el Gobierno dispuso una actualización progresiva del tributo, que impactará indefectibles en los precios de los surtidores al menos hasta mayo inclusive.
Los números de la venta de combustibles
Ahora, en el primer mes de 2024, el impacto de los incrementos se reflejó con mayor intensidad en la demanda de la nafta de maor calidad, que cayó un 22,67%.
El dato genera preocupación extra debido a que ese consumo no se trasladó a la nafta súper, que no evidencio variaciones en la comparativa interanual.
De esta tendencia se desprende que los usuarios que compraban los combustibles Premium se trasladaron hacia los productos más baratos, mientras que los que adquirían estos últimos, optaron por trasladarse menos en vehículos particulares.
Shell, Combustible, Aumento
Shell registró una caída de 15,5% respecto al mismo mes de 2023, y en las estaciones de servicio de Axión la venta de combustibles bajó 14,34%.
La situación del resto de los derivados acompañó la tendencia a la baja: -7.5% para el caso del diésel Premium y -3,8% para el gasoil.
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El balance intermensual fue igualmente negativo. Comparando enero 2024 con diciembre 2023, se produjeron declives del 15,24% en el consumo de la nafta Grado 3; 5,36% en la súper; 7,3% en el diésel Premium y 6,96% en el gasoil Grado 2.
Entre las empresas, solo YPF fue marcó la diferencia con ventas que escalaron 2,89%, en tanto que Shell retrocedió 15,5%; AXION energy, 14,34% y Puma Energy, 14,70%.
Fecha límite para las nuevas normas de seguridad del GNC
La Consulta Pública de la Adenda N° 1 que modifica y complementa la Norma NAG-420, culmina el próximo 24 de febrero y su futuro es clave para el suministro de GNC en los transportes que midan menos de 10 metros de largo.
El proyecto a debatir, que fija nuevas normas de seguridad en los puntos de carga, propone la incorporación de un “Anexo” con una serie de requisitos para el abastecimiento a vehículos de transporte menores a esa longitud.
En diálogo con el medio Surtidores, el consultor especializado Luis Navas defendió esta postura argumentando que, “todas esas unidades se están atendiendo en las estaciones de todo el país normalmente y sin ningún requisito más que la intervención del Representante Técnico, del Representante de Seguridad e Higiene de la Estación de Carga y la correspondiente Distribuidora zonal”.
Desde el sector estacionero esperan que ese apartado de la iniciativa no sea aprobada ya que demandaría una inversión adicional para mejorar la señalización en las terminales de carga y, en algunos casos, modificar partes de la estructura en las playas de estacionamiento.
En ese sentido, Navas propone dejar sin efecto el punto 1 de la Adenda toda vez que los vehículos menores a diez metros están abasteciéndose desde hace varias décadas y sin ningún inconveniente.
A fines de enero, cuando el ENARGAS volvió a postergar la entrada en vigencia de las nuevas disposiciones, en el Gobierno hubo señales en favor de dejar afuera de la norma a los vehículos más pequeños.
“No debería ser necesario solicitar una nueva autorización para poder cargar GNC a vehículos que ya lo están haciendo regularmente desde hace varios años, especialmente por los costos y tiempos que demanda”, concluyó Navas.