La segunda ola del Covid-19 golpeó de lleno la marcha de la economía. A pesar de que el gobierno acotó muy poco la actividad económica en el segundo trimestre de 2021, el producto interno bruto (PIB) descendió 1,4% respecto del primer trimestre del año. En la comparación contra el segundo trimestre de 2020, el peor momento de los cierres por la pandemia, el Indec registró un salto del 17,9%.

La caída en la actividad económica entre abril y junio de este año en comparación con el período enero-marzo marca la intensidad del golpe provocado por la pandemia. Habitualmente, el primer trimestre del año es más débil en términos de actividad que el segundo, cuando se encienden todos los motores económicos tras el receso del verano.

Esta habitualidad fue rota por el coronavirus. Con todo, el descenso no fue tan pronunciado como el año pasado. Esta vez, el Indec remarcó varios ítems que mostraron un buen desempeño. Fue el caso del consumo privado, que aumentó el 1,1% respecto de enero-marzo; del consumo público, con un alza del 0,5%; y de las exportaciones, con un crecimiento del 5,7%. Incluso las importaciones tuvieron un salto del 5,4% entre el primero y el segundo trimestre.

El desempeño de la actividad económica en el segundo trimestre de este año admite otra comparación: contra el mismo período del año pasado. Pero ese balance tiene un problema: entre abril y junio de 2020 se sintieron con más fuerza las consecuencias de las restricciones al movimiento de las personas, por lo que la actividad económica estaba en sus mínimos. De allí el salto del 17,9% en el PIB.

Uno por uno

Visto en forma desagregada, el dato positivo se repite con saltos enormes, en algunos casos. Y una excepción: el sector agricultura, ganadería, caza y silvicultura, cuyo valor agregado se redujo un 3,9% en el segundo trimestre de 2021 con respecto a igual lapso del año anterior.

Todas las demás actividades económicas tuvieron incrementos en el valor agregado. En el caso de la pesca fue del 28,2%. En el de la explotación de minas y canteras,  13,9%; industria manufacturera, 32,4%; electricidad, gas y agua, 10,9%; construcción, 84,2%; comercio mayorista, minorista y reparaciones, 26,0%; hoteles y restaurantes, 90,3%; transporte, almacenamiento y comunicaciones, 14,5%; intermediación financiera, 0,8%; actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, 16,1%; tanto los sectores administración pública y defensa como planes de seguridad social de afiliación obligatoria, 8,5%; enseñanza, 6,4%; servicios sociales y de salud, 13,6%; otras actividades de servicios comunitarias, sociales y personales, 113,8%; hogares privados con servicio doméstico, 24,7%.

Lo que viene

La eliminación prácticamente total de las restricciones a los movimientos después de junio de este año, llevada a un nuevo límite este martes con los anuncios de la ministra de Salud, Carla Vizzotti, seguramente derivará en una recuperación del crecimiento de la actividad económica entre julio y septiembre. Es previsible, en ese sentido, que los datos del tercer trimestre superen a los del segundo y emparejen los niveles de actividad del período enero-marzo.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo días atrás que la actividad económica “no vive un rebote” tras la caída del 9,9% en el PIB durante el año pasado, “sino una recuperación de la economía y del empleo”.

Además, el Indec informó que el índice de precios mayoristas registró en agosto un incremento de 2,5%, mientras que el costo de la construcción avanzó 2,1% respecto al mes previo. De esta manera, en lo que va del año, los precios mayoristas acumulan un alza del 36% y el costo de la construcción, 33,2%.

(fuente: Tiempo Argentino)