La pauta tarifaria se definió en una reunión que Caputo mantuvo con el secretario de Minería y Energía, Daniel González, y la nueva secretaria de Energía, María Tettamanti. Queda por ver cómo se manejarán futuros incrementos sin que esto afecte la recuperación económica y el bienestar de la población.
El Gobierno nacional anunció un nuevo incremento en las tarifas de luz y gas que comenzará a regir en noviembre. Según fuentes oficiales, las tarifas de electricidad aumentarán un 2,5% y las de gas natural por redes un 2,7%. Esta decisión, comunicada por el ministro de Economía, Luis Caputo, busca mantener el proceso de desaceleración de la inflación sin desestabilizar el ajuste de subsidios que se contempla en el actual programa económico.
La pauta tarifaria se definió en una reunión que Caputo mantuvo con el secretario de Minería y Energía, Daniel González, y la nueva secretaria de Energía, María Tettamanti. Las expectativas son claras: “La pauta fue definida en las últimas horas”, afirmaron las fuentes consultadas. El aumento será oficializado en el Boletín Oficial, asegurando que el impacto sobre el bolsillo de las familias sea el menor posible.
Paralelamente, se espera que la petrolera estatal YPF implemente un aumento en los precios de nafta y gasoil, que no superará el 3%. “Las competidoras como Shell, Axion y Puma también se moverán en este sentido”, indicaron las fuentes. Este cambio en los precios se da tras un recorte en octubre, un hecho inédito en casi seis años, y refuerza la estrategia del Gobierno por estabilizar el mercado energético.
A pesar de estos incrementos, el informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) destaca que el gasto de una familia tipo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) ha aumentado un 370% desde diciembre del año pasado. Este aumento se debe en parte a la política de ajuste de subsidios que implementó la administración de Javier Milei. Sin embargo, el 47% de los costos de los servicios públicos todavía son subvencionados por el Estado, lo que refleja la necesidad de seguir trabajando en la estructura tarifaria para lograr un equilibrio fiscal sostenible.
La situación es compleja. Mientras el Gobierno celebra que la inflación de septiembre se desaceleró al 3,5%, el costo de la canasta de servicios públicos se ha incrementado de manera significativa. “La cobertura tarifaria de los costos de los servicios públicos se presenta superior al observado en los últimos once meses”, señala el IIEP.
(fuente: https://www.politicargentina.com/)