El Fondo Monetario Internacional (FMI) propuso incrementar los castigos económicos a las energías más contaminantes, ya sea a través de suba de impuestos o con la aplicación de un precio mínimo internacional del carbono.
Poner precio a la tonelada de carbono que se libera a la atmósfera es una forma de gravar las energías más contaminantes e incentivar así a consumidores y empresas a utilizar energías limpias, sostuvieron. El objetivo inicial sería cumplir con la meta del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de reducir las emisiones entre un cuarto y la mitad para fines de esta década.
“No hay tiempo que perder en poner en marcha un arreglo de este tipo. Imaginémonos en 2030. Asegurémonos de que no miraremos entonces hacia atrás al 2021 y lamentaremos la oportunidad perdida de una acción eficaz”, agregaron los analistas.
El esquema parece una versión ampliada de una ley canadiense que requiere que las provincias y territorios implementen un precio mínimo del carbono, aumentando progresivamente de 10 dólares canadienses por tonelada en 2018 a 50 dólares canadienses en 2022 y 170 dólares canadienses en 2030. Las provincias canadienses cumplen estos objetivos a través de impuestos o esquemas de comercio de derechos de emisión.
Fuente: Ámbito