Apalancado en su tradicional bastión, la tercera sección electoral, el peronismo del conurbano hizo un enorme aporte de votos para lograr la reelección del gobernador Axel Kicillof, con un contundente 45 por ciento de los votos, contra 26 de Néstor Grindetti (JxC) y 24 de Carolina Píparo (LLA).

También fue clave para la mejora sustancial de Sergio Massa -que definirá la presidencia contra Javier Milei el 19 de noviembre-, respecto de su performance en las PASO, retener todas las intendencias que puso en juego y recuperar distritos clave como Lanús y la capital provincial, La Plata, además de muchos del interior.

No en vano integran la tercera dos distritos de enorme peso histórico y simbólico: Berisso, «el kilómetro cero del peronismo», de donde salieron los obreros de los frigoríficos Swift y Armour para reclamar la libertad de Perón el 17 de octubre de 1945, y La Matanza, «capital del peronismo».

La división del voto opositor entre dos ofertas de derecha termina por configurar un nuevo escenario provincial. Habrá que ver cómo y dónde se refugian las estructuras políticas de JxC derrotadas. Hasta acá, el potencial jefe de gobierno de la ciudad, Jorge Macri, no se ha caracterizado por la generosidad.

En el distrito más populoso del país, La Matanza, tanto el intendente Fernando Espinoza como los otros candidatos, Axel Kicillof y Sergio Massa, hicieron una diferencia aún mayor que en agosto, cuando habían obtenido el 46 por ciento de los votos válidos, frente a  23 de LLA y 22 de JxC. Esta vez, con una participación mayor, UxP llegó a 54, LLA perdió uno (22) y JxC se desplomó a 16.

A pesar de los esfuerzos de JxC por capitalizar el affaire Insaurralde, este no modificó el comportamiento electoral de los lomenses. El actual presidente de la cámara de diputados, Federico Otermín, se impuso cómodamente al candidato de JxC, Guillermo Viñuales. No sólo no hubo corte contra el candidato de Insaurralde: el peronismo ganó incluso en circuitos históricamente adversos, como el de Banfield, más acomodado, y recuperó niveles histíoricos en barrios populares como La Loma o Ingeniero Budge.

El fin de semana anterior a las elecciones, un yate tirado por un auto recorrió el centro de la localidad. Desde la cubierta, un militante en traje de baño repartía volantes con la leyenda «chorros». Luego, Bullrich y Grindetti realizaron allí su cierre de campaña, como para visibilizarlo aún más. No funcionó. La convocatoria fue pobre y la línea discursiva, errática. La promesa de «terminar con el kirchnerismo» no caló.

Un distrito muy importante cambia decolor: Lanús. Allí, en abril pasado, sobre el tramo final de su segundo mandato, Néstor Grindetti se fue con licencia para asumir, primero como presidente del Club Atlético Independiente, tras la intempestiva renuncia de Fabián Dóman y luego como precandidato a gobernador de Patricia Bullrich. Quien lo remplazó al mando del ejecutivo local fue su ex secretario de Seguridad, Diego Kravetz, que también heredó la candidatura.

Tras imponerse fácilmente en las PASO a su rival larretista, Tomás Moroni, Kravetz enfrentaba ayer al camporista Julián Álvarez. En agosto, UxP fue el espacio más votado, por 39 a 35. Lo mismo había ocurrido cuatro años antes, pero entonces Álvarez no logró retener en las generales los votos de sus rivles internos y eso permitió la reelección de Grindetti. Esta vez sí; ganó por 44 a 35 y cortó con un ciclo de dos mandatos amarillos.

Aunque no sorprendieron, también fueron contundentes los triunfos justicialistas en los distritos de Florencio Varela (56 UxP, 24 LLA y 14 JxC), Berazategui (56 UxP, 22 LLA y 17 JxC), Quilmes (51 UxP, 28 JxC y 17 LLA), Avellaneda (56 UxP, 23 JxC y 17 LLA), Almirante Brown (54 UxP, 22 LLA y 19 JxC), Berisso (47 UxP, 24 JxC y 19 LLA) y Ensenada (64 UxP,  17 LLA y 15 JxC).

En la primera sección, el peronismo logró retener Ituzaingó. Tras un resultado muy ajustado en las PASO, esta vez Pablo Descalzo se impuso sobre Gastón Di Castelnuovo por 43 a 32. También reeligieron los intendentes de Morón, Lucas Ghi (43 a 31 JxC) y Moreno, Mariel Fernández (57 a 25 LLA).

En Merlo, volverá a encabezar el municipio Gustavo «El Tano» Menéndez. Tras unos años de licencia para ejercer la presidencia del Grupo Banco Provincia, en los que fue remplazado por su hermana Karina, venció a  Gustavo Varela de LLA por 44 a 36. Damián Selci, el ex intendente interino, tendrá su primer mandato completo en Hurlingham, tras derrotar al larretista Lucas Delfino por 44 a 32.

Los números brindan un panorama bastante claro, que irá decantando aún más con el correr de los días. Sin embargo, existen algunas claves políticas que contribuyen a explicar la buena performance del peronismo provincial, a pesar de los lugares comunes según los cuáles «el ministro del 140 por ciento de inflación» no puede ser presidente o «son los mismos de siempre».

La sociedad Kicillof- Massa, bien visible

Desde el lunes posterior a las PASO, 14 de agosto, Sergio Massa y Axel Kicillof comenzaron a mostrarse juntos con una frecuencia cada vez mayor, con el objetivo de “impregnar” al candidato presidencial de los buenos números y aura positiva del gobernador.

En las últimas semanas, fueron oradores centrales de los actos de Defensores de Cambaceres, en la localidad de Ensenada, en la caravana por la tercera sección que culminó en González Catán y, más recientemente, en la conmemoración del 17 de octubre en el estadio de Arsenal, en Sarandí.

En cada uno de esos actos, sin dejar de mencionar sus decisiones más recientes como ministro, vinculadas al pago del impuesto a las ganancias y la devolución del IVA, el Massa funcionario fue cediendo lugar al Massa candidato, con un discurso más peronista -en Arsenal habló de las tres banderas históricas-, que a la militancia le resultó tan conmovedor como su enorme esfuerzo y despliegue.

Siempre se hizo hincapié en la necesidad de votar “la boleta completa” porque, en términos del propio gobernador, “no hay proyecto provincial posible sin proyecto nacional”. Esta estrategia permitió mejorar sensiblemente los números de Massa en la provincia, que ya había sido el candidato más votado en su categoría en agosto pasado.

La sociedad Kicillof- Massa no sólo funciona en público. Estuvieron en contacto permanente para coordinar la respuesta, rápida y contundente, del affaire Insaurralde y hacer control de daños.

Primer metro cuadrado

El gobernador definió, junto con su equipo de campaña, una línea discursiva hace meses y nunca se apartó de ella. Conocido y burlado por sus extensos discursos, supo cambiar de registro, hablar del impacto de las políticas públicas en la vida cotidiana de los bonaerenses.

«Sin igualdad, no hay libertad posible». «Ustedes tenían la libertad de comprarse una computadora, pero no se la habían podido comprar. Ahora el estado se las provee». «No conocía el mar, nunca había salido de Florencio Varela, esto es hermoso». «El viaje de egresados es un reconocimiento al esfuerzo que hicieron para terminar la secundaria», son algunas de las frases, tomadas de los innumerables actos e innauguraciones de obras, recortadas y viralizadas desde las distintas cuentas de redes sociales, activas durante la campaña.

Acuerdos políticos

Más allá del contrapuntos entre Kicillof y el presidente del PJ provincial y diputado nacional, Máximo Kirchner, sobre la necesidad de componer una canción nueva o no, amplificado por lo medios opositores, el peronismo bonaerense presenta un panorama ordenado, con espacio para procesar y sintetizar las diferencias: la mesa de Ensenada.

Surgido cuando todavía se planteaba la posibilidad de “luchar contra la proscripción de CFK”, allí comenzaron a reunirse, junto al anfitrión Mario Secco, intendentes como Jorge Ferraresi y Fernando Espinoza, funcionarios provinciales como Walter Correa, Andrés Larroque y Cristina Álvarez Rodríguez, dirigentes sindicales como Abel Furlan y Paco Manrique y representantes de organizaciones tradicionales del kirchnerismo como Peronismo Militante, Kolina, Lealtad y Martín Fierro, reunidas en La Patria es el Otro, entre otras.

Fue ese mismo espacio el que resistió las presiones para que Kicillof aceptara la candidatura presidencial y el que se plantó junto al gobernador en su decisión de repetir la fórmula de 2019 junto a Verónica Magario, cuando otros impulsaban al renunciado Martín Insaurralde para el cargo de vicegobernador.

Mientras, frente a esa misma estrategia, algunos los acusaban de “refugiarse en provincia”, desde ese armado respondían que sólo con un triunfo provincial contundente sería posible un triunfo nacional. Ahora, con el diario del lunes, queda claro que tenían razón.

por Gastón Garriga

(fuente: Pagina 12)

Colaboración de Alfredo Guillermo Bevacqua