Jorge Clark nació un 30 de agosto en Calcuta (India), siendo de ascendencia británica. Al llegar a Entre Ríos ofreció sus servicios a Justo José de Urquiza y fue el Colegio fue su destino, constituyendo con Alberto Larroque el binomio perfecto.
Poseedor de un noble y generoso espíritu, se transformó en el protector de todos los alumnos internos, siendo un verdadero padre: «Don Jorge, como le decíamos siempre familiar y cariñosamente, el administrador y profesor del Colegio, eternamente vestido con su traje de lustrina negra de forma casi talar, recién afeitado siempre su rostro sereno y afable, cuyo único lujo eran camisas de inmaculada blancura, su corbata de seda negra con dos vueltas y sus zapatos siempre resplandecientes.» (Domingo Aramburú, ex alumno).
A partir de la «derrota» de Pavón, el Colegio comenzó a sufrir serios apremios económicos y por el estado de guerra cuando se dispusieron «las vacaciones largas». Numerosos alumnos se quedaron en el establecimiento y Clark, en la seguridad que en el futuro le serían devueltas las sumas por él gastadas para el mantenimiento de los internos, solicitó diversos préstamos. Posteriormente el Colegio del Uruguay pasó a depender de Buenos Aires, y la fría Contaduría General de la Nación comenzó a realizar fuertes reclamos por los que consideró excesivos gastos. Finalmente el Gobierno Nacional, apremiado por los permanentes desembolsos de dinero que la guerra con el Paraguay exigió, resolvió que no iba a hacerse cargo de las deudas del Colegio del Uruguay.
Por ese motivo, el mismo día de su cumpleaños, 30 de agosto pero de 1867, se suicidó disparándose. Este hecho repercutió intensamente en toda la población y especialmente entre los estudiantes que quedaron anonadados por la extrema resolución del entrañable y querido maestro.
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A 224 años de su nacimiento y 155 de su muerte, rendimos homenaje.
(fuente: Página de Facebook del Archivo Histórico Colegio del Uruguay «Justo José de Urquiza»)
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 1 de setiembre de 2022