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Desfile de Modelos: RAMÓN CARRILLO

Por Rodolfo Oscar Negri   –   

Nacido en Santiago del Estero el 7 de marzo de 1906, solía repetir: “Frente a las enfermedades que genera la miseria, la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos; los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres causas”.

Durante la “Década Infame”, pudo sentir el saqueo y la destrucción que sufría la patria, en “un periodo caracterizado por la decadencia moral, la corrupción, el negociado, la enajenación del patrimonio nacional y el empobrecimiento de una gran mayoría del pueblo».

Adhiere así al pensamiento nacional que toma auge en aquella época junto con su compañero de estudios primarios Homero Manzi, y otros como Arturo Jauretche, Raúl Scalabrini Ortiz, Armando Discépolo y Enrique Santos Discépolo, representantes de una nueva corriente cultura e ideas nacionales.

Trabaja en la escuela neurobiológica argentina activa en el Hospicio de la Mercedes y el Hospital de Alienadas, luego llamados Hospital José T. Borda y Hospital Braulio Moyano respectivamente.

Dedicado a la investigación y a la docencia, en 1939 se hace cargo del Servicio de Neurología y Neurocirugía del Hospital Militar Central en Buenos Aires.

Empleo que le permite conocer con mayor profundidad la realidad sanitaria del país.

Al Tomar contacto con las historias clínicas de los aspirantes al servicio militar, procedentes de toda la Argentina, pudo comprobar la prevalencia de enfermedades vinculadas con la pobreza, sobre todo en las provincias más postergadas.

Sus estudios estadísticos que determinaron que el país sólo contaba con el 45% de las camas necesarias, distribuidas de manera desigual, Con regiones que apenas contaban con 0,001% de camas por mil habitantes.

En este contexto es que Carrillo conoce en el Hospital Militar al Coronel Juan Domingo Perón, con quien compartía largas conversaciones que definirían tanto su vida y como la política sanitaria de argentina.

Siendo Perón quien lo convence en trabajar en la elaboración de una política sanitaria desde el gobierno.

Prestó brevemente servicios como Decano de la Facultad de Medicina.

Al llegar Perón a la presidencia, por vía democrática, asume la Secretaría de Salud Pública, posteriormente se transformada en el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de la Nación.

Desde ese lugar y en cumplimiento de las metas trazadas por el primer y segundo Plan Quinquenal que él mismo había ayudado a diseñar…

Es que durante su gestión se crearon 234 hospitales o policlínicas gratuitos (Roque Sáenz Peña, Chaco, Jobson-Vera, Santa Fe, Pinto, Santiago del Estero; Chos Malal, Valcheta, Rio Negro, Cruz del Eje y el Instituto de Gastroenterología, Hemoterapia y de Dermatología de Capital Federal y muchos otros mas…) aumentando el número de camas existentes en el país, de 66.300 en 1946 a 132.000 en 1954.

Se instrumentan las campañas masivas de vacunación (antivariólica y antidiftérica) y la obligatoriedad del certificado para la escuela y para realizar trámites.

Se implementan campañas masivas a nivel nacional contra la fiebre amarilla, las enfermedades venéreas y otros flagelos.

Se erradica, en sólo dos años, enfermedades endémicas como el paludismo, con campañas sumamente agresivas, haciendo desaparecer prácticamente la sífilis y las enfermedades venéreas.

Disminuye el índice de mortalidad por tuberculosis de 130 por 100.000 a 36 por 100.000.

Terminó con epidemias como el tifus y la brucelosis. Y redujo drásticamente el índice de mortalidad infantil del 90 por mil a 56 por mil.

Se crea el EMESTA, primera fábrica nacional de medicamentos y se da apoyo a los laboratorios nacionales con incentivos económicos para la fabricación de remedios para toda la población.

«Los problemas de la Medicina como rama del Estado, no pueden resolverse si la política sanitaria no está respaldada por una política social. Del mismo modo que no puede haber una política social sin una economía organizada en beneficio de la mayoría.» «Solo sirven las conquistas científicas sobre la salud si éstas son accesibles al pueblo.»

Desde esa visión participo activamente, en la planificación de los planes quinquenales, en la discusión de una Política Habitacional como parte fundamental de la salud del individuo, donde además del espacio mínimo vital requerido para la salud y armonía familiar, se garantiza -por ejemplo- el aislamiento térmico (paredes externas de 30 cm, techos, pisos y ventilaciones adecuadas, etc…). Parte del concepto de que la vivienda debe ser digna, son también los servicios esenciales, por lo cual propicio y prácticamente elimino el generalizado “escusado y pozo “para los pobres fuera de la casa, como agente altamente contaminante, sustituyéndolo por el inodoro y servicio cloacal de la casa. Tanto como el agua potable y la “ducha” para la higiene diaria.

Desarrolla un trabajo de intensidad similar con el deporte masivo para todas las edades en especial los niños y los más débiles, como control y mejoramiento de su estado de salud. Realizo así desde el peronismo, una auténtica revolución política sanitaria, que unía los avances científicos de la época con la cultura de los pueblos originarios (el “chaman” …), sin precedentes ni en Argentina, ni en ninguna otra parte del mundo en ese momento, que hasta hoy no ha sido superada…

Cuando la Revolución Fusiladora usurpa el poder en 1955, debió exiliarse y vivir con su familia fuera del país en la extrema pobreza, como médico de indios de la zona, sin resignar ninguno de sus principios…

Falleció en Belem do Pará, Brasil, el 20 de diciembre de 1956.

Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 23/10/2018