Por Rubén I. Bourlot –
Con fecha 21 de octubre de 1848 el gobernador Urquiza dicta un decreto que deja «abolido para siempre (…) el Carnaval de los tres días antes del Miércoles de Cenizas». También prohibía los festejos celebratorios de la «la gloriosa convención de paz celebrada entre la Confederación Argentina y la Francia» (Arana – Makau de 1840). En substitución de este último carnaval se dispuso ayudar anualmente a los deudos necesitados de las personas que hubieran perecido en el sostén de la Santa Federación. Los infractores a lo ordenado serían castigados con la pena “arbitraria, según la gravedad de la falta.”
(Fuente: Historias de la Solapa)
