Roberto Feletti oficializó el congelamiento de 1.432 productos de consumo masivo y ya comenzó a tener repercusiones en empresarios de las principales cadenas alimenticias. Si bien algunos se mantienen en diálogo con secretario de Comercio, algunos muestran su resistencia y advierten por un posible «desabastecimiento», tal como indicó Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio.
Estructura de comercialización
La estructura de comercialización se conforma por Hipermercados, Supermercados, Mayoristas, Tiendas de Cercanía, Autoservicios y comercios tradicionales. Los Hiper y Super representan el 32% de las ventas que además cuentan con un 10% más por tiendas de cercanía.
Según información de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, «las grandes cadenas concentran alrededor del 80% de las ventas totales del sector supermercadista en Argentina. Tres cadenas principales son responsables de la mitad de las ventas del sector».
El 74% de la facturación de los productos de la góndola se corresponden con 20 empresas: Unilever (9%), Mastellone Hnos S.A (8%), Empresa del Distribuidor (8%), Coca Cola Company (5%), Sancor Coop Unidas Ltda (5%), Danone (5%), Molinos Río de La Plata (4%), Pepsico Co (2%), Arcor S.A (2%), Mondelez (2%), Nestlé (2%), Bagley S.A (2%), Molino Cañuelas (2%), Kimberly-Clark (2%), Brf (2%), Est. Las Marías (1%).
Algo que se observa es una recurrencia de las mismas empresas en varias categorías. Unilever tiene posición dominante en seis rubros con concentración alta (caldos, desodorantes, jabones, lavavajillas, shampoo, etc). Molinos Río de la Plata domina el rubro de los fideos, arroz y aceites entre otros ejemplos.
«La influencia de las firmas no está circunscriptas a un sector o rubro, sino que se extiende a varias categorías», analiza el informe y ejemplifica: Arcor concentra el 71% del mercado de las mermeladas pero incursionó también en enlatados con más del 20% del mercado y en jugos, con un porcentaje similar.
En cuanto a los lácteos se plantea el mismo escenario de concentración ya que la firma Mastellone concentra más de un tercio del total de la facturación del rubro. En segundo y tercer lugar se encuentra Sancor y Danone, con 20% cada una. Las tres primeras firmas del sector explican el 75% de la facturación total.
En el mercado de las bebidas alcohólicas, la principal cuota de mercado la ocupa Cervecería Quilmes, propiedad de la multinacional belga Ab Inbev con 55% de participación en el rubro. Si se considera sólo cervezas, Quilmes representa el 78% de las ventas.
Un caso paradigmático es el rubro de artículos de Cuidado del Hogar con alta concentración ya que representa el 55% de facturación por la empresa líder del rubro, Danone. En segundo lugar, se ubica P&G con el 11% y Papelera del Plata en tercer lugar. En el rubro, estos grupos concentran el 76% del mercado.
Problemas detectados
La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia detectó problemas en los diferentes canales de comercialización entre los que se encuentran:
- Acceso a la cadena de supermercados: condiciones y costos poco transparentes, barreras a la entrada de costos elevados, demoras excesivas para dar de alta un producto.
- Acuerdos comerciales: inexistencia de acuerdos comerciales formales y por escrito, acuerdos comerciales incompletos, modificación unilateral de acuerdos comerciales.
- Precio al consumidor final: falta de reglas que explícitamente impiden que los proveedores más grandes o líderes influyan en el precio en góndola de sus competidores.
- Descuentos comerciales: falta de transparencia en cobros efectuados, falta de previsión específica de los descuentos en acuerdos comerciales, falta de discriminación de los descuentos en facturas o notas de débito, entre otros.
- Espacios de exhibición: falta de transparencia y de previsión explícita en las condiciones comerciales para exhibición de productos y ubicación en góndola.
- Promociones: traspaso unilateral del costo a proveedores, ofertas poco transparentes que entorpecen el proceso de elección de consumidores.
En conclusión, Hernán Letcher Director de CEPA consultado por Ámbito expresó: «Me parece que el eje central reside en la evolución de los precios desde febrero en adelante, hay una disociación entre los costos de producción y el precio en cualquiera de las variables a la hora de pensar costos: tipo de cambio, salarios, combustibles, tarifas. Nada de eso explica la evolución de precios. El tipo de cambio se movió 10% y los precios un 27%».
“En el último mes de septiembre se vio que los formadores de precio identificaron que la posible implementación de ingresos a sectores populares interpretaron que podían aumentar los precios para apropiarse de la futura política de ingreso que estaba pensando el gobierno. No esperaron que la política estuviera en la calle, remarcaron como una especie de apropiación anticipada de esa transferencia», agregó.
«Tanto los planteos vinculados al desabastecimiento como los planteos relacionados con que después del congelamiento se va a aumentar después, son extorsiones. No al gobierno, sino al conjunto de los argentinos», concluyó.
Fuente: Ámbito