Veamos la historia reciente: en abril de 2023, el entonces presidente Alberto Fernández y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, realizaron un acto para anunciar que se llamaría a licitación para las obras de realización del Canal Magdalena. Eso permitiría la conexión marítima entre los puertos del Río de la Plata y del Litoral de las provincias argentinas directamente con el mar, estableciendo un corredor logístico para el comercio exterior. La licitación, a los cuatro meses, se declaró desierta. La nueva licitación se realizó en septiembre y se estuvo a la confección del llamado licitatorio.
Ya con Javier Milei en la presidencia, el viernes 2 de febrero, la realización del Canal Magdalena quedó fuera. Este gobierno entreguista aprobó los planes de ampliación en el puerto de Montevideo, enterrando así toda posibilidad de que Argentina tenga un avance enorme en cuestión de soberanía, teniendo así un acceso directo al Océano Atlántico. Por supuesto, la decisión fue festejada por Luis Lacalle Pou, presidente de Uruguay.
Esto es casi una locura, porque además es un tema de defensa, no solo de comercio, sobre todo cuando tenemos una ocupación extranjera en Malvinas y gran parte de la plataforma continental. Lo grave es renunciar a tener un puerto como «testigo» como el de Buenos Aires. Además, el puerto no lo tiene Montevideo, que es un caso muy parecido como pasa en Rosario, que son «enclaves» coloniales, o sea, son puertos públicos que han sido concesionados a empresas extranjeras. Y ahora se está habilitando hacer un puerto pesquero con una inversión de más de US$ 100 millones de dólares. O sea que todo lo que se roban del mar argentino en cuestión de pesca va al puerto de Montevideo, y de ahí se «integra» al mundo sin explicar el origen y sin dejar un peso.
El Canal Magdalena sería poder tener un Puerto Director de Buenos Aires, fundacional del Estado argentino, por eso esa renuncia es una claudicación al pueblo argentino y a la patria misma. Después de 26 años de lucha se logró la creación del Consejo Federal, que logró reivindicar a las provincias. Con esta decisión criminal desde el punto de vista económico de Milei, que había permitido recaudar mucho dinero y que había logrado revertir el abandono de los 18 puertos que hay sobre el Paraná.
Este gobierno viene a ser funcional a las potencias, al capital concentrado. Vinieron a ponerle la bandera de remate. No es casualidad que la Bolsa de Cereales de Rosario manejó mucho tiempo las operaciones oscuras de contrabando de soja y «otras mercaderías». Desde el puerto de Rosario salen 6.000 buques que tienen que ir a Montevideo para salir al mar, cuando en realidad con el Canal Magdalena tendrían que salir de Buenos Aires.
Durante años, camiones y camiones del agronegocio trepaban hasta Paraguay y allí embarcar la cosecha en barcazas de bandera guaraní para no pagar el impuesto que le permitieron a la «agrocracia» hacer una acumulación de capital imposible de cuantificar.
Durante el gobierno anterior, uno de los pocos funcionarios que «funcionaban», Guillermo Michel, no pasaba un día en que no se incautaran varios camiones con cartas de porte falsas. Misteriosamente, con este gobierno, es raro ver una noticia al respecto.
Quien describió también este robo silencioso, junto con la estafa más grande del siglo del famoso «campo agropecuario», fue lo que ocurrió con Vicentín, quien mantiene una deuda millonaria con bancos europeos y con miles de pequeños productores que fueron estafados miserablemente. Hay que recordar que Macri, diez días antes de entregar el gobierno en 2019, le ordenó entregar a Javier González Fraga, que era el director del Banco Nación, la suma de $18.000 millones a Nardelli, director ejecutivo de Vicentín. Hay que decir que los demás miembros del directorio se oponían, pero la orden del «capo mafia» fue más poderosa. Todavía en el Banco están esperando el remate de Vicentín para cobrar la deuda. ¡El que espera, desespera!
«¡Adelante señores del Foro de Davos! ¡Pasen y vean, en Argentina comenzó el remate».
Fuente: Con información de Pájaro Rojo – extraído de Diario Junio