La pandemia acrecentó las diferencias laborales entre los hombres y las mujeres.
De hecho, en la Ciudad de Buenos Aires la distribución de aquellas tareas no remunerativas sigue siendo desigual entre varones y mujeres. Según la Dirección de Estadísticas de GCBA, las mujeres destinan casi dos horas más que las que les dedican los varones: un total de 5.29 horas diarias a estas responsabilidades. Ese tiempo representa, además, casi el 70% de una jornada laboral.
El informe mostró también que hay grandes diferencias en los puestos que ocupan ambos sexos. Es decir, el 55% de las mujeres tiene presencia en posiciones junior, cifra que disminuye al 32% en la máxima jerarquía. Justamente, la mayor brecha salarial se encuentra en los puestos ejecutivos y de dirección (21%).
Es curioso que, de 30 empresas que habían participado en 2019 de este estudio, se evidenció que 17 redujeron la brecha salarial, pero 13 la aumentaron. Falta así todavía un mayor compromiso y decisiones para achicar la brecha.
Rango etario
El estudio también arrojó que, la mayor brecha salarial según rango etario se da entre los 30 y 40 años.
Llama la atención, que el nivel educativo también amplía la diferencia. A mayor nivel educativo, mayor es la brecha. Es decir, se detectó que la brecha salarial en personas con títulos universitarios y de posgrado es del 25,68% mientras que en el secundario y primario es un 15,76%.
A pesar de que el acceso a la educación en ambos géneros es bastante similar, la brecha salarial no se comporta de la misma manera. Por último, se determinó que la brecha salarial en los bonos que pagan ciertas empresas a sus empleados anualmente, es del 8,5% y son más hombres los que lo reciben que las mujeres.
Con estos resultados se enciende la alarma de que falta aún trabajar mucho para achicar las diferencias. Según fuentes de la Secretaría para la Igualdad de género del Gobierno porteño, la IPP busca eliminar las desigualdades persistentes de ingresos salariales entre varones y mujeres, e incorporar a más mujeres al mercado de trabajo en igualdad de condiciones.
Fuente: Ámbito