En el mes de febrero de 2024 la Provincia de Entre Ríos debe cancelar el primer vencimiento anual del bono en dólares que se lanzó en el año 2017. Pese a que algunos medios titulan y aseguran que el Gobierno recientemente asumido no cuenta con los 60 millones de dólares de capital más unos 4 millones de dólares de intereses que deben abonarse, el exgobernador Gustavo Bordet, el contador Marcelo Casaretto y el mismísimo actual gobernador Rogelio Frigerio han dicho y reconocido que en caja antes del 10 de diciembre le fueron dejados en caja 47 millones de dólares para afrontar dicho pago.
La diferencia de 17 millones de dólares, no parece y efectivamente no es tanta, solo que subidos a la ola nacional instaurada por el presidente Javier Milei de “no hay plata”, el artilugio que se repite por todos los rincones cual karma sirve como justificativo para plantear que Frigerio deberá tomar 30 mil millones de pesos para poder abonar en tiempo y forma los salarios de la administración pública y de los jubilados provinciales; pero, como ha señalado el exministro de Economía de la Provincia, Marcelo Casaretto, cabe recordar que “En realidad, la estructura de vencimientos es que los primeros días del mes la recaudación es baja, y del 15 en adelante empieza a aumentar”, además, como también explicara el contador, para eso los Estados provinciales cuentan también con agentes financieros, en este caso el Banco Entre Ríos, que pueden producir adelantos de dineros que posteriormente son devueltos.
En el entorno de Frigerio califican a la deuda en dólares como “la bomba” que Bordet dejó en la provincia, pero nada mejor que recordar los orígenes mismos del endeudamiento en dólares que pesa sobre el Estado entrerriano. Sus tres protagonistas principales, allá por 2017 eran nombres que hoy se repiten: Gustavo Bordet era el gobernador, Rogelio Frigerio el ministro del Interior de la Nación, y Luis Caputo el ministro de Finanzas de Macri.
En aquellos tiempos, la Provincia abonaba gastos corrientes a través de endeudamiento en pesos que se iban refinanciando mes a mes con letras de tesorería. Efectivamente, se trataba de una “bola de nieve que se tornaba imparable”.
Como ministro del Interior, Rogelio Frigerio fue quien articuló la alternativa de colocar deuda en dólares a largo plazo para reconvertir el endeudamiento a corto plazo en pesos que ahogaba no sólo a Entre Ríos, sino a diversas provincias. Entonces, “la bomba” que aducen que Bordet le deja a Frigerio, en realidad fue un artefacto que él mismo se encargó de construir. Además, como señala Casaretto: “De la operación que hizo el gobierno de Entre Ríos, Frigerio y Caputo tienen detalles, así que sorpresa no es para nadie. Hay una estructura de vencimiento de capitales e intereses, que hay que pagar o se puede renegociar, tal como lo hizo Bordet en momentos de la pandemia. Seguramente podrá renegociar con el ministro Caputo, una persona muy cercana y de su confianza”.
En todo este entrevero de números entre pago de medio aguinaldo, haberes de diciembre y deuda en dólares de febrero, todo parece apuntar a que en realidad lo que se busca es que los gremios estatales y docentes no reclamen que, como se vino sosteniendo en el Gobierno de Bordet, las paritarias vayan quedando siempre por encima de la inflación.
De todos modos, esperemos al martes, cuando los Gobernadores de todas las provincias se reúnan con el Presidente de la Nación para saber si nuevamente se utiliza la fórmula mágica de «no hay plata» o la misma empieza a aparecer.
