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Benegas Lynch: “la gente no se puede quejar, tienen lanchas, autos y caserones”

El diputado libertario Alberto “Bertie” Benegas Lynch dejó en evidencia su asombrosa capacidad para opinar desde una realidad paralela. En declaraciones recientes, recomendó a las familias argentinas “ajustarse” vendiendo la lancha o alguno de los varios autos que según el libertario, tendría cualquier hogar promedio en el país.

Una vez más, el diputado libertario Alberto “Bertie” Benegas Lynch dejó en evidencia su asombrosa capacidad para opinar desde una realidad paralela. En declaraciones recientes, recomendó a las familias argentinas “ajustarse” vendiendo la lancha o alguno de los varios autos que —según él— tendría cualquier hogar promedio en el país.

El legislador parece convencido de que todos viven como su acomodada familia: con seis autos en el garage, una embarcación en el muelle y margen para recortar “lujitos innecesarios” como la segunda lancha. Sí, lo dijo en serio.

En su esfuerzo por defender el ajuste que impulsa el Gobierno, Benegas Lynch relató un ejemplo que buscaba sonar razonable, pero terminó confirmando lo contrario: no tiene la menor idea de cómo vive la inmensa mayoría de los argentinosMientras millones de trabajadores hacen malabares para llegar a fin de mes, pagan los servicios en cuotas o directamente dejan de comprar medicamentos para poder comer, el diputado imagina familias con patrimonio náutico y flota vehicular.

En su universo ideológico, el problema no es la caída del salario, ni la inflación, ni el deterioro social. No. Para él, el verdadero drama nacional es haber caído en “el consumismo extremo” de comprarse una segunda lancha.

El comentario fue tan disparatado que ni siquiera Cristina Pérez, conductora que suele simpatizar con las ideas del oficialismo, logró disimular la sorpresa. Lo miró perpleja, entendió la dimensión del absurdo y eligió el silencio, quizás porque no hay forma educada de decirle a un diputado nacional que acaba de demostrar públicamente estar desconectado del país que pretende gobernar.

Mientras tanto, en la Argentina real, la única lancha que ven millones de personas es la del noticiero. Y ni siquiera viene con combustible.

(fuente: https://primereando.com.ar/)